El Universo Marvel tenía una deuda pendiente con Venom, el simbionte que nunca había sido llevado a la gran pantalla, después de muchos e inacabados intentos. Pero ahora mismo en la franquicia todo es posible, y esta versión ha salido con Ruben Fleischer como director, que prometió un film adulto y parece que la cosa ha quedado bastante suavizada y más enfocada a un público adolescente, además de los 40 minutos recortados. La película se convierte pues en un divertimento sin más, con un guión que no acaba de explotar, y un protagonista como Eddie Brock, encarnado por Tom Hardy, continuamente desquiciado.
Es a partir de cuando el simbionte posee a Eddie, donde todo se vuelve patas arriba e incluso Tom Hardy acabará bastante perdido desde entonces. Lo único que salva la película es la continua sucesión de momentos chanantes, que hacen que no te aburras.
Venom toma elementos que interesan de las aventuras originales de Marvel Comics, pero no el origen ni el propio comportamiento de los protagonistas de David Michelinie y Todd McFarlane.
El guión, sencillo como pocos, parte de una nave que se estrella en la tierra y de ahí sale un simbionte que tomará de huésped a Eddie Brock, un periodista venido a menos desde que intentara destapar las malas prácticas y asuntos turbios de de Life Foundation, comandada por el villano Carlton Drake, presidente de esa compañía y obsesionado con utilizar los simbiontes para sus planes retorcidos, en la mezcla de ellos con humanos. Su carácter despiadado le hará ser un villano muy malvado y perverso.
Pero para mi lo mejor de la película radica en la relación que se establece entra Eddie y el simbionte Venom, que va creciendo hasta hacerse amigos, sabiendo que teniéndole a él dentro es poco menos que invencible. Es ahí cuando se estrecha su relación ya que están obligados a colaborar, aunque a veces las historias llegan demasiado de sopetón, una estructura tan directa, que puede parecer brusca para los que esperan una película de superhéroes más elaborada y currada, pero su lado bueno es que mantiene un gran ritmo, primero para el thriller y el suspense y luego para la acción desenfrenada, con secuencias muy bien definidas por el director.
Por cierto, maravillosa la escena post-créditos, que como casi siempre, abre la puerta a una segunda parte.
Os dejo con el Tráiler de Venom.
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