viernes, 16 de septiembre de 2016

Tarde para la ira (2016)

Cartel del film

Ópera prima del actor Raúl Arévalo, esta Tarde para la ira, y está claro que lo de dirigir ya lo llevaba dentro hace tiempo. Arévalo tiene 36 años, y tiene un nombre muy importante como actor dentro del cine español, con películas como "Azul oscuro casi negro", "El Camino de los Ingleses", "Gordos", "Primos", "La Gran Familia Española" o la magnífica "La Isla Mínima".
Aquí, con un guión perpetrado por él mismo y David Pulido, es bueno meterte en la trama sin saber casi nada (así fui yo a verla), porque de esa forma los dos o tres giros brillantes que tiene, hace que te sorprendan y enriquecen de manera impresionante su propuesta.


Antonio de la Torre (José) y Luis Callejo (Curro)

El film comienza con un potente prólogo, la clave del mismo, rodado con un breve pero muy enérgico plano secuencia, casi sin diálogos, exponiendo un drama urbano que se desarrolla en barrios de zonas humildes de Madrid. En este aspecto, ver escenas rodadas en mi barrio de toda la vida, me resultó realmente impactante. Pero también destaca, y mucho, la puesta en escena, con un seguimiento muy asfixiante de los personajes, de espaldas a muchos de ellos, donde la música brilla por su ausencia y se fomenta ese "estar tan encima de los personajes" (que casi les da con la cámara) para mezclarlo con los sentimientos de los personajes, donde el trasfondo es sucio.


Pero como decía antes, hay dos o tres giros cruciales en la trama que hacen que el film que comienza como drama urbano, pase a ser un thriller rural de consecuencias insospechadas. Esta mixtura de textos, tonalidades e influencias del film (La Caza de Carlos Saura me viene a la mente por ejemplo) hace que el guión no tenga fisuras, sea sólido y que presente grandes credenciales de cara al futuro. La única pega, si se puede decir así, es que a mitad del film el ritmo decae y en ese sentido sólo los fogonazos viscerales mantienen la tensión, aunque realmente la historia necesita seguir ese paso, en cierto modo. En ese sentido, me recuerda a No habrá paz para los malvados (Enrique Urbizu, 2011).


Antonio de la Torre lo borda interpretando a José, un hombre callado, que se desvela por las noches y chatea en el ordenador, mientras sueña con liarse con la hermana de su mejor amigo, Juanjo (Raúl Jiménez), que regenta un bar donde suele jugar partidas de mus con los amigos. Su acercamiento a Ana (Ruth Díaz) es tan torpe, que parece que no tendrá éxito, ya que el marido de ella, Curro (Luis Callejo) está apunto de salir de la cárcel después de 8 años. Parece que todo apunta a un rollo de celos que acabará en tragedia, pero el giro argumental y todo lo que bulle en la cabeza de José, hará que el film se torne en algo muy distinto, donde la venganza es el hilo conductor principal.
Luis Callejo está brutal como Curro, ese hombre al que contrataron para conducir un coche en un robo, y que pagó el pato en la cárcel, mientras sus compañeros estaban libres y su mujer aprendía a vivir sola. Ruth Díaz es un absoluto descubrimiento para mi, en un papel nada fácil, el de Ana, la mujer de Curro, que tuvo un niño en un bis a bis con su marido, pero a la que su soledad la tiene amargada el carácter y no le deja ser feliz en la plenitud de la vida, esa mezcla de mujer dura y vulnerable. Especial mención a Manolo Solo en el papel de "El Triana", diez minutos de escena, que valen un quintal, brutal.


Gran primer trabajo de Raúl Arévalo, en el que deja, en un final curioso, una pista sobre como y cual será la vida de los personajes después de lo sucedido, quizás incluso una segunda parte, quien lo sabe...

Os dejo con el tráiler del film.

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