martes, 27 de septiembre de 2016

Escenas míticas del cine (XLVII)


En 1965, Sergio Leone dirige lo que sería la segunda parte de La trilogía del dólar, del género spaguetti western, traducida aquí como La muerte tenía un precio. Clint Eastwood repite con sombrero, poncho y sigue mascando tabaco (no lo llega a fumar, odia fumar) que escupe, y sigue interpretando a El Manco, un cazarecompensas que se gana la vida como tal, cobrando por entregar a la justicia, vivos o muertos, a los delincuentes más buscados. Pero aquí comparte protagonismo con otro personaje cuya labor es idéntica, el Coronel Douglas Mortimer, al que da vida Lee Van Cleef, hasta entonces actor secundario ("El hombre que mató a Liberty Valance", muchas series de televisión, etc...). Rodada en territorio español, contó con mayor presupuesto, claro está.


En una escena brutal, El Manco llega a un pueblo, donde le esperan unos pistoleros. Un chico recoge frutos de un árbol, y El Manco le ayuda con unos disparos a ser más rápido en la recogida, a lo que se une El Coronel Douglas Mortimer. Eso provoca el pavor de los pistoleros, que salen huyendo. Lo mejor de esta escena es que no hay ni un sólo diálogo. Todo esto con la memorable música de Ennio Morricone, de banda sonora gloriosa.

Os dejo con la mítica escena.

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