Cartel del film
Tom Hooper dirige en 2010, éste drama histórico biográfico basado en hechos reales. El Duque de York (Colin Firth), Bertie para su familia, se convirtió en Rey de Inglaterra con el nombre de Jorge VI (1936-1952), tras la abdicación de su hermano mayor, Eduardo VIII (dedicado a la buena vida). Su tartamudez, a la hora de hablar en público, era un gran inconveniente en el ejercicio de sus funciones, por lo que su esposa (Helena Bonham Carter) decide buscar la ayuda de Lionel Logue (Geoffrey Rush), un experto logopeda australiano, que consiguió, empleando una serie de técnicas poco ortodoxas pero efectivas, eliminar el defecto del Rey.
Colin Firth y Geoffrey Rush
Lo que nos muestra ésta película británica son muchas cosas, pero ante todo, me quedo con dos, primero que hablamos de los años 30, dónde cualquier discurso era oído sólo por radio, no había ni televisiones, ni internet, por lo que en aquella época los discursos eran muy preparados y había grandes oradores, siendo las apariciones públicas más bien escasas, lo que permitía esconder muchos fallos o errores.
En segundo lugar, la relación de amistad que va surgiendo entre el Rey y el Señor Logue, un logopeda en el que confiará ciegamente para realizar su discurso radiado a toda la Nación, en momentos históricos delicados, pero que además aquí en el film están salpicados de momentos de humor de muy buen tono.
Colin Firth
Realmente espectacular el comienzo del film, dónde Bertie se enfrenta aterrorizado a un micrófono y a su tartamudez, cumpliendo el encargo de su padre, el Rey George V, de clausurar la exposición universal de Londres. La cámara, tras presentarnos a su "enemigo" el micrófono, dedica unos primeros planos a un nerviosísimo Colin Firth, abre el angular y nos pone en la piel de el entonces Príncipe, enfocado por multitud de rostros que esperan impacientes su discurso, y que poco a poco se tornan en caras de decepción, disgusto y compasión. Contraplano al rostro de Helena Bonham Carter que, sin apenas moverse, muestra su amor incondicional por su marido, y el sufrimiento que conlleva su problema, para volver al rostro del abatido Firth.
Geoffrey Rush, Colin Firth & Helena Bonham Carter
A destacar las interpretaciones de Firth y Rush, que me parecen impecables, en un duelo de altura. Firth es un prodigio de sensibilidad, cada gesto implica un mundo de sensaciones, sus miradas de pánico conmovedoras, mide los tempos, administra la energía, y humaniza a un personaje difícil, con muchas aristas. Rush, al que venero, está simplemente genial, un tipo rebosante de humanidad, y a pesar de ser un actor fracasado, ve el potencial de Bertie y no duda en sacar todo lo que lleva dentro, para ser el Rey sin complejos que debe ser. Su personaje del logopeda Lionel Logue está chispeante, su energía brota y casi se sale de la pantalla, y nos anima e infunde ánimos, de que podemos ser mucho mejores.
Film espléndido que recibió 4 Óscars, a mejor película, director, guión y actor principal (Colin Firth). Ahí dejo la reflexión, pero si la casta política que tenemos en éste país tomara nota y fuera más humilde, lo mismo otro gallo cantaría...
Os dejo con la relatada escena inicial, para mi impresionante.