domingo, 28 de diciembre de 2025

Bandas sonoras míticas del cine (CCXI)


Como decía ayer, e1979 Sylvester Stallone hará la segunda parte de Rocky, que tres años atrás había sido un inesperado éxito y que recordemos tenía a nuestro protagonista como guionista y actor principal. Aquí también añadirá la labor de director y empezó para ello a codearse con distintos guionistas, actores y directores de cine que lo llevaron a aprender más a fondo esa ardua tarea de dirigir una película. De todas las secuelas, quizás esta es la más cercana al espíritu de la primera.
El film comienza inmediatamente donde Rocky, la primera, lo dejó, ahora con Apollo (Carl Weathers) y Rocky Balboa (Sylvester Stallone) en el hospital después de haber terminado el combate, la continuación lógica y exacta temporalmente. Apollo se muestra muy resentido con el inesperado resultado que Rocky había dado en el ring y con gran fervor e ira le reta a una revancha, pero Rocky pasa y decide retirarse del boxeo para estar junto a su mujer Adrian (Talia Shire), a la vez que recibe la noticia de que ha perdido parte de la visibilidad de su ojo derecho. Esa efímera fama de la que disfruta Rocky, después de estar a punto de derrotar al campeón mundial de los pesos pesados, es aún más frágil cuando las ofertas publicitarias para el anuncio de productos no van bien debido a la limitada educación y falta de sofisticación del púgil, en palabras llanas, Rocky era anticomercial. Debido a ello, a la falta de dinero y al embarazo final de su mujer, se verá abocado a la demanda de revancha del "casi derrotado" Creed.
La banda sonora volvió a ser compuesta por el mítico Bill Conti, que volvió a hacerlo a un gran nivel.


Os dejo con el tema Redemption, tema principal de esa banda sonora.

sábado, 27 de diciembre de 2025

Escenas míticas del cine (CDLXII)


En 1979 Sylvester Stallone hará la segunda parte de Rocky, que tres años atrás había sido un inesperado éxito y que recordemos tenía a nuestro protagonista como guionista y actor principal. Aquí también añadirá la labor de director y empezó para ello a codearse con distintos guionistas, actores y directores de cine que lo llevaron a aprender más a fondo esa ardua tarea de dirigir una película. De todas las secuelas, quizás esta es la más cercana al espíritu de la primera.
El film comienza inmediatamente donde Rocky, la primera, lo dejó, ahora con Apollo (Carl Weathers) y Rocky Balboa (Sylvester Stallone) en el hospital después de haber terminado el combate, la continuación lógica y exacta temporalmente. Apollo se muestra muy resentido con el inesperado resultado que Rocky había dado en el ring y con gran fervor e ira le reta a una revancha, pero Rocky pasa y decide retirarse del boxeo para estar junto a su mujer Adrian (Talia Shire), a la vez que recibe la noticia de que ha perdido parte de la visibilidad de su ojo derecho. Esa efímera fama de la que disfruta Rocky, después de estar a punto de derrotar al campeón mundial de los pesos pesados, es aún más frágil cuando las ofertas publicitarias para el anuncio de productos no van bien debido a la limitada educación y falta de sofisticación del púgil, en palabras llanas, Rocky era anticomercial. Debido a ello, a la falta de dinero y al embarazo final de su mujer, se verá abocado a la demanda de revancha del "casi derrotado" Creed.
Una escena mítica es el final del film, cuando acaba el combate y Rocky con su cara completamente amoratada celebra su triunfo y da las gracias a todos, su entrenador, a Dios, y a su mujer.


Os dejo con la mítica escena.

jueves, 25 de diciembre de 2025

Escenas míticas del cine (CDLXI)


Pixar hizo una película en 2015 titulada Del Revés (Inside Out), dirigida por Peter Docter y Ronaldo del Carmen, y he de decir que era una absoluta maravilla, un prodigio de imaginación, inteligencia y humor, salpicado de mil detalles y metáforas, que para mí, le hacen entrar de pleno derecho en uno de los altos puestos como mejores films de la factoría. Quizás sea un film complejo, algo difícil para el público infantil, pero no se me olvidará a una niña pequeña en la sala que decía todo el rato... "la bolita... la bolita"... referida a los recuerdos de la niña, desde luego atrapar... atrapa.
El film narra el proceso de adaptación de una niña, Riley, que pasa de vivir en Minnesota a San Francisco, ya que su padre tiene un nuevo trabajo allí. La peculiaridad, o digamos la parte más interesante del film, es que se desarrolla dentro del cerebro de la niña, allí se encuentra el centro de control de todas las emociones, a saber, Alegría, Tristeza, Ira, Miedo y Asco (representada por 5 personajes brutales) y entrará en un difícil proceso de asimilación de la nueva situación, generando un caos que es el centro de la película, y como solucionarlo.
Cada persona es un mundo, como dice el refrán, y nunca mejor dicho en este caso. Dentro de la mente de Riley, y la de todos alrededor de ella, conviven esas cinco emociones, encargadas de un Cuartel General llamado Centro de Control, donde todo está milimétricamente planeado. Cada subnivel y detalle están creados y desarrollados con una calidad impresionante, una idea que refleja la novedosa propuestaEncima y por si fuera poco, a este Centro de Control están conectadas unas islas donde está toda la vida de la persona, su familia, los recuerdos, su deporte favorito, etc...
En una escena mítica se ve como esas emociones controlan la vida de Riley.


Os dejo con la mítica escena.

miércoles, 24 de diciembre de 2025

Escenas míticas del cine (CDLX)


Como decía hace un tiempo, en 1977 Steven Spielberg dirige Encuentros en la tercera fase, cinta de ciencia ficción dentro de una década como los 70 donde este tipo de cine tuvo un renacimiento, y diría que hasta una reinvención. No sólo se trataba del aspecto visual, que recibió un gran empuje gracias al desarrollo de nuevos efectos especiales por parte de la industria Light and Magic de George Lucas, tampoco del sonido, aunque éste entró en una nueva dimensión gracias a los efectos creados por especialistas como Walter Murch o la música compuesta por gente como John Williams, que reemplazaron las piezas electrónicas por partituras con aproximación neoclásica, todo cambió, tanto en la forma de realizar las películas como en el modo en que eran promocionadas y vendidas.
Steven Spielberg, fue, sin embargo, un visionario muy alejado del resto de directores que hoy día se limitan a copiar los mismos clichés que él y el resto de su quinta de jóvenes talentos inventaron en los 70 como Scorsese o Coppola. Hay que decir que a este director siempre se le relaciona con éxitos comerciales, cine de entretenimiento y exitoso, pero tal vez debido a ese aura, parece haberle costado demostrar que muchas de sus películas más comerciales están cerca de otras corrientes cinematográficas.
Pero nos centramos en este film donde encontramos cierta intención por parte del director por agradar a todo tipo de público, pero es que el tema de la llegada de extraterrestres que se trata en la película, es pionero en abordar la cuestión con un rigor científico tremendo. De hecho, mucho de lo que sucede en la cinta, está basado en las teorías de investigadores en la materia, como el caso del famoso investigador UFO, Joseph Allen Hynek, que incluso realiza un cameo al final de la cinta. Además, Spielberg, que llevaba desde los comienzos de su carrera en el cine queriendo dar el salto a la ciencia ficción, se involucró y mucho en las propias investigaciones de su amigo Hynek. Es importante aclarar, que este tema del contacto con alienígenas Steven lo trata de manera pacífica, sin amenazas, como por contra si había sido diferente en películas anteriores como por ejemplo Últimatum a la Tierra de Richard Wise, donde acababan siendo violentos, de hecho los alienígenas de Spielberg tienen apariencia inofensiva, incluso débil.
En la historia se nos cuenta como una noche, cerca de su casa en Indiana, Roy Neary, al que da vida Richard Dreyfuss, observa en el cielo unos misteriosos objetos voladores. A partir de ahí, vive totalmente obsesionado por comprender lo que ha visto, lo que le aleja y distancia de su esposa Ronnie (Teri Garr, a la que conocimos muchos en el Jovencito Frankesntein). Pero él encuentra apoyo en una mujer que también ha sido testigo de los mismos hechos, y juntos intentan encontrar una respuesta al misterio que ha alterado considerablemente sus vidas. Al mismo tiempo, un gran grupo de científicos internacionales comienza a investigar las apariciones de ovnis y otros extraños fenómenos en la zona. Además todos los personajes del film parten hacia un punto clave donde cada uno de ellos encuentra lo que busca, es el Monte del Diablo, que realmente está en Dakota del Sur, y que desde el estreno de el trabajo es lugar de peregrinación continuo y mundial.
En una escena mítica, Roy Neary, algo aturdido sale en su coche porque le han llamado del trabajo ante un apagón eléctrico que ha ocurrido en la zona, al llegar a un paso a nivel se detiene y empieza a sufrir una serie de fenómenos muy extraños, primero lo que parece un coche se le pone detrás, pero no es un coche, es una nave que sube por encima de su coche, y provoca el movimiento de los buzones, que se mueva la señal del paso a nivel de manera insistente, una luz que le ciega, todo en su coche se remueve, etc., después de quedarse a oscuras durante unos minutos ve alejarse a una nave y escuchar por la radio como hay problemas con mucha gente en todas partes.


Os dejo con la mítica escena.

lunes, 22 de diciembre de 2025

Escenas míticas del cine (CDLIX)

En el año 1987 Paul Verhoeven dirigió Robocop, que estaba ambientada en una sociedad futura del distópico Detroit y donde la empresa privada OCP (Omni Consumer Products Corporation) dirige la fuerza de policía. Nadie en su día vio venir este fenómeno, ni siquiera los que la acabarían convirtiendo en éxito, es decir, los propios espectadores. También hay que decir que el film se anunciaba en tráilers como un film violento de serie B, un derivado del género de drama policíaco más sucio de finales de los setenta y primeros ochenta, el eslogan era "Parte hombre. Parte Máquina. Todo Policía". Pero había una novedad, aparte de ser un giro refrescante e innovador, había sangre, mucha sangre, pero también tenía humor, era divertida, tenía sátira y era mordaz.
Alex J. Murphy, al que daba vida Peter Weller, era un agente de policía de Detroit, que es asesinado en acto de servicio. Para acabar con la delincuencia creciente en la ciudad, la autoridades aprueban la creación de una máquina letal, mitad robot, mitad hombre, a la que llaman Robocop y que para crearla utilizan el cuerpo de Murphy. El experimento desde el inicio parece un éxito, pero el policía, a pesar de estar muerto, conserva la memoria y se vengará de sus asesinos. Éstos, sin embargo, cuentan con el apoyo encubierto de individuos bien situados en la propia corporación que controla la policía.
En una escena mítica, Robocop irrumpe en la comisaría, haciendo ver a todos por el director ejecutivo de OCP Morton (Miguel Ferrer), que la modernidad ha llegado y Robocop es su estrella. En la sesión de tiro deja a todos alucinados por su precisión disparando, sobre todo a la que fue su compañera Ann Lewis (Nancy Allen).


Os dejo con la mítica escena.

domingo, 21 de diciembre de 2025

Sirât. Trance en el desierto (2025)

Por fin pude ver la película que ha sido elegida por España para representar a nuestro país en los Óscars como mejor película internacional, la road movie Sirât -Trance en el desierto. Esta odisea salvaje moderna es muy cierto que te deja impactado, al principio piensas que se va a basar todo en el asunto de las raves en el desierto y la verdad es que la cosa cambia y mucho, ese es digamos el vehículo a partir del cual se nutre la historia que se nos cuenta. Oliver Laxe, el director, no te deja indiferente y te propone un viaje por el desierto puro y duro y en unas condiciones que se van haciendo cada vez más duras en todos los sentidos. Se trata de un film de pulsión que te va atrapando y enganchando poco a poco, y eso que al principio del visionado me costó cogerle el punto y hasta estuve a punto de abandonarlo.


Se nos cuenta la historia de un hombre llamado Luis, al que da vida un genial Sergi López y su hijo Esteban (al que interpreta Bruno Nuñez Arjona) que llegan a una rave perdida en Marruecos. Aquí hago un paréntesis, esa colocación de los bafles para que suene la música se te queda grabado, por momentos me quiere recordar al concierto de Pink Floyd en Pompeya... piensa uno en su cabeza rockera, pero no, de repente tienes a cientos de locos por la electrónica totalmente ensimismados con lo que sale por esos altavoces gigantes. Padre e hijo entre esa marabunta electrónica reparten fotos de Mar, su hija y hermana, desaparecida hace meses en una de esas fiestas que no tienen amanecer y un tipo de libertad que les proporciona que les es completamente desconocida. Les preguntan en concreto a un grupo de raveros que dicen desconocer a Mar, y deciden seguirlos a una última fiesta hacia el Sur que también se celebrará en el desierto, también la última oportunidad de encontrar a Mar, aunque ellos avisan a Luis que el camino es difícil y su furgoneta puede que no aguante.


Es entonces cuando se monta la expedición en busca de una quimera y con todos los problemas que tendrán a lo largo del viaje, caminos escarpados, ríos que atravesar, etc., cosas que van superando poco a poco. Pero el film va cogiendo una tensión que es constante, en un crescendo que ya no parará y lo que es mejor muta en otra película que se maneja en terrenos más peligrosos, se podría decir incluso que tuviera dos partes porque la segunda es otra historia. La aridez de las montañas y el desierto en general, esas carreras por las ásperas planicies, son características constantes y podría parecer que hay un nexo de unión con el despliegue del gran George Miller en Mad Max, pero no, la historia vira y nos da un golpe de realidad tras otro, en un final de historia realmente devastador que te deja sobrecogido y francamente tocado.
Pero es en esta parte donde el director te deja imágenes impactantes a la luz de los focos de las camionetas y líneas de carretera intermitentes que te transportan a ese trance hipnótico que se rompe de la manera más inimaginable.


Todo es apocalíptico en el film, pero sin ciencia ficción, hasta cuando llega el ejercito marroquí y los desaloja de la rave inicial, dicen estar en estado de emergencia y se barrunta una tercera guerra mundial, da igual, ellos siguen a su rollo y su historia, ajenos a si el mundo se vuelve loco.

Os dejo con el tráiler del film.

sábado, 20 de diciembre de 2025

Escenas míticas del cine (CDLVIII)


James Mangold dirigió en 2019 este extraordinario biopic, Le Mans' 66 se tituló aquí, que tenía como gran virtud construir una gran película basada en dos pilares tremendos, como son las grandes actuaciones de Matt Damon y Christian Bale, además de reconstruir fielmente una de las rivalidades más fuertes de la historia de las carreras de coches, la que hubo entre Ford y Ferrari en los años 60, y que tuvo a la pista del circuito galo de Le Mans y su mítica prueba de las 24 horas como protagonista.
Ferrari llevaba años ganando esa mítica carrera, pero Enzo Ferrari tenía poca liquidez, por lo que Ford intenta comprar a la escuadra italiana, Enzo se niega y despide a sus emisarios, es entonces cuando Ford recluta a los mejores ingenieros, pilotos y mecánicos para hacer un coche que gane la mítica carrera.
Matt Damon encarna a Carroll Shelby, un tipo que fue piloto y ganó la mítica carrera, pero cuyos problemas de salud le obligaron a retirarse, a partir de ahí decide hacer coches y se convierte en un visionario automovilístico. Conseguirá, no sin reparos por parte de la empresa Ford, que su amigo y gran piloto, el británico Ken Miles, al que da vida Christian Bale, construya un coche desde cero para conseguir ganar esa carrera en Francia. Todo ese tipo de procesos son largos, y los resultados no suelen ser buenos al principio, pero la perseverancia de ambos y las gestiones de Shelby con Henry Ford II, hicieron que al final Miles llevara ese coche a competir de igual a igual con los Ferrari. 
Hay muchas veces que digo, que hay cintas excesivamente largas que con un recorte funcionarían mejor, aquí las dos horas y media están totalmente justificadas, ya que el proceso de construcción del bólido es la clave de todo, y por supuesto los riesgos que conlleva. Pero aparte, está la vida de Miles con su sufrida mujer y su hijo que le adora, y luego las personalidades digamos no muy simpáticas que había dentro de una gran empresa como Ford, donde su máximo responsable se rodeaba de personas poco llevaderas, por decirlo finamente.
Pero qué bien está centrado el film en la pasión que une a dos hombres como Shelby y Miles, que personalmente son bastante distintos y eso provoca roces, e incluso peleas.
En una escena mítica y dentro del proceso de evolución del bólido, Miles está pilotando en Daytona, y tienen la orden de Ford de no pasar de 6000 revoluciones, pero en un momento determinado Shelby muestra un cartelón a Miles dándole permiso para subir 1000 revoluciones más, con el riesgo que conlleva, el resultado final da la razón a Shelby y Miles.


Os dejo con la mítica escena.

domingo, 30 de noviembre de 2025

Escenas míticas del cine (CDLVII)


En 1995 Martin Scorsese realiza la que para mi es la segunda parte no oficial de Uno de los nuestros, ya que tanto Robert de Niro como Joe Pesci hacen personajes muy parecidos, sin embargo se incorpora la estupenda Sharon Stone y desaparece Ray Liotta. Destaca de manera increíble James Woods como secundario.
En 1973, en Las Vegas, Sam "Ace" Rothstein (Robert de Niro), un profesional de las apuestas y judío, es el eficaz director de un importante casino que pertenece a un grupo de mafiosos. Su misión es controlar que el negocio vaya bien, y que las ingentes cantidades de dinero lleguen a los grandes jefes como es habitual.
Las Vegas es lugar de millonarios, políticos, pero también de tahúres, prestamistas, pícaros, traficantes de drogas y matones. Es entonces cuando Nicky Santoro (Joe Pesci), al que sus jefes han dicho que cuide de Sam, llega a la ciudad con intención de quedarse. Pero claro, Nicky va creciendo, y aparte de tener la confianza de Sam, tiene sus trapicheos y va por libre, lo que le va creando sus enemistades, y que los grandes jefes desconfíen de él.


Otra escena mítica de este film, es cuando Sam conoce a Ginger, y como roba en el casino haciendo de amuleto de la suerte de jugadores que saben que le sisan fichas. La risa de ella acabará conquistando a Sam, pero también sabe qué tipo de mujer es ella... 

Os dejo con la mítica escena.

sábado, 29 de noviembre de 2025

F1: The movie (2025)

Joseph Kosinski dirige esta superproducción después de su espectacular Top Gun: Maverick que tanto impactó tres años atrás. Esta película cuenta con la presencia como productor del piloto Lewis Hamilton, y la participación de todos los pilotos del campeonato del mundo en el momento en el que se grabó, allá por 2023. Con una figura indiscutible como Brad Pitt como gancho e interpretando al veterano piloto Sonny Hayes, consigue atrapar por su buen ritmo y salir triunfante no sólo por la experiencia de un piloto con muchas tablas en la trama, si no también en el aspecto cinéfilo dando una tremenda consistencia a la cinta.


Obviamente esta película que está basada en la Fórmula 1 y en el campeonato del mundo de la especialidad, es fácil de entender, me refiero a su lenguaje, para aquello que amamos y seguimos el gran circo, pero ante todo es puro espectáculo, no es una cinta profunda ni que te vaya a sorprender ni mucho menos, aunque de hecho el guionista Ehren Kruger elige caminos tradicionales y hay ciertos matices o situaciones que se ven venir y ya sabes lo que va a pasar.
En el film se nos cuenta la historia de Sonny Hayes que fue un fenómeno prometedor de la Fórmula 1 en la década de los 90, donde se codeaba con gente como Prost, Senna o Mansell, hasta que un accidente muy grave en pista acabó casi con su carrera y le quitó todo lo que tenía. Treinta años después corre aquí y allá, un nómada del volante en las 24 horas de Daytona, Le Mans, o donde le convenza, pero disfrutando siempre. Su antiguo compañero de equipo Rubén Cervantes (Javier Bardem) le contacta y le ofrece una oportunidad única, correr en su equipo de Fórmula 1 muy en riesgo de desaparecer o quebrar, si no empiezan a obtener resultados. Rubén le convence y vuelve a la categoría reina, una última oportunidad para él también como piloto. Su compañero es el novato Joshua Pearce (Damson Idris), piloto estrella que quiere imponer su estilo y ritmo.


La rivalidad entre ambos es extrema y saltan chispas en las primeras carreras, Hayes parece que no juega en equipo, pero es todo lo contrario, de hecho el primer punto del equipo de Pearce es gracias a su trabajo sucio. Es cierto que el carisma de Brad Pitt es enorme y llena la pantalla, y sobre todo en la primera parte sale triunfador absoluto, sin embargo todo lo que rodea al piloto ya no está tan trabajado exceptuando a una gran Kerry Condon, que hace de Kate McKenna, la directora técnica del equipo y encargada de hacer mejoras en el coche, y que curiosamente es la que aporta humanidad, dentro de un mundo de muchos tecnicismos. Es Idris el que no me acaba de redondear, me parece que le falta algo para que su conflicto con Hayes sea más creíble.


Os dejo con el tráiler del film.

viernes, 28 de noviembre de 2025

Escenas míticas del cine (CDLVI)

Como decía ayer, e1997 James Cameron dirigió, produjo, hizo el guión y montó la superproducción Titanic, que ya había tenido años atrás dos films dedicados al mismo tema, primero fue El hundimiento del Titanic de 1953 dirigido por Jean Negulesco, siendo creo la más floja, y la segunda que fue, pienso, la mejor titulada La última noche del Titanic dirigida por Roy Baker en 1958, basada en el libro de Walter Lord, bastante más cercana a la realidad. Pero Cameron en 1997 rompió la baraja, ya que partió de un presupuesto que superaba los 200 millones de dólares, pero nos guste o no (y yo tardé mucho en ver este film porque su publicidad y marketing fueron escandalosos y me echaban para atrás) es una cinta muy importante en la historia del cine, sobre todo en el aspecto de la producción. Recuperó la inversión con creces ya que recaudó más de mil millones en total, fue innovadora en efectos especiales y ganó un total de once Oscars, que se dice pronto.
La idea le surgió a James Cameron cuando vio en la televisión un documental sobre el hundimiento del Titanic, ya que quedó impresionado por las historias que narraban los supervivientes. Decidió que esas historias debían llevarse a la gran pantalla, empezó a trabajar en el guión, pero teniendo en mente que no quería una película más sobre catástrofes, lo que realmente ansiaba era convertir el film en un gran espectáculo, y así lo hizo. 
El director se valió de un largo flashback para enseguida centrarse en la joven pareja protagonista interpretada por Jack (Leonardo DiCaprio) y Rose (Kate Winslet), como si fueran modernos amantes de Verona, incluyendo en la trama la desaparición de un diamante para dar algo de suspense. De hecho, una anécdota interesante del director, es que cuando tuvo que convencer a los productores para obtener la financiación, simplemente les enseñó un dibujo del Titanic  y les dijo: "trata del barco más Romeo y Julieta". 
Jack es un joven artista de clase baja, que gana en una partida de cartas un pasaje para viajar a América en el Titanic, el trasatlántico más grande y seguro jamás construido (o eso se publicitaba). A bordo conoce a Rose, una joven de buena familia y clase alta, venida a menos y que va a contraer un matrimonio de conveniencia con Cal (Billy Zane), un millonario engreído a quién solo le interesa el prestigioso apellido de su prometida. Jack y Rose, obviamente se enamoran, pero el prometido y la madre de ella Ruth (Frances Fisher) ponen todo tipo de trabas a su relación.


En una cena de la gente de primera clase, Jack es invitado, siendo presentado por Cal y recalcando que está en tercera clase, y que ayudó a su prometida, a lo que Jack cuenta como consiguió el pasaje ganando una partida de póker, y es preguntado por su dirección de residencia a lo que contesta que en ese momento su dirección es el propio Titanic. Jack, lógicamente por su clase social, está algo perdido con tanta cubertería, a lo que Molly Brown (Kathy Bates) le enseña que debe empezar por los cubiertos del exterior e ir hacia los del interior. Cuando van a servirle el caviar, le pregunta el camarero que cómo lo quiere, y dice que no quiere, que nunca le ha gustado...

Os dejo con la mítica escena.

jueves, 27 de noviembre de 2025

Escenas míticas del cine (CDLV)


En 1997 James Cameron dirigió, produjo, hizo el guión y montó la superproducción Titanic, que ya había tenido años atrás dos films dedicados al mismo tema, primero fue El hundimiento del Titanic de 1953 dirigido por Jean Negulesco, siendo creo la más floja, y la segunda que fue, pienso, la mejor titulada La última noche del Titanic dirigida por Roy Baker en 1958, basada en el libro de Walter Lord, bastante más cercana a la realidad. Pero Cameron en 1997 rompió la baraja, ya que partió de un presupuesto que superaba los 200 millones de dólares, pero nos guste o no (y yo tardé mucho en ver este film porque su publicidad y marketing fueron escandalosos y me echaban para atrás) es una cinta muy importante en la historia del cine, sobre todo en el aspecto de la producción. Recuperó la inversión con creces ya que recaudó más de mil millones en total, fue innovadora en efectos especiales y ganó un total de once Oscars, que se dice pronto.
La idea le surgió a James Cameron cuando vio en la televisión un documental sobre el hundimiento del Titanic, ya que quedó impresionado por las historias que narraban los supervivientes. Decidió que esas historias debían llevarse a la gran pantalla, empezó a trabajar en el guión, pero teniendo en mente que no quería una película más sobre catástrofes, lo que realmente ansiaba era convertir el film en un gran espectáculo, y así lo hizo. 


El director se valió de un largo flashback para enseguida centrarse en la joven pareja protagonista interpretada por Jack (Leonardo DiCaprio) y Rose (Kate Winslet), como si fueran modernos amantes de Verona, incluyendo en la trama la desaparición de un diamante para dar algo de suspense. De hecho, una anécdota interesante del director, es que cuando tuvo que convencer a los productores para obtener la financiación, simplemente les enseñó un dibujo del Titanic  y les dijo: "trata del barco más Romeo y Julieta". 
Jack es un joven artista de clase baja, que gana en una partida de cartas un pasaje para viajar a América en el Titanic, el trasatlántico más grande y seguro jamás construido (o eso se publicitaba). A bordo conoce a Rose, una joven de buena familia y clase alta, venida a menos y que va a contraer un matrimonio de conveniencia con Cal (Billy Zane), un millonario engreído a quién solo le interesa el prestigioso apellido de su prometida. Jack y Rose, obviamente se enamoran, pero el prometido y la madre de ella Ruth (Frances Fisher) ponen todo tipo de trabas a su relación.
En medio de todo el embrollo el gigantesco y lujoso transatlántico se aproxima a un iceberg enorme, con el que inevitablemente van a chocar, esa escena al principio de la película sigue impactando, ya que los daños que sufre el buque al impactar con el bloque de hielo gigante resultan ser fatales e irreparables, la cara del primer oficial Murdoch (Ewan Stewart) es un poema.


Os dejo con la mítica escena.

martes, 25 de noviembre de 2025

Escenas míticas del cine (CDLIV)

En el año 2013 Richard Curtis, uno de los grandes nombres del cine y televisión británicos (suyo es el guión de 4 bodas y un funeral por ejemplo, y a partir de ahí se especializó en comedias románticas), dirige Una cuestión de tiempo, donde se nos cuenta que Tim Lake al que da vida Domhnall Gleeson, es un joven de 21 años recién cumplidos, que crece en una casa solariega de Cornualles rodeado de una excéntrica familia y que descubre que puede viajar en el tiempo. El que se lo dice y transmite es su padre, al que da vida Bill Nighy, que le cuenta que todos los hombres de la familia han tenido desde siempre ese don, el de ir hacia atrás en el tiempo a un momento determinado, una y otra vez, hasta conseguir hacer "lo correcto". 
El momento exacto en que el padre se lo cuenta a su hijo, es una escena mítica, ya que el padre al decírselo no sabe exactamente como explicarle a su hijo esa curiosidad, aunque le va preparando, pero le dice que se meta en un sitio oscuro, apriete los puños y piense donde quiere ir y allí se trasladará, pero siempre al pasado, no al futuro, aunque no podrá matar a Hitler ni tirarse a Elena de Troya...
Posteriormente Tim lo prueba y es tal y como le dijo su padre, cosa que utilizará para conquistar a Mary (Rachel McAdams), la chica de sus sueños.


Os dejo con la mítica escena.

lunes, 24 de noviembre de 2025

Escenas míticas del cine (CDLIII)


Que los biopics están de moda hace tiempo es algo evidente, pero lo que aún está más en el candelero es mezclar una supuesta biografía con la política, con lo que ello conlleva y además mezclando ficción con la no ficción, y la realidad con una soñada.
Adam Mckay es el director de este gran relato estrenado en 2018, en el que desde el primer momento demuestra su maestría con frases, tonos y mensajes, todo ellos aderezado con un sentido del humor constante, bastante burdo a veces, aunque en el fondo amargo, que consigue que estés empatizando con las bromas de personajes que resultan ser bastante patéticos, odiosos y poco recomendables.
La película, titulada aquí como El vicio del poder, nos cuenta como Dick Cheney, interpretado por un soberbio Christian Bale, era un zoquete borracho y bastante bronco en sus años jóvenes, lo que le provocaba constantes irritaciones de la que sería su mujer, Lynne Cheney, a la que da vida una magnífica Amy Adams. El plantel de actores, incluidos los cameos, es de un nivel superlativo, y querría destacar en este sentido a Sam Rockwell, que borda literalmente a George W. Bush. Steve Carell como Donald Rumsfeld también está soberbio.
Si que es cierto, que en varios momentos de la película se sale del biopic y se mete en el documental, pero sin maldad y para reflejar hechos concretos de importancia.
En lo que esta cinta está soberbia es en dar unas pinceladas sobre nuestra historia más reciente, siendo bastante mordaz y posicionándose claramente, pero con una capacidad de crítica que realmente nos incluye a todos. Aunque el film se centra en el ascenso de esa calamidad humana que era Dick Cheney, además de reflejar en todos los gabinetes en los que estuvo y las decisiones tan importantes que tomó, y su postura siempre polémica, sobre todo en la Guerra de Irak.
En una escena mítica están de cena Cheney, Donald Rumsfeld (Steve Carell), Paul Wolfowitz (Eddie Marsan) y David Addington (Don McManus), el equipo del vicepresidente, cuya catadura moral dejaba bastante que desear. Alfred Molina es el camarero que les presenta el menú dividido en títulos que reflejan exactamente el comportamiento del gobierno, que incluso en uno de ellos consigue la exclamación satisfactoria de Rumsfeld, cuando dice: "A los sospechosos se les secuestra sin dejar pruebas en suelo extranjero y se les lleva a cárceles de países donde practican la tortura..." recordando a todos la teoría del poder ejecutivo individual, que ellos aplicaban mucho. 


Os dejo con la mítica escena.

domingo, 23 de noviembre de 2025

Escenas míticas del cine (CDLII)

En el año 2009 Tony Scott dirigió Asalto al tren Pelham 123, remake de la realizada en 1974 por Joseph Sargent con un impecable guión de Peter Stone, que tiene la novela de John Godey como base. Aquí en 2009 el guionista fue Brian Helgeland que reinventa la historia, la adapta a los tiempos modernos y nos sirve una cinta llena de espectáculo, aunque a distancia de la antigua, donde Walter Matthau hacía el papel de Denzel Washington y Robert Shaw el de Travolta.
Aquí Walter Garber, al que da vida Denzel Washington, es el supervisor del metro de Nueva York, que tiene que afrontar el caos provocado por el secuestro de un vagón por una banda armada, cuyo cabecilla es Ryder (John Travolta). La banda amenaza con ir ejecutando a los pasajeros que tienen de rehenes si, en el plazo de una hora, no se les paga un alto rescate. Garber utiliza sus conocimientos del sistema subterráneo para intentar burlar a Ryder y salvar a los rehenes, pero Garber debe resolver otro enigma, el de en el caso de que los criminales obtuvieran el dinero, ¿cómo conseguirían escapar?
En una escena mítica Ryder exige que Garber sea su interlocutor, ya que es mandado a casa cuando llega el inspector de policía Camonetti (John Turturro) que se pone el mando. Es tal el cabreo de Ryder que amenaza con matar al maquinista si Garber no vuelve, y lo lleva a cabo.


Os dejo con la mítica escena.

viernes, 21 de noviembre de 2025

Mejores escenas cómicas del cine (CXVIII)

En 1993 Chris Columbus dirige Señora Doubtfire, Papá de por vida, comedia relativa a la separación de un matrimonio compuesto por Daniel Hillard (al que da vida Robin Williams) y Miranda Hillard (Sally Field), aunque los tres hijos de ellos consideran a su padre el mejor y están muy unidos a él. Ella está cansada de que se comporte como un niño y pide el divorcio. El juez le concede la custodia a ella, y él solo puede verles un día a la semana, por lo que él decide con una gran treta hacerse pasar por una señora mayor que hará de canguro de sus propios hijos, la manera más ingeniosa de seguir viéndolos. 
En una escena cómica tremenda, una vez hecha la entrevista con su ex-mujer y presentarse por teléfono como la Sra. Doubtfire (Ve Doubt Fire en un recorte de periódico y se lo inventa), Daniel necesita vestirse de arriba a abajo como el personaje que ha creado y recurre a su hermano gay, Frank Hillard (Harvey Fierstein), que le propone diferentes máscaras, diferentes maquillajes, hasta que acaba encontrando el personaje que le cuadra.


Os dejo con la cómica escena.

jueves, 20 de noviembre de 2025

Mejores escenas cómicas del cine (CXVII)

Álex de la Iglesia dirige quizás su película más redonda en el año 2000, La comunidad. En ella nos cuenta como Julia, a la que da vida una espléndida Carmen Maura, que es una mujer madura que trabaja en una agencia inmobiliaria, mientras su marido un competente Jesús Bonilla pierde más trabajos de los que pilla, se encuentra con 300 millones de pesetas escondidos en un piso donde su dueño murió. A continuación se traslada al apartamento de arriba y esconde el dinero, pero tiene que enfrentarse a una desquiciada comunidad de vecinos encabezada por Emilio (Emilio Gutiérrez Caba) que hará todo lo posible para retenerla y quedarse con la fortuna. La envidia y la avaricia, algo muy humano, es el verdadero leit-motiv. En esta película están reflejados muchos problemas que estaban de moda como el desempleo, la crisis, la dudas existenciales de la mediana edad, etc., y como es habitual el director cuela sus frikadas, que tiene aquí como protagonista a Charly (Eduardo Antuña) y sus disfraces de Darth Vader.
En una escena cómica de las muchas del film, Julia llega a casa y ve como un vecino García (Eduardo Gómez) está manipulando la cerradura de su vivienda, y le dice a ella que le estaba quitando silicona de un intento de forzar la cerradura. Ella entra en la casa y se pone a meter los fajos de billetes en una maleta, pero le llaman por teléfono de la agencia diciendo que dos personas (Mariví Bilbao y Silvia Casanova) van a ver el piso justo en ese momento, a ella le entran las prisas cuando empiezan a llamar, guarda la maleta y las recibe. Como se las quiere quitar de el medio, las acaba llamando momias lesbianas y las despide abruptamente.


Os dejo con la cómica escena.

miércoles, 19 de noviembre de 2025

Escenas míticas del cine (CDLI)


En el año 1969 George Roy Hill dirige Dos hombres y un destino (Butch Cassidy and Sundance Kid en inglés). Paul Newman es Butch Cassidy y Robert Redford es Sundance Kid, líderes de un grupo de pistoleros y asaltantes de Wyoming que no matan a sus víctimas, son pistoleros románticos. Butch es quien organiza, y Sundance el hombre de acción. Pero les pilla la civilización del Oeste, los tiempos están cambiando que diría Dylan y cuando asaltan un tren, los dos empiezan a ser perseguidos por un pelotón de hombres. 
Sin ser un film perfecto, es uno de los títulos míticos por excelencia, no sólo dentro del género del western, sino del cine en general. Una de las películas más recordadas y queridas por sus dos estrellas principales, Newman y Redford, declarando el primero en alguna ocasión que fue el rodaje más divertido en el que había participado.
En una escena mítica, de las muchas que tiene, dentro de la banda de Butch hay disidentes, y cuando llegan a su lugar de reunión habla con News Carver (Timothy Scott) que le dice que están planeando el asalto del Flyer, pero Butch quiere atracar bancos, a lo que Harvey Logan (Ted Cassidy) dice que el objetivo es el Flyer haciendo ver que ahora es el jefe de la banda él y no Butch, es decir, un motín. La cosa acaba en un duelo, que dura segundos cuando Butch le pega una patada en los huevos a Logan y luego un puñetazo enorme de remate.


Os dejo con la mítica escena.

viernes, 31 de octubre de 2025

Escenas míticas del cine (CDL)


Randall Wallace, guionista de Braveheart de Mel Gibson en 1995, dio el salto a la dirección en 1998 con una ópera prima titulada El hombre de la máscara de hierro, basada en la novela de Alejandro Dumas y que sin quererlo se convirtió en una continuación de Los Tres Mosqueteros de Stephen Herek de 1993. Brillante al igual que aquella en su reparto, pero con la diferencia de cambiar a los jóvenes de aquella por cuatro pesos pesados que se roban el protagonismo como quieren y que se enfrentan a un Leonardo DiCaprio que se apunta a hacer un doble papel de hermanos opuestos.
El tiránico Luis XIV, al que da vida Leonardo DiCaprio, sume a Francia en la miseria más absoluta, mientras que D'Artagnan (Gabriel Byrne) sigue cumpliendo con su trabajo como mosquetero, sus tres ex-compañeros Aramis (Jeremy Irons), Athos (John Malkovich) y Porthos (Gérard Depardieu) planean un golpe para salvar el país del rey, liberar al Hombre de la Máscara de Hierro, un preso que resulta ser Phillipe, hermano gemelo del rey, para reemplazar a uno por otro. El rey es un déspota que vive para llevarse a la cama a las chicas de la corte y destrozar cuantas vidas se topan con él. Pero los tres mosqueteros en 1662 viven a su aire, Porthos es un mujeriego, Aramis es sacerdote y Athos sólo se preocupa por su hijo. 
En una escena mítica, de repente D'Artagnan le pide a Aramis que acuda en presencia del rey, su majestad le pide que mate al líder secreto de los jesuitas, porque se le oponen. Mientras tanto en París la población se muere de hambre, algo que el consejero del rey (Hugh Laurie) recuerda al monarca, pero justo en ese instante aparece Aramis...


Os dejo con la mítica escena.

jueves, 30 de octubre de 2025

Escenas míticas del cine (CDXLIX)

En el año 2020 Leigh Whannell (que hizo Saw en 2004) dirige El hombre invisible, cinta basada en la mítica novela de H. G. Wells de 1897 (autor también de novelas como La máquina del tiempo, o La guerra de los mundos), de la cual ya habían sido adaptadas a la gran pantalla diversos trabajos como el de James Whale en 1933, encarnando Claude Rains al maníaco protagonista. Este film tuvo mucho éxito, así Universal recicló años después el concepto en una cadena de secuelas cuyo título daba idea de la decreciente calidad y escasez de ideas como "El regreso del hombre invisible" (1940), "La mujer invisible" (1940), "El agente invisible" (1942) o "La venganza del hombre invisible" (1944), antes de rematar con la inevitable "Abbot y Costello contra el hombre invisible" (1951). Ya después vinieron otras versiones más o menos fieles con la obra original, una turca de 1955, otra rusa de 1984 y en ese mismo año una adaptación de la BBC como miniserie de televisión de seis capítulos, ambientada en la época de la novela, y que es la más respetuosa con el texto original. En los 80 y 90 hubo cierta degeneración en carnaza para serie B del tema del hombre invisible, aunque de esa época me gusta rescatar el film "El hombre sin sombra"(2000) de Paul Verhoeven donde el papel principal era para Kevin Bacon.
En esta cinta del año 2020 Cecilia Kass, a la que da vida Elisabeth Moss, escapa de la casa de su novio, Adrian Griffin, al que encarna Oliver Jackson-Cohen, que es un ingeniero millonario especializado en óptica, que ha estado maltratándola psicológicamente, y ejerciendo sobre ella un control obsesivo. Asustada, ella se esconde en el hogar de un amigo policía, James Lanier, al que da vida Aldis Hodge, y semanas después recibe la noticia de que su ex-novio se ha suicidado. Sin embargo, su cordura se empieza a tambalear cuando empieza a tener la certeza de que en realidad sigue vivo. El hermano de su ex-novio, Tom (Michael Dorman), es el abogado que gestiona su testamento y le comunica que le ha legado a ella una fortuna de cinco millones de dólares. En vida siempre él le prometió que la acecharía, aunque fuera de manera invisible y ella empieza a sentirse vigilada, acosada, lo que carcome su vida y alienándola con la gente que la rodea que piensan que sufre un trastorno mental. La interpretación de Elisabeth Moss está a una gran altura, la verdad.
De la novela original, si tenemos al científico apellidado Griffin que crea un sistema para volverse invisible, la fórmula química de la novela de Wells es aquí sustituida por un traje de alta tecnología que refleja la luz, y eso sí, a semejanza de la novela, el tipo es un individuo mentalmente inestable.


En una escena que se ha convertido en mítica Cecilia entra al laboratorio donde ve una cámara que la graba y se ve en una pantalla, de repente un mecanismo se activa y el aparato que hay allí empieza a construir una figura, que es un traje de altísima tecnología que refleja la luz, ante lo que ella asiste alucinada.

Os dejo con la mítica escena.

miércoles, 29 de octubre de 2025

Bandas sonoras míticas del cine (CCX)

Como decía ayer, en 1977 Steven Spielberg dirige Encuentros en la tercera fase, cinta de ciencia ficción dentro de una década como los 70 donde este tipo de cine tuvo un renacimiento, y diría que hasta una reinvención. No sólo se trataba del aspecto visual, que recibió un gran empuje gracias al desarrollo de nuevos efectos especiales por parte de la industria Light and Magic de George Lucas, tampoco del sonido, aunque éste entró en una nueva dimensión gracias a los efectos creados por especialistas como Walter Murch o la música compuesta por gente como John Williams, que reemplazaron las piezas electrónicas por partituras con aproximación neoclásica, todo cambió, tanto en la forma de realizar las películas como en el modo en que eran promocionadas y vendidas.
Steven Spielberg, fue, sin embargo, un visionario muy alejado del resto de directores que hoy día se limitan a copiar los mismos clichés que él y el resto de su quinta de jóvenes talentos inventaron en los 70 como Scorsese o Coppola. Hay que decir que a este director siempre se le relaciona con éxitos comerciales, cine de entretenimiento y exitoso, pero tal vez debido a ese aura, parece haberle costado demostrar que muchas de sus películas más comerciales están cerca de otras corrientes cinematográficas.
En la historia se nos cuenta como una noche, cerca de su casa en Indiana, Roy Neary, al que da vida Richard Dreyfuss, observa en el cielo unos misteriosos objetos voladores. A partir de ahí, vive totalmente obsesionado por comprender lo que ha visto, lo que le aleja y distancia de su esposa Ronnie (Teri Garr, a la que conocimos muchos en el Jovencito Frankesntein). Pero él encuentra apoyo en una mujer que también ha sido testigo de los mismos hechos, y juntos intentan encontrar una respuesta al misterio que ha alterado considerablemente sus vidas. Al mismo tiempo, un gran grupo de científicos internacionales comienza a investigar las apariciones de ovnis y otros extraños fenómenos en la zona. Además todos los personajes del film parten hacia un punto clave donde cada uno de ellos encuentra lo que busca, es el Monte del Diablo, que realmente está en Dakota del Sur, y que desde el estreno de el trabajo es lugar de peregrinación continuo y mundial.
John Williams se encargó de la banda sonora y compuso más de trescientas variaciones del tema de cinco notas que se utiliza para poder comunicarse con los seres extraterrestres, en una escena absolutamente mítica. Del resto de temas me quedo hoy con The mountain.


Os dejo con The mountain.