Como decía días atrás, en el año 1973, el director George Roy Hill dirige "The Sting", El Golpe, una obra maestra atemporal del cine con dos actores en estado de gracia como Paul Newman (Henry Gondorff) y Robert Redford (Johnny Hooker) a los que daba una réplica bestial Robert Shaw en el papel del mafioso y gángster Doyle Lonegan. La unión de los timadores Gondorff y Hooker para vengar la muerte de un compañero, viejo amigo de ambos, mandado matar por Lonegan, hace de la cinta una maravilla absoluta con escenas imborrables.
Redford y Newman ya habían trabajado años atrás en Dos Hombres y un destino y aquí vuelven a destilar una química muy especial entre ambos. Mucha culpa del éxito del film la tenía un guión soberbio de David S. Ward (daba giros de 180º en cada secuencia) que dio pie a una de las grandes películas de la historia, ya que El golpe pertenece a ese distinguido y escaso club de obras que tras su visionado nos quedamos absolutamente perplejos, pero a la vez con una sonrisa de oreja a oreja por haber visto tal peliculón.
Una de las escenas más míticas desde mi punto de vista es en la que la trama se pone en escena, y es cuando el mafioso Lonegan cae en la trampa y apuesta medio millón de dólares a un caballo, aunque al principio el agente de la taquilla (miembro de la banda de Gondorf) se hace el acongojado cuando Lonegan le planta el dinero en un maletín, a lo que ipso facto llama a su jefe para ver si acepta tal apuesta, al que en principio hace ver que no quiere dando como excusa que ya es tarde para los corredores de apuestas, a lo que el mafioso le contesta que no tiene bemoles, la respuesta de Gondorf es aceptar la apuesta, con lo que ese medio millón de dólares ya está volando hacia el bolsillo de la banda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario