lunes, 27 de julio de 2020

Escenas míticas del cine (CXLI)


En 1949 William Wyler dirige La Heredera, basada en la novela Washington Square de Henry James. La historia se desarrolla en 1849 en New York, donde Catherine Sloper (Olivia de Havilland), es una rica heredera, tímida, algo inocente, poco agraciada y no muy joven, que es pretendida por un apuesto joven llamado Morris Townsen (Montgomery Clift). Ella se enamora de él apasionadamente, pero su padre muy reticente, cree que Townsen solo busca el dinero de su hija. El padre se opondrá a la boda con la amenaza de desheredarla.
La cinta hace confluir y a la vez crear confusión acerca del egoísmo con la protección, la manipulación con la traición o la venganza con la determinación, en un progreso extraordinario de personaje vilipendiado y que busca dignidad. Una película donde el director maneja excepcionalmente la tensión psicológica, sin llegar a la histeria.
Olivia de Havilland recibió el Oscar por esta interpretación, el segundo después de La vida íntima de Julia Norris tres años antes.
Sirva de homenaje a la actriz esta entrada, que falleció ayer a los 104 años en París, la última del Hollywood de oro.


Os dejo con una escena del film realmente gloriosa, en la que él le pide que le escuche y ella que ha cambiado bastante de la ingenua inicial, está muy madura y cruel.

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