sábado, 5 de enero de 2019

Juliet, Naked (2018)


Jesse Peretz dirige esta adaptación del libro de Nick Hornby, al que conocimos en su día por ejemplo por Alta Fidelidad, aunque esta en concreto la escribió en 2009 y ha dado el salto a la pantalla grande ahora. En ella Annie (Rose Byrne) y Duncan (Chris O'Dowd) es una pareja que lleva ya unos quince años juntos y entran en esa época peligrosa de los cuarenta, donde todo empieza a cambiar. Ellos llevan una vida tranquila, pero a ella le preocupa y mucho el paso del tiempo sin novedades, sin tener hijos que cambie sus vidas, etc., Duncan si embargo es fanático de Tucker Crowe (Ethan Hawke), un músico norteamericano que tras publicar su exitoso primer disco Juliet, desapareció.


Esta pareja vive en un pueblo de Inglaterra, mientras ella trabaja preparando una exposición sobre el año 1964, y él, que es profesor, tiene una habitación exclusivamente decorada con pósters, y discos de su ídolo. Todo cambia a partir de un sobre que reciben y que ella abre primero, se trata de unas maquetas de aquel disco, y que haría las delicias de cualquier fan. Eso provoca una discusión, pero es un punto a partir del cual todo cambiará. Ella hace una reseña en el grupo de fans por internet, que gusta al propio Tucker, quien empieza a hablar con Annie. Será cuando Duncan meta un patinazo, cuando provoque que haya un cruce en las vidas de los tres.


La directora intenta reflejar la amargura de la protagonista, pero todo es amable y no resulta ni violento ni grotesco, aunque a veces cae en situaciones algo patosas o patéticas, pero ahí es donde el humor las salva. En todo el film hay toques o resortes humorísticos, que en todo momento hace que el espectador no se aburra y todo transcurra de una manera bastante agradable. Realmente los actores, el trío protagonista, es el que hace que la película salga a flote, los tres están espléndidos.


Sí que es cierto, que la película no intenta dar la sensación en ningún momento de final feliz, la desastrosa vida del músico queda perfectamente reflejada y esa parte está muy bien tratada, ya que todos sus deslices amorosos dejaron hijos en el camino, y con algunos de ellos ni tiene relación. Un problema de salud, hará que vea a muchos de ellos juntos, pero su afán por pedir perdón y reconducir situaciones erróneas del pasado casi se le vuelven en contra, hay una moraleja moral bastante importante ahí.


Una película que se queda en la superficie en algunos momentos, aunque su ligereza hace que pases un buen rato en la butaca.

Os dejo con el tráiler.

2 comentarios:

  1. Me apetece ver esta película.
    Un saludo

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    Respuestas
    1. Victor: Amigo pues pasarás un rato agradable, y te vas a reír bastante.

      Saludos.

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