Alberto Martínez dirige este corto sobre uno de los temas de transporte que más en boga están, aparte de la guerra entre taxis, uber y cabify. Se trata de los Bla Bla car, esos coches que se alquilan para realizar viajes y que comparten varias personas.
En este caso concreto se trata de cinco personas de diferente pelaje ideológico, profesiones y edades, que viajan en el mismo coche incluido el conductor Chema (Mauro Muñiz). En las normas de el alquiler está que no se realizan paradas, pero todo se empieza a complicar cuando a la señora Merce (Mara Caballero) le entran ganas de mear, cosas que a sus compañeros de asiento por diferentes razones les parece inconcebible... El toque cañí del corto no tiene precio.
¿Se podrían hacer paralelismos con la realidad política de nuestro país?
Os dejo con Blabla.cat, gran corto.
Que tal Savoy!
ResponderEliminarMe ha parecido muy bueno el corto, si señor!!! Desde luego han sabido representar con una ficción la situación politica en la que nos encontramos, ya no entro en valoraciones que creo que estamos un poco sobrepasados con el tema.
Por cierto, el sistema este del bla bla car lo usaban mucho mi hijo y su chica cuando venian aqui y volvian para Madrid, a modo de anecdotas, en una ocasión les toco una chica que comia pipas y les dejo el coche hecho un asco, otra vez un tipo con un pajara en una jaula, me dijo que acabaron muy agobiados con el dichoso pio pio...jajajaja Tambien hubo una vez en que un pasajero les contagio un catarro.
Ah, se me olvido de mencionar en la anterior entrada que esa interpretación que hacia Benicio Del Toro de Pablo Escobar en Paraiso Perdido es magnifica, con el doblaje se cargaron el acojone que te metia con la voz.
Venga, saludos!
Fran: Qué tal amigo!
EliminarPues si me pareció un corto excelente y ojo que no solamente está el paralelismo con el tema político que se denota claramente, sino como bien dices el rollo de los Bla Bla Car, que si los eliges te puedes encontrar unos personajes de mucho cuidado, con tal de ahorrar unas perrillas te metes en unos saraos muy gordos con gente que no empatizas. Al final te das cuenta que por unos pocos euros más la comodidad y la tranquilidad de uno mismo con tus propias historias no tiene precio.
Si, tienes razón, Benicio del Toro lo bordaba.
Saludos.