Se van acercando las fechas próximas a los premios Óscar, que este año serán un poco más tarde de lo habitual, a primeros de marzo, y van saliendo películas a la cartelera que se postulan para dichos premios, y una de ellas es El Instante más oscuro, film dirigido por Joe Wright, que se centra en los acontecimientos que suceden en mayo de 1940, cuando Winston Churchill se convierte en primer ministro británico. Neville Chamberlain (interpretado por Ronald Pickup) pierde el apoyo de la cámara incluso dentro de su partido, el conservador y es reemplazado por Churchill, no sin oposiciones, ya que nadie de su propio partido quería que fuera elegido. A Winston Churchill lo interpreta un espléndido Gary Oldman, en una actuación que o mucho me equivoco o le lanza a la carrera para una estatuilla.
En mi lista de mejores películas del año pasado alcanzó el número 1 Dunkerke, de Christopher Nolan, pues bien, éste film podría ser perfectamente la Cara B o el otro punto de vista de aquella, casi como lo que hizo Clint Eastwood con Banderas de Nuestros Padres y Cartas desde Iwo Jima. Eso pasa, porque lo que aquí se cuenta es todo lo que sucede en Gran Bretaña, en los momentos durísimos que vive Europa por el ataque alemán en la Segunda Guerra Mundial que va conquistando hacia el sur a velocidad de vértigo, cayendo Polonia, Bélgica, Holanda, Francia y amenazando con invadir Inglaterra, pero haciendo referencias constantes a la situación de más de 300.000 soldados atrapados en las playas de Dunkerke, a la que se veían empujados por el avance nazi. Son momentos muy difíciles, duros y cruciales, en los que se tomarían decisiones decisivas para el futuro de Europa, en un momento en el que recordemos, Estados Unidos y Japón todavía no han entrado en Guerra.
El director nos muestra en la primera parte del film a un personaje sin duda distinto, un tipo que bebe a todas horas del día, fuma puros y no es precisamente un ejemplo de vida sana, que trata con bastante dureza a la secretaria Elisabeth Layton (interpretada muy bien por Lily James) que le escribe los textos, y demás matices que Oldman se encarga de ensalzar en su interpretación, que no busca el aplauso fácil desde luego, pero será el propio film el que vaya moldeando eso, centrándose en la relación que tiene con su secretaria antes mencionada y con su mujer Clemmie (Kristin Scott Thomas) quien le apoya constantemente a pesar de sus vaivenes emocionales en tan complicados momentos.
A Churchill se le pondrá en una encrucijada, explorar la posibilidad de un tratado de paz con Alemania o ser fiel a sus ideales y luchar por la liberación de Europa sin rendirse. Pero hay varios momentos clave, en su primer discurso a la nación dibuja un escenario de esperanza cuando es completamente distinto a la realidad, a lo que el Rey Jorge VI (interpretado por un magnífico Ben Mendelsohn) le espetó que dijese la verdad al pueblo, que no mintiese por lo que a partir de ahí él decide para tomar decisiones, escuchar al pueblo llano y por ejemplo se mete en el metro, cosa que no solía hacer, y le apoyarán en su idea de luchar y no rendirse jamás ante el tirano Hitler.
Lo importante del retrato de este gran personaje histórico, es que se detallan tanto sus virtudes como sus defectos, su lado más tosco y quizás antipático y también su valentía para hacer discursos en la Cámara de los Comunes, tener conversaciones con el Rey e incluso convencer a todo su gabinete, de que luchar y apelar al coraje eran la mejor solución, hasta conseguir el apoyo unánime.
En cuanto al desarrollo de los hechos históricos, aquí se ve el reverso de la moneda, mientras en Dunkerke se vio todo lo que iba pasando en las playas de aquella ciudad y se esperaba ayuda de fuera, aquí Winston Churchill será el encargado de tomar una decisión que ayudaría de manera increíble a los soldados allí oprimidos, el envío de embarcaciones civiles que llegaron no sin dificultades para ayudar en todo lo que pudieron, que fue mucho, ya que su petición de ayuda a los americanos no había surtido ningún efecto, fue una idea y decisión suya.
En definitiva una película necesaria que se mueve entre el drama y en momentos tira hacia el thriller, pero que también refleja la angustia de aquellos tiempos, y la agonía de un cargo que sufre el protagonista, en momentos tan llenos de inquietud.
Os dejo con el tráiler.
Que tal!
ResponderEliminarTodo lo que he leído y oído no son mas que alabanzas hacia la película. Ya en el trailer se ve que es de una factura perfecta. Al mismo tiempo que se ha estrenado la película han comenzado a salir diversos artículos sobre digamos la cara B de este importante personaje de la historia del siglo pasado. Personalmente creo que no debemos juzgar con criterios actuales hechos acaecidos en aquel tiempo.
Soy muy de ver el cine en versión original (de hecho así es como le veo, excepto alguna en pantalla grande que solo emiten doblada) y esta creo que es una de esas películas en las que el trabajo del actor y su voz juegan un papel muy importante.
Seguro que lo sabes pero por si acaso aquí te dejo el dato, Supertramp incluyo unas de las famosas frases de discurso de Churchill a la población en su conocido tema Fool's Overture, la canción es super conocida, la voz de Churchill aparece a partir del minuto 2.30, aqui te dejo un enlace: https://www.youtube.com/watch?v=6aWDxuhD0FI
Un saludo y hasta la proxima!
Fran: Hola amigo, pues si, la factura de la película es impecable, está muy bien hecha y todo muy bien medido.
EliminarWinston Churchill queramos o no es un personaje histórico crucial, y de hecho era bastante criticado en su época, pero como digo en la reseña se muestran ambos lados de la persona, el más tosco y el más humano.
Si, claro, en mi blog de música (My Kingdom for a Melody) hablé hace un par de días de Supertramp, aunque de un tema del Crime of the century, el que tu dices es del álbum Even in the Quietest Moments de 1977, el tema que cerraba el disco y que abre con el tramo del discurso de Churchill del 4 de junio de 1940 en el que dijo en la Cámara de los Comunes aquello de "never surrender".
Saludos.