Como he comentado hace escasos minutos Sidney Lumet dirige la adaptación de la novela de Agatha Christie, Asesinato en el Orient Express en 1974, y tiene un reparto a su disposición, bajo mi punto de vista sublime, y aunque la que recibió el Oscar fue Ingrid Bergman, a mi hay una actriz que siempre me cautivó, por su nivelazo en la actuación, esa era Lauren Bacall, mujer fatal donde las haya (glamour del viejo Hollywood), y en el papel de éste film aún más, y es cuando ves a la gran Michelle Pfeiffer en el nuevo remake de Kenneth Branagh cuando es inevitable comparar ya que ambos son el mismo papel, y ojo, miren que adoro a la Pfeiffer, pero señoras y señoras, la Bacall... era mucha Lauren...
En una escena mítica donde Hercule Poirot interpretado por un imponente Albert Finney la interroga de manera bestial, y ella saca todo su arsenal. Ese momento en el que ella, con suma habilidad, quiere enseñarle una pequeña prueba al detective y esparce todo el bolso en la mesa... y no le va a la zaga Finney cuando le dice al final "gracias por representar tan bien su papel". Es una escena SUBLIME.
Os dejo con la mítica escena.
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