Sofia Coppola dirige este remake de El Seductor, basado en la novela de Thomas Cullinam, que en 1971 dirigiese Don Siegel y cuyos protagonistas eran Clint Eastwood y Geraldine Page. 46 años después la hija de Francis Ford Coppola ha logrado hacer un buen film, su sexto hasta la fecha, y ha conformado una cinta que teniendo un ritmo algo lento, es compacta y no tiene desbarres. La ambientación es la adecuada a partir de pocos elementos, pero muy bien escogidos, para dar a entender su idea de la película, a la que los actores y actrices colaboran en gran medida.
Los hechos se desarrollan en 1864, durante el tercer año de la Guerra de Secesión americana, en la que cae herido un soldado de la Unión, John McBurney (Colin Farrell) que va a parar a una escuela femenina de Virginia, donde sólo viven mujeres. Primero le cura la dueña, Martha (una espléndida Nicole Kidman), y como era de esperar, todas las demás niñas y mujeres dan sus mejores atenciones al convaleciente, cuya pierna va cicatrizando poco a poco. Lo que no es consciente el soldado, es que se ha metido en un territorio dominado por mujeres, y los celos y las envidias entre ellas surgen, cosa que le acabará afectando a él, que es minoría. También Kirten Dunst y Elle Fanning están maravillosas en su papel de rivales por él.
El marco no puede ser mejor, una amplia y gran casa de un estado sureño como Virginia, estado de plantaciones y esclavitud de los negros por antonomasia en aquella época. El soldado una vez se va recuperando, empieza a entablar buena amistad con todas las chicas y mujeres, pero cometerá un grave error, enamorarse de una de ellas, eso despierta unas pasiones hasta entonces desconocidas en ellas, que elevarán los niveles de envidia hasta límites insospechados, incluyendo un fatal golpe del hombre.
Además hay que tener en cuenta un detalle muy importante, que se refleja de manera perfecta en toda la película, y es el tema religioso. Martha y sus alumnas son muy creyentes y rezan diariamente en varias ocasiones, pero eso no les impide velar por su instinto de supervivencia cuando se ven amenazadas por la ira del soldado, que ha quedado malherido.
Otra curiosidad es que la banda sonora corre a cargo de la banda francesa Phoenix, de la que la directora es fan absoluta, pero os puedo asegurar que se nota poco que son ellos, aunque está muy adecuada al film.
Os dejo con el traíler de este buen film.
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