Cartel del film
Denis Villeneuve, el director canadiense de Quebec, dirige su séptima película. Una de las cualidades que le distingue, es el ritmo pausado, algo lento que deja respirar, con tensión pero que acongoja y angustia al mismo tiempo, ya que la exposición que hace de los personajes, hace que vayan teniendo un increscendo emocional, debido a que están envueltos en situaciones donde la violencia es protagonista. Sus personajes se mueven en una fina línea, sometidos a una presión que ha sacudido sus vidas y cuyos actos son consecuencias de lo que han sufrido.
La historia de Sicario está situada en el área limítrofe entre México y Estados Unidos, donde el narcotráfico campa a sus anchas y los capos matan a diestro y siniestro sin compasión. Los comandos norteamericanos especializados luchan contra el contrabando de drogas y sus crímenes. La agente del FBI, Kate (Emily Blunt), es reclutada dentro de un escuadrón antinarcotráfico, donde tendrá que entender las formas de actuar y los métodos que nada tienen que ver con sus hábitos profesionales, digamos académicos. Sus nuevos compañeros, Ted (Jon Bernthal), Matt (Jos Brolin) y Alejandro (Benicio del Toro), le van contando a cuentagotas la problemática a la que se enfrentan.
La película empieza de forma trepidante, con una escena llena de acción y que corta la respiración, igual que el final, pero entre medias el film se resiente porque en algunos momentos queda indefinido por las diferentes relaciones que hay entre las distintas brigadas, rangos especializados y objetivos diferentes de unos y otros. Por otro lado, aunque está bien reflejada la historia real que vive la población de ese territorio, donde muchos de ellos deben achantar y colaborar con los narcos para sobrevivir (incluídos policías), además del papel del sicario y su rol dentro de las brigadas, eso queda algo difuminado.
Eso si, importantes y muy buenos los planos aéreos de la zona y la descripción fotográfica del entorno.
Por otro lado, y siendo un género donde hay referentes ya importantes como Traffic (2000), este film se las ingenia para huír de arquetipos y situaciones previsibles para parecer bastante novedoso. Villeneuve sugiere entender el problema más allá de fachadas legales y éticas, por ello demuestra que para poder con cierto tipo de delincuencia, como la guerra abierta contra el narcotráfico (que en otra época se permitió ser condescendiente con él porque convenía), tal vez exista un camino paralelo al de las cloacas de la corrupción, y donde las venganzas personales aquí, se convierten en muy importantes.
En el plano actoral un imponente Benicio del Toro está sublime, en el papel de un colombiano enrolado en las fuerzas de élite como auténtico jefe de la operación. Emily Blunt queda algo minimizada cada vez que comparte plano con alguno de sus compañeros, por la fuerza con la que irumpen en pantalla. Josh Brolin muy convincente, aunque en su caso tiene ese tipo de papeles bastante estandarizados de típico tipo duro americano.
Os dejo con el tráiler del film.
como me arrepiento de no haber visto esta peli en cine,no sólo ha salido entre las mejores obras de este año, si no que era de Villeneuve, que eso ya ea un plus; interesnate reseña un saludo
ResponderEliminarAndrés M Aros Alvarado: Bueno hombre, seguro que todavía hay algún cine que la pone. Te la recomiendo, es muy buena y a mi me dió más de lo que esperaba.
EliminarSaludos y gracias.