En 1995 Christopher Monger dirigió El Inglés que subió una colina y bajó una montaña, esta divertida película basada en hechos reales, y cuyo guión es del mismo director. Pocas veces una película trata temas de este tipo, relacionados con mi verdadera profesión, y además en este caso no paras de reir, ya que las curiosidades que rodean a todos los vecinos del pueblo no tienen parangón.
En el año 1917 llegan a el pequeño pueblo de Fynnon Garw en Gales, Reginal Anson (Hugh Grant) y George Garrard (Ian McNeice), dos topógrafos y cartógrafos militares retirados, a quienes el gobierno ha encargado un nuevo mapa del País de Gales.
Los curiosos habitantes del pueblo son gente sencilla, pero testaruda, están muy orgullosos de su colina cercana a la que llaman "la primera montaña de Gales".
Después de las primeras mediciones, Anson es el encargado de informarles de que no es una montaña, ya que no supera los 1000 pies, altura indispensable para aparecer en los mapas, y es una colina. A partir de ahí, todo el pueblo se unirá para corregir ese "error de la naturaleza".
El pueblo, capitaneado por los archienemigos Morgan "el chivo" y el Reverendo Jones, se lanzará a la epopeya de incrementar su altura.
Emotiva comedia, entrañable si se me apura, en la que el orgullo de los vecinos cobra un protagonismo muy especial. No admiten que Fynnon Garw es una colina y no una montaña y harán lo que sea para evitarlo. La trascendencia viene de la mano de la situación que vive el pueblo, ya que la mayoría de los aldeanos se encuentra luchando en Francia, y los que quedan no pueden ser vencido por su propio hogar, para ello tratan de conservar todo tal y como estaba antes de la contienda. Es quizás un homenaje para aquellos que nunca volverían.
Los aldeanos hacen una lucha titánica contra el tiempo, los elementos y las trampas (bajo la amenaza de Morgan de decir a todos que el plan falló por su culpa) para que los ingleses se queden. Así suceden cosas tales como que se rompa el coche, que no haya trenes, que llueva a mares, los emborrachan, etc...
El momento cumbre es la llegada de la Srta Elisabeth (Tara Fitzgerald) que en realidad es Betty, otra habitante del pueblo, para embaucarlos y de paso tener una bonita relación entre ella y Anson. Hugh Grant vuelve a repetir un papel que ha clavado en muchas películas, el de tímido, torpón y casi idiota.
Algunos motes de los habitantes son inolvidables... como los Hermanos Thomas Bobo y Thomas Bobo... Morgan que pasa de ser el malo a idear el plan y el Reverendo Jones que sufre el efecto contrario...
Os dejo con el principio de la película, que os recomiendo encarecidamente.
Buenísimo, ya me pongo a buscarla y bajarla.
ResponderEliminarDaniel: Amigo, una película muy divertida. y que te recomiendo con devoción.
EliminarUn saludo.