viernes, 31 de diciembre de 2021

Las mejores películas de 2021 (1-5) Parte 1



Bien, es evidente que el grueso de películas que dominan esta lista las vi en esos últimos tres meses y medio del año, salvo alguna que otra excepción, pero también digo que varias de las que están en los puestos más altos se estrenaron justo a comienzos del año y con vistas a los premios Óscar. Aquí tenemos un mastodóntico documental acerca del proceso de grabación del último disco de la banda más grande de siempre, una historia de un libro llevada al cine sobre los que viven de manera nómada en caravanas y demás, una historia real que pasó a finales del S. XIV en Francia dirigida por un veterano fantástico, un drama acerca de la vejez y la pérdida de memoria con un gran actor de protagonista y la última y gran aventura del trepamuros, uno de los superhéroes más famosos.

1. THE BEATLES: GET BACK de Peter Jackson


Mucho se ha hablado, como no podía ser menos, de esta película documental dirigida por Peter Jackson y estrenada los días 25, 26 y 27 de noviembre en Disney + dividido en tres episodios de dos horas y algo cada uno de ellos, un total de 7 horas y pico de un material casi todo inédito correspondiente al proceso de grabación del álbum originalmente concebido como Get Back y que acabó siendo Let it be, el último disco de estudio de The Beatles. Este mastodóntico documental creado minuciosamente por Peter Jackson (con el acuerdo total de los beatles vivos y las viudas de los fallecidos) a partir del material al que ha tenido acceso y que parte del metraje rodado por Michael Lindsay Hogg, es un descubrimiento de gran impacto emocional para los que somos fans acérrimos del grupo más grande de la historia, casi a la altura como si se hubiera publicado un disco inédito de la banda. Hay un detalle muy importante a aclarar, y es que la película editada en su día por el propio Michael Lindsay Hogg y titulada Let it be, dio una imagen de desintegración del grupo en su momento, muy engañosa desde mi punto de vista, y este documental sirve en muy buena medida para poner las cosas en su sitio. Siempre se dijo que Yoko Ono creó fricciones y rompió al grupo, pues bien, yo no veo nada de eso, está la mayor parte del tiempo pegada a John y no dice ni mu, las tensiones entre ellos (en muchas ocasiones derivadas del cansancio) las hubo, pero no tan exageradas como se dijo, eran amigos y en todo grupo de amigos del amor al odio hay un paso, como en las relaciones de pareja, y creo que también queda claro que Paul McCartney no era ningún dictador ni mucho menos, todo se hablaba y se llegaba a acuerdos entre los cuatro por votación. Es importante también hablar sobre el trasfondo curioso y muy llamativo que tiene la película en cuestión, ya que Peter Jackson es el conocido director de la trilogía de El Señor de los Anillos, pero también obviamente es un fanático extremo de The Beatles. El director neozelandés tenía solo 7 años en 1968, el mismo año en que J.R.R. Tolkien se negó a darle permiso a los Fab Four para hacer una versión cinematográfica de su novela que querían adaptar, donde Paul iba a ser Frodo, Ringo iba a ser Sam, John sería Gollum (madre mía) y George era Gandalf (acertadísimo) todo ello dirigido por Stanley Kubrick, nada más y nada menos. Muchos años después Paul McCartney le explicó esa historia a Peter Jackson en un encuentro entre ambos y a la vez le dijo que había un metraje inédito no usado en sus sesiones para Let it be, como es lógico a Mr. Jackson le faltaron cero segundos para ponerse manos a la obra, ofreciéndose casi de rodillas y evidentemente fue elegido. Un trabajo de cuatro años que podemos disfrutar y de qué forma ahora. El trabajo audiovisual es de un nivel superlativo, las imágenes originales rodadas en 16mm (55 horas de tomas descartadas y otras 150 horas de música restauradas) parecen grabadas en la actualidad y son de un nivel sublime, se han limpiado desde cero y su resultado es espectacular. En definitiva un trabajo mucho más preciso y nada sensacionalista, de una crudeza y realidad impactantes. 
La obra se divide en tres actos, que es conveniente aclarar desde el principio. En el primer episodio se explica la idea original de rodar a The Beatles componiendo sus nuevos temas y dar un concierto, hablamos del 2 de enero de 1969, y todos llegan al plató de Twickenham donde Ringo iba a rodar una película, y que es un lugar grande, con demasiados espacios sobrantes que no acaba de ser del gusto de los músicos. En esta parte, se ve a unos hombres acostumbrados a tocar y ensayar a deshoras que les cuesta levantarse pronto y estar adscritos a un horario, parece incluso que fueran vagos, algo muy alejado de la realidad, nunca olvidemos que durante siete años trabajaron como jabatos, lo que si estaban eran cansados. Es en esta fase donde quizás se note menos avance en la fabricación de las canciones, aún muchas están en pañales, y es ahí donde quizás los profanos en la materia se aburran, pero para los que nos gusta la música disfrutemos mucho, ese proceso creativo es realmente interesante, donde cada pequeño detalle, cada gesto cuenta y mucho. De hecho esta parte acaba con el enfado de George que decide irse y dejar (al principio como idea fija y luego momentáneamente) el grupo, al verse postergado a una labor menor por Paul y John. En toda esta fase hay un personaje que me resulta realmente llamativo y es el de Mal Evans, un tipo que era Ingeniero de Telecomunicaciones (ningún botarate) y que desde que escuchó a los Beatles en The Cavern se hizo fanático y se ofreció a llevarles instrumentos, a escribirles letras, etc., a ser su road manager en realidad y que atendía los caprichos de los cuatro de Liverpool, fueran los que fueran y sin rechistar, siendo tratado en muchos momentos como un paño de cocina, y con un sueldo de 38 libras semanales. Se puede ver como a lo largo del film, cualquier cosa que ellos piden, Mal la trae, un yunque, unos zapatos para George, lo que fuera, un personaje que inspiraba mucha ternura y cuyo final fue terrible años más tarde.
El primer y segundo episodio van casi enlazados, ya que el comienzo del segundo se refiere a las reuniones que tienen para que George vuelva y todo se encauce. Enderezada la nave se pone como solución ir a ensayar (sin perder el proyecto de la película-concierto) a los estudios de Apple en Savile Row, donde con la inestimable colaboración de George Martin, junto a Glyn Johns de ingeniero (con el que hablan constantemente con él los músicos) montan un estudio para grabar y ensayar que será mucho más del agrado de los chicos, donde estarán más juntos y la productividad subirá como la espuma en un entorno agradable (por allí andaba un joven aprendiz de ingeniero de sonido que manejaba cintas llamado Alan Parsons). Es muy destacable la aparición en uno de esos días del músico Billy Preston, al que los Beatles conocían de haber coincidido con él en Hamburgo cuando tocaba junto a Little Richard. Billy llegó a Londres invitado a un programa de televisión y se pasa a saludar a los chicos, y claro se pone a tocar con ellos un rato, acabó grabando su órgano en todos los temas, algo que los Beatles venían reclamando que hacía falta al ir componiendo el armazón de los temas, una guinda de lujo. Mucho se dijo de que Billy unió lo que se desintegraba, nada más lejos de la realidad, Billy toca con ellos, se divierte y como encaja tan bien, acaba formando parte de la banda en esas sesiones.
Y llega la tercera y última parte, que como es lógico tiene su punto álgido y final con el concierto en la azotea de Apple Corps el 30 de enero (todo se fue retrasando). Antes como preludio ellos están los días anteriores puliendo los temas que van a tocar en ese mini concierto, y se produce una de las conversaciones más interesantes, Paul quería apurar y llevar todos los temas preparados (unos 14), pero John le dice que es mejor tocar los 7 que si tienen pulidos alegando que está muy cansado y no da para más (algo que se ve en varios momentos de la cinta). En la decisión final de subir a la azotea, gana por 3 votos a 1 la de subir, siendo la negativa la de George. Finalmente los cuatro de Liverpool suben a esa azotea ya mítica y tocan varios temas, algunos de ellos dos y tres veces, y os puedo asegurar que lo he disfrutado mucho, se me ha puesto la piel de gallina otra vez, absolutamente espectacular, memorable y mítico, digno de verse miles y miles de veces. Allí arriba tocan (alguna hasta dos o tres veces) Get Back (tres tomas), I've got a feeling (dos tomas), Don't let me down (dos tomas), One after 909 y Dig a Pony. La banda tocó hasta que las quejas de los vecinos de la zona llevaron a la policía a poner fin al concierto. Varias de las canciones grabadas arriba terminaron por incluirse en el disco Let it be, mientras al día siguiente 31 de enero The Beatles graban algunos otros temas como Let it be y For you blue, poniendo fin a las sesiones. Este concierto inesperado en su momento para la gente de a pie, tuvo muchos comentarios que son reflejados por entrevistas a los viandantes y vecinos con opiniones dispares y para todos los gustos, pero que reflejaban un desconocimiento generalizado de lo que ocurría en las alturas.
En definitiva toda la crudeza de la realidad está aquí, no hay ni trampa ni cartón, Jackson deja fluir las sesiones para dar todas las pistas y que cada uno vaya encajando su puzzle y desmitifique todo aquello que se montó en su día y que poco tenía de verdadero.

Os dejo con el tráiler de esta maravillosa obra de arte que falta hacía.





2. NOMADLAND de Chloé Zhao


La ganadora de tres Oscars muy importantes, mejor película, mejor dirección y mejor interpretación femenina protagonista es Nomadland, dirigida por Chloé Zhao, que llegó a nuestras pantallas ya en este 2021, a pesar de ser un film de 2020. Como dije en mi crónica de los Oscars, es increíble si pensamos que en la temporada de premios de hace 3 años, Frances McDormand, que se disponía a ganar su segundo Oscar por mejor actriz en Tres anuncios a las afueras, se acercó a Chloé Zhao (que recibía honores por The Rider) y le dijo que quería adaptar el libro "País Nómada, Supervivientes del siglo XXI" de Jessica Bruder. De ese gérmen nació Nomadland, donde Frances incluso está como productora, es decir puso dinero por un proyecto en el que creía ciegamente y adquirió los derechos del libro.
La película nos cuenta la historia de Fern, una mujer a la que da vida Frances McDormand, que después de perderlo todo durante la crisis anterior que comenzó en 2008, a lo que se le añadió la muerte de su marido, se embarca en un viaje hacia el Oeste americano, viviendo como una nómada en su furgoneta. Tras el colapso económico que afectó también a su ciudad Empire, en la zona rural de Nevada, ella decide irse a la aventura de explorar una nueva forma de vida fuera de la sociedad convencional, como una nómada del Siglo XXI. Va encontrando trabajos temporales que le permiten ir tirando, pero cuando viene un revés su penuria es grande. No es una vida repleta de comodidades, ni mucho menos, pero va conociendo a gente muy humana en su camino. Evidentemente ella es la absoluta protagonista y todo gira a su alrededor, un papel que Frances borda desde el minuto uno. La directora solo utiliza a dos actores profesionales, Frances McDormand y David Strathairn, siendo el resto actores no profesionales para potenciar esa sensación de verdad y de espejo de la realidad que busca transmitir a través de sus imágenes, sin tener que sacrificar el preciosismo visual que va implícito en el rodaje. Lo que sucede durante algunos momentos del film, es que parece que a veces te da la impresión de ser parte de un documental, cuando estos nómadas hablan como si les estuvieran entrevistando y contando sus vivencias.
Para redondear todo el proyecto, la directora puso al mando de la música a Ludovico Einaudi, un pianista que yo conocí por la película Intocable de hace 10 años, y sinceramente lo borda, con pasajes de una belleza suprema.
Una película de enfoque austero, pero consistente, como la vida de la protagonista, un ritmo pausado pero que permite que todo fluya de una manera natural y sin sobresaltos estrambóticos, donde los diálogos son de mucha naturalidad y sencillos.
Quizás falta algo de crítica al sistema de contratación y despido de trabajadores de ciertas empresas, pero eso ya sería harina de otro costal, y creo que sería otro tipo de película.

Os dejo con el tráiler del film.





3. THE LAST DUEL de Ridley Scott


Ridley Scott ha dirigido a sus 84 abriles la película El último duelo, basada en una historia real que tuvo lugar a finales del siglo XIV y que tuvo como protagonistas a Jean de Carrouges (Matt Damon) y Jacques Le Gris (Adam Driver), dos amigos que se convirtieron en rivales y enemigos. Todos los hechos tuvieron lugar en la Francia de finales del siglo XIV, cuando Marguerite de Carrouges declaró haber sido violada por el caballero Le Gris, el que tiempo atrás era el mejor amigo de su marido Jean. Ante tal ofensa Jean acusó ante el Rey Carlos VI a su antiguo amigo, ante lo que el monarca (único con poder para hacerlo en aquellos tiempos) decide autorizar un duelo a muerte entre ambos.
Esta película está ambientada de manera perfecta, tanto en las localizaciones, como en los vestuarios de la época y tiene un montaje y una fotografía realmente extraordinarios. Pero ante todo tenemos una historia real contada desde tres perspectivas diferentes, que dividen la película en tres tercios, más uno añadido que es el propio duelo. En cada uno de esos tercios se pueden ver los puntos de vista de Jean de Carrouges, Jacques Le Gris y la más afectada Marguerite de Carrouges que es la que sufrió la violación. Esta tarea parece fácil, pero con una gran maestría el director, repitiendo algunas escenas, sabe dar apreciaciones y detalles que diferencian de manera bastante importante la visión de cada uno de los implicados. Para nada se hace repetitiva y consigue tenerte pegado a la pantalla hasta la última escena. Un ritmo que nunca decae, unas veces más ágil y otras más tranquilo, pero siempre con paso firme.
Se trata de un relato medieval, pero si que es cierto que en determinados momentos se nota un enfoque moderno, aunque se respeta y mucho cuáles eran las normas que regían en aquella época y que importan mucho en la toma de decisiones.
Pero el retrato de los personajes me parece soberbio y además a eso ayuda la gran actuación de los actores. Jean de Carrouges, interpretado por un soberbio Matt Damon, te seduce desde el inicio con esos intentos del caballero por demostrar su valía, un gran guerrero, pero analfabeto y acomplejado en su faceta social, que sale muy reforzado como animal instintivo que cuadra perfectamente con la sociedad de la época, el típico hombre que se ve mejor de lo que es. Pierre d'Alençon al que da vida Ben Affleck, es un personaje muy importante, primo del rey y dueño y Conde de la comarca y que da prioridad en sus relaciones a Jacques Le Gris, a quien trata como su mejor amigo. Affleck, que sinceramente como actor no me vuelve loco, saca aquí su lado más divertido y disfrutable, teniendo la relación con Jean ya deteriorada de antemano. Jacques Le Gris al que interpreta Adam Driver es el personaje enamoradizo, ligón, culto y buen guerrero, pero que se pasa de la raya debido a la barra libre que le concede Pierre, que le protege siempre, por eso intenta irse de rositas después de su fechoría. Pero la actriz que acaba redondeado el reparto y es la clave de todo es Marguerite de Carrouges, a la que da vida una extraordinaria Jodie Comer, que aporta ese factor emocional que no necesita de momentos dramáticos. De hecho el tercio de la visión de los hechos por su parte es la más aclaratoria de todas, ya que ella deja claro que fue violada, en una época en la que a la mujer no se la solía creer, y dependía exclusivamente de que su marido le quisiera creer y defender. Pero es con la actuación de ella, donde la película crece más y más, una mujer de rompe y rasga para la época, adelantada a su tiempo.
Por último el duelo final está rodado de manera pluscuamperfecta, además de tener por momentos similitudes con Gladiator, cuando el rey (Alex Lawther) disfruta del circo casi romano que está viendo como espectador de primera línea (al igual que Cómodo, al que daba vida Joaquin Phoenix), y tiene clara su preferencia.
En definitiva El último duelo es tremendo en toda sus proposiciones, en su desarrollo y en su desenlace, tanto retratando una rivalidad llevada hasta sus últimas consecuencias, como reflejando un momento histórico con mucha veracidad, a la vez que se da un aire moderno.

Os dejo con el tráiler del film.





4. THE FATHER de Florian Zeller


Florian Zeller dirige El Padre, ópera prima de este director que se maneja como un auténtico veterano curtido en mil obras. Ejerce un dominio impropio de un debutante, y nos muestra con muchos recursos una situación dramática para que tengamos todos los puntos de vista posibles ante una situación muy difícil, generando un ejercicio muy inmersivo de la circunstancia. La puesta en escena, el trabajo de cámara (en ocasiones sublime) y la planificación son perfectos y sirven para que nos introduzcan de lleno en la realidad de un hombre enfermo en el que reinan la desorientación, las incongruencias, los desajustes temporales y los cambios que afectan a la voluntad de una mente que se deteriora día a día.
El reparto deslumbra, Anthony Hopkins interpreta a Anthony, esa persona mayor que empieza a tener serios problemas seniles que afectan a su vida diaria. Recibió el segundo Óscar de su carrera por esta interpretación, que en algunos rasgos parece querer ser él mismo en la película, por diversos detalles, como por ejemplo cuando dice su fecha de nacimiento que es la del propio actor, quién reconoció que le diagnosticaron Síndrome de Asperger ya mayor, de ahí su actitud solitaria y de pocas relaciones durante años. Ese aspecto de la personalidad de Hopkins también está sumado al de Anthony, al que da vida en esta película. Olivia Colman es Anne su hija, quien se desvela por cuidar a su padre y que antepone su propia vida al cuidado de su progenitor. La relación entre ella y él es muy difícil, y pasa por momentos terribles con afilados diálogos, donde incluso Anthony ofende a su hija con comentarios muy hirientes. Esta es la parte que más se entronca con el teatro, sus espacios cerrados y su poco escape.
La música de ópera mezclada con las composiciones de Ludovico Einaudi, es el complemento perfecto, suaves y sensibles melodías de piano que nos describen situaciones de un mal que transforma la realidad del paciente en un laberinto, en el que cada vez ve menos salidas, y del familiar en una lucha constante y dura. El film es un crescendo constante llevado magistralmente, hasta explotar en un tercer acto devastador que provoca lágrimas en la butaca. Me resultan especialmente impactantes los flashbacks, la repetición de escenas de atrás hacia adelante y al revés, para entender en qué estado tan tremendo se encuentra el protagonista, recursos del director brutales que hacen este trabajo único y que si se hubieran narrado de forma cronológica no hubiera tenido gancho seguramente.
Una gran película que tuvo seis nominaciones a los Óscars, de los que salió victoriosa en mejor actor principal y mejor guión adaptado de la propia obra del director.

Os dejo con el tráiler del film.





5. SPIDER-MAN: NO WAY HOME de Jon Watts


Spider-Man: No way home se ha convertido a final de año en el gran acontecimiento cinematográfico de 2021, arrasando en taquilla y provocando la vuelta en masa del público a las salas. Y la verdad es que la nueva aventura del trepamuros (que fui a ver sin saber nada previo) vuelve a estar a un gran nivel, consiguiendo entretener de manera tremenda a lo largo de las dos horas y media de metraje. Tom Holland vuelve a dar vida a Spider-Man en un film que comienza con algo aterrador que viene de la anterior (Spider-Man: Far from home), y es que Mysterio (el villano al que daba vida Jake Gyllenhaal) desvela el nombre real de el superhéroe en un vídeo, lo que provoca que ya no sea capaz de separar su vida normal de los enormes riesgos que conlleva ser el hombre araña. Pero una cosa tengo clara, siempre ha sido mi superhéroe favorito y nunca me decepciona y en esta película me lo he pasado pipa. 
Aquí hay un detalle muy importante y es que en esta película el personaje de Spider-Man alcanza la madurez (está en el último año de instituto antes de ir a la universidad), ya que hasta ahora siempre había sido un personaje en edad adolescente, que no acababa de definirse a sí mismo y se preocupaba por hacer lo justo y correcto. Pero ya en Far from home esa situación iba un poco al límite, y como toda maduración tendrá que tomar decisiones importantes que en algunos momentos comprometen a su gente más cercana. Es una evolución lógica y es la manera de cerrar una etapa de una manera importante. Pero como se ve en el film, en esa maduración no todo son buenas decisiones y en un guion bien hilado, las buenas intenciones de Peter Parker llevan a situaciones realmente peligrosas y desastrosas.
Estas decisiones que toma Peter Parker serán el hilo conductor del film, y eso que la entrada gloriosa del Doctor Strange, al que él acude pidiendo ayuda, será el detonante de la llegada del multiverso, algo que pone patas arriba la ciudad de New York, literalmente, no sin antes ser avisado por su amigo, de que gracias a uno de sus hechizos podrían empezar a aparecer viejos enemigos del pasado. Y ahí sí que desde luego el film está soberbio, esa idea de recuperar a villanos de otros universos es el gran acicate de la cinta, una idea inesperada que cuadra a la perfección con la decisión de adaptar a estos supervillanos y no dejarlos a su deriva perdidos individualmente. Muy importante destacar el humor siempre imperante, que me sacó varias carcajadas, y desde luego en esta parte muchas, muy bien llevado.
En la recuperación de antiguos villanos hay varios escalones de protagonismo, y es evidente que en la parte alta están el Doctor Octopus de Alfred Molina y el Duende Verde de Willem Dafoe, funcionando muy bien lo que dan a la película. Como dije antes, el personaje de Tom Holland empieza a salir del huevo, empezando a dejar de estar tutelado, y eso hace que se desenvuelva bien en situaciones dramáticas, algo bueno de cara al futuro.
Jon Watts quizás no sea el director perfecto de esta saga, pero he de admitir que en esta película ha multiplicado esfuerzos y hay escenas que se te quedan, una sorpresa tremenda (que seguramente a estas alturas ya casi todos sabéis, pero que dejo en el aire para quién aún no la haya visto) y el espectáculo está más que asegurado en todo el metraje.
Spider-Man: No way home es super entretenida, no sé si será el mejor film del año, pero desde luego os aseguro una cosa y es que no decepciona y sabe equilibrar el espectáculo con la narrativa para que su protagonista siga creciendo y avanzando, y esa no era tarea fácil.

Os dejo con el tráiler del film.

jueves, 30 de diciembre de 2021

Las mejores películas de 2021 (6-10) Parte 2


Como es lógico este ha sido un año de transición en cuanto a poder ver películas en las salas de cine, ya que el ir a ver cine a las salas sigue sin ser como antes. La lista realmente es más amplia, pero este año se queda en 10 películas, eso sí, muy buenas de las que pude ver. Aquí tenemos un film que es la precuela de una saga de una misteriosa organización británica, la cuarta entrega de una saga mítica que empezó en 1999, una película sobre una historia de asesinatos y miedo en el Londres actual pero mezclado con el de los años sesenta, una nueva versión de un clásico literario de ciencia ficción y la última película de un director de lo más curioso cuyo paso del tiempo tiene mucho que ver.


6. THE KING'S MAN de Matthew Vaughn


Matthew Vaughn dirige The King's Man: La primera misión, la precuela que después de una segunda parte irregular albergaba dudas en mí, aunque desde luego los tráilers me animaban y mucho. Kingsman: Servicio secreto es una gran película de acción, de las mejores de la pasada década, llevando el cómic de Mark Millar y Dave Gibbons de manera sublime, era un film muy bueno, tremendamente eficaz, de una diversión y ejecución fantásticas, además de incluir la flema británica como hilo conductor del humor, siendo un complemento perfecto a las violentas escenas que allí se veían, y convirtiéndose en una especie de reinvención del Agente 007. Por desgracia Kingsman: El círculo de oro, era una secuela bastante irregular.
Y la verdad es que salí encantado del cine, dos horas y pico de diversión de esta precuela que indaga en los orígenes de esta misteriosa organización británica. Pero es curioso, es una película que va de menos a más, siendo su introducción lo que menos me llamó la atención ya que parece un drama muy convencional, pero a la media hora hay un giro que me permitió ver que el director de las anteriores partes, iba por caminos diferentes aquí, como por ejemplo un enfoque más adulto. El personaje interpretado por Ralph Fiennes, Orlando Oxford, tiene dudas para valerse de la violencia, sólo el error de valentía que comete su hijo Conrad, le hará volver a esa senda. Cuando el grupo formado por tiranos y mentes criminales más malvadas de la historia se unen para desencadenar la I Guerra Mundial, Oxford será quien luche a contrarreloj para evitarlo. Pero el tono general es desenfadado y bastante divertido, de hecho hasta los momentos de lucha son muchas veces muy graciosos, con detalles y signos muy ingeniosos, que me han sorprendido para bien. 
Un pasatiempo fenomenal que ofrece diversión de primera clase, y varias escenas realmente inolvidables.

Os dejo con el tráiler.





7. THE MATRIX RESURRECTIONS de Lana Wachowski


Los hermanos Wachowski (hace ya tiempo hermanas Lana y Lilly) dirigieron en 1999 The Matrix donde la realidad que vivimos no es real, premisa con la que arrancaba el universo de aquel film. Una película que fue toda una revolución en su momento, y se convirtió en referente e icono a imitar acabando el siglo XX. Las dos secuelas estrenadas cuatro años después, Matrix Reloaded y Matrix Revolutions, no llegaban al nivel de la primera, pero hicieron que la legión de frikies y seguidores fuera en aumento. Pasaron 16 años para la confirmación de una cuarta entrega, esta Matrix Resurrections, que por culpa de la pandemia ha tenido retrasos y al final ha sido dirigida en solitario por Lana Wachowski, que tenía una serie de ideas que debía plasmar en imágenes.
Y una primera cosa que hay que decir es que este nuevo film bebe mucho de la primera entrega, recurriendo bastante a imágenes insertadas de aquella, que tiene como objetivo construir algo nuevo a partir de cimientos sólidos y conocidos. Pero es algo evidente, todas las secuelas están condenadas, casi al nacer, de no tener ese elemento sorpresa de la primera de la saga, algo con lo que hay que jugar muy bien si se quiere hacer algo que sea distinto y que llame la atención. Es por esto, que en la primera media hora aproximadamente de la película me llamó sobremanera ese giro muy ingenioso, en el cual se deja claro que Matrix fue un videojuego, Thomas Anderson su creador y Trinity una mujer de la que estaba enamorado, pero con la que nunca había hablado, por lo que todo el equipo de Anderson debe crear la cuarta parte de ese videojuego. Es decir, nunca existió Matrix, solamente como ficción para los gamers. Se hacen muchos chistes y comentarios perspicaces e irónicos en torno a la legión de seguidores del videojuego de Matrix.
Pero como no podía ser de otra forma, esa primera parte ilusionante acaba desembocando en el mundo clásico de la saga, donde se despliegan los personajes ya conocidos, los nuevos o recuperados y con sus escenarios eléctricos o decadentes. Si que es cierto, que este cuarto capítulo no llega a esa grandilocuencia que agotaba de las partes 2 y 3, en eso les gana, es mucho más ágil y se agradece en el desarrollo. Pero, como siempre, hay que tomar decisiones y Lana Wachowski lo hace y una de ellas es introducir ya desde el principio a un Morfeo muy distinto al interpretado en su momento por Laurence Fishburne, y eso que el personaje al que da vida Yahya Adbul-Mateen II hace varios guiños de pleitesía y reverencia a su predecesor. 
Desde mi punto de vista esta cuarta parte se sitúa en segundo lugar de la saga por lo que arriesga, pero me da la sensación (y esto empieza a ser ya una constante) de que cuando los hermanos Wachowski rodaron la primera parte en 1999 eran hombres aún, pero cuando se cambiaron de sexo, han cambiado de opinión, y aquella gran obra la ven demasiado masculina y heteropatriarcal (vaya por dios), y Lana para quedarse tranquila ha metido muchas más mujeres, que por supuesto manden, que un personaje se declare gay, se habla de binario muchas veces, en fin, un desvarío en toda regla con respecto a la idea original, que tiene su punto álgido cuando tratan de igualar a Trinity con Neo, incluso ponerla a ella por encima.

Os dejo con el tráiler del film.





8, LAST NIGHT IN SOHO de Edgar Wright


Edgar Wright dirige Última noche en el Soho, director cuya única referencia que tengo es un film muy alejado de la temática de este, aquella cinta titulada Baby driver de 2017. Pero al parecer Wright en sus inicios, este es su noveno film, había hecho ciertas incursiones homenajeando con una trilogía desde 2004 a 2007 el asunto zombie. Aunque aquí va directo al grano, va directamente a un film de terror y horror, bastante clásico en su concepción. Es por esto, que en este trabajo están varios referentes claros del cine de terror, como es evidente, el Drácula (1992) de Francis Ford Coppola, Agárrame esos fantasmas (1995) de Peter Jackson o La cumbre escarlata (2015) de Guillermo del Toro, entre otros.
Pero esta película también tiene un toque serio de thriller psicológico, ya que la protagonista principal Eloise (Thomasin McKenzie) que es una joven apasionada por la moda y llena de inocencia, se traslada desde su Cornualles natal a Londres para estudiar en una escuela de moda, su enorme pasión. Al inicio entra en una residencia de estudiantes, donde no conecta con sus compañeras, y decide mudarse a una casa de alquiler en el Soho londinense, un ático en la vivienda de una señora mayor. Allí comenzará a tener una serie de sueños, que son casi pesadillas, donde ve a una joven rubia llamada Sandie (Anya Taylor-Joy) que aspira a ser cantante y cómo consigue ese sueño a través de un "mánager" llamado Jack (Matt Smith) que en realidad la utiliza como chica de alterne para sus clientes sedientos de sexo. Es entonces, donde nuestra protagonista entra en la década de los 60, se transporta a ella, una época que adora musicalmente y en el asunto de la moda y donde empieza a descubrir cosas horribles. Esto le irá afectando a su vida diaria, en sus relaciones con compañeros e incluso en el trabajo que consigue en una taberna de camarera. Sufrirá visiones continuas, que la tendrán completamente aprisionada, aterrorizada e incluso deprimida y sobre todo asustada. 
El planteamiento general de la película utiliza el lado oscuro y sórdido del Swinging London con un interesante juego de espejos de pasado y presente (a veces llega incluso a agobiar) intenta desconcertar al espectador, despertando las trampas de la nostalgia, pero a la vez hace un retrato de una época cuyo vestuario mod era bestial y la banda sonora que acompaña es de un nivel acorde a la época con temas de esos años.

Os dejo con el tráiler del film.





9. DUNE de Denis Villeneuve


Dune es el nuevo film del director francocanadiense Denis Villeneuve en el que hace su visión particular del clásico de la novela de Frank Herbert. Ya David Lynch en 1984 hizo el suyo, que a mi particularmente siempre me ha resultado difícil de digerir, pero sin embargo esta nueva que evidentemente 37 años después dispone de muchos más medios y eso es una ventaja en películas de ciencia-ficción, posee una cualidad indudable y es que el tratamiento que hace el director del conjunto y de los personajes, me parecen de un acierto total. Denis ya me dejó un buen sabor de boca con La Llegada, más tarde con la notable Blade Runner 2049, pero ahora se ha coronado.
Arrakis, el planeta del desierto, es el feudo de la familia Harkonnen desde hace generaciones, pero queda en manos de la Casa de los Atreides, después de que el emperador ceda a ésta explotación de las reservas de especia, una de las materias primas más valiosas de la galaxia y también una droga capaz de amplificar la conciencia y extender la vida. El duque Leto (Oscar Isaac), la dama Jessica (Rebeca Ferguson) y el hijo de ambos, Paul Atreides (Timothée Chalamet), llegan al planeta con la esperanza de recuperar el nombre de la casa, pero pronto se verán envueltos dentro de una trama de traiciones y engaños que hará que desconfíen de sus más allegados y a valorar a los lugareños, los Fremen, una tribu de habitantes del desierto, que tienen estrecha relación con la especia. Stellan Skarsgârd, haciendo del villano, el Emperador Vladimir Harkonnen, aparece en pocas escenas pero está excelente, al igual que Dave Bautista como Rabban Harkonnen en modo secundario.
Los personajes por medio del director son tratados a posta con cierta distancia y frialdad lo que les hace perder calor humano, incluso en momentos trascendentales. No quiere decir que su actuación sea mala, ni mucho menos, están excelentes, impecables mejor dicho. El ritmo del film es peculiar, pero tiene la gran cualidad de cocinar con cuidado el drama y a la vez ir desgranando escenas de una intensidad brutal. Ni que decir tiene, que en esencia, todo lo que sucede en la historia es algo ya conocido y paralelo a historias de otras sagas, pero el tratamiento aquí me parece muy acertado. Por ejemplo, los continuos sueños premonitorios de Paul, están muy bien canalizados, y nos permiten entrar en su mente de manera tremenda.
Pero si algo eleva al film de manera genial es su parte audiovisual, con un diseño de producción bestial y apabullante, gran dirección de fotografía de Greig Fraser, lo que hace que los planos generales ganen mucho a lo que hay que añadir la composición que encanta de encajar al propio director. A esto hay que añadir un diseño de sonido espectacular que me hizo alucinar en la butaca, impresiona su manera de envolver el conjunto de la pieza. Y cómo no, la banda sonora de Hans Zimmer es simplemente abrumadora y destaca incesante y atronadora, resonando constantemente, desde luego no pasa desapercibida.
En definitiva una película que no te atrapa por que desprenda cariño, si no por todo lo contrario por ser cruda y visceral en todos los sentidos. Según reza al principio del film, esta es la parte uno y nos deja abierta de par en par la parte dos que espero no tarde den llegar. Como siempre el excesivo metraje, 155 minutos, podría haber sido reducido.

Os dejo con el tráiler del film.






10. OLD de M. Night Shyamalan


M. Night Shyamalan regresa con la película Tiempo, después de cerrar la trilogía de El Protegido de manera brillante. Lo hace con una adaptación de Castillo de arena, una novela gráfica de Frederik Peeters y Pierre Oscar Lévy, con un resultado algo irregular y oscuro, aunque atesora buenos momentos, pero con falta de ritmo en la parte central del trabajo y lo digo porque está lejos de ese producto vertiginoso y trepidante de horror playero que engañosamente aparece en los tráilers, horror playero hay, pero no tan vertiginoso, más espaciado.
El problema esencial de este film, es que te invade la tristeza ya desde la primera escena con la llegada de la familia al supuesto lugar idílico de vacaciones. La puesta en escena del director sigue siendo excelente, con dominio de la toma larga, hasta que la película queda varada en una localización muy limitada como la orilla de una playa muy especial. Es ahí donde los protagonistas sobrepasados por los acontecimientos que les pasan, intentarán poner soluciones a sus inevitables problemas. Hay una evidente sensación de que eso también puede pasarte a ti en cualquier momento y empatizas con los personajes aturdidos e incapaces de salir de allí.
Lo que es cierto e inevitable, es el paso del tiempo, pero en esta película es realmente implacable y no tiene piedad con nadie, pero es algo torpe en la exposición, a veces no comprendes detalles, que luego vas descubriendo cuando ya no te interesa tanto, cosas explicadas tarde y con poco sentido, ahí este director sigue fallando, creo. Hay veces, y en este film se nota, que intenta contentar a un público de menor edad, convirtiendo la historia en algo más infantil y que pierde la idea original, que podría haber sido. En cuanto a los actores Gael García Bernal y Vicky Krieps están bien con su matrimonio condenado, mientras Rufus Sewell y Abbey Lee defienden los personajes más complicados, no complejos.
En definitiva un drama aterrador sobre la vejez y la enfermedad que funciona bien durante un tramo, pero su ambición por alejarse y intentar explotar el material básico acaba volviéndose en su contra.

Os dejo con el tráiler del film.

miércoles, 29 de diciembre de 2021

The King's Man (2021)


Matthew Vaughn dirige The King's Man: La primera misión, la precuela que después de una segunda parte irregular albergaba dudas en mí, aunque desde luego los tráilers me animaban y mucho. Kingsman: Servicio secreto es una gran película de acción, de las mejores de la pasada década, llevando el cómic de Mark Millar y Dave Gibbons de manera sublime, era un film muy bueno, tremendamente eficaz, de una diversión y ejecución fantásticas, además de incluir la flema británica como hilo conductor del humor, siendo un complemento perfecto a las violentas escenas que allí se veían, y convirtiéndose en una especie de reinvención del Agente 007. Por desgracia Kingsman: El círculo de oro, era una secuela bastante irregular.


Y la verdad es que salí encantado del cine, dos horas y pico de diversión de esta precuela que indaga en los orígenes de esta misteriosa organización británica. Pero es curioso, es una película que va de menos a más, siendo su introducción lo que menos me llamó la atención ya que parece un drama muy convencional, pero a la media hora hay un giro que me permitió ver que el director de las anteriores partes, iba por caminos diferentes aquí, como por ejemplo un enfoque más adulto. El personaje interpretado por Ralph Fiennes, Orlando Oxford, tiene dudas para valerse de la violencia, sólo el error de valentía que comete su hijo Conrad, le hará volver a esa senda. Cuando el grupo formado por tiranos y mentes criminales más malvadas de la historia se unen para desencadenar la I Guerra Mundial, Oxford será quien luche a contrarreloj para evitarlo.


Pero el tono general es desenfadado y bastante divertido, de hecho hasta los momentos de lucha son muchas veces muy graciosos, con detalles y signos muy ingeniosos, que me han sorprendido para bien. Si que es cierto, que a veces el film va algo acelerado, un poco solo, pero el director lo maneja bien y no interfiere en exceso en la trama. De hecho cuando ya coge el ritmo adecuado vienen las secuencias gloriosas, como ese sensacional combate contra el gran Rasputin, interpretado por Rhys Ifans, absolutamente inolvidable y un punto álgido del film, del que no daré más detalles, ha de disfrutarse en pantalla. 
Los personajes están desarrollados con inteligencia y las partes históricas referidas están ajustadas para permitir que cuadren en la historia y evidentemente con licencias... unas cuantas.


Un pasatiempo fenomenal que ofrece diversión de primera clase, y varias escenas realmente inolvidables.

Os dejo con el tráiler de The King's Man: La primera misión.

martes, 28 de diciembre de 2021

Spider-Man: No Way Home (2021)

Spider-Man: No way home se ha convertido a final de año en el gran acontecimiento cinematográfico de 2021, arrasando en taquilla y provocando la vuelta en masa del público a las salas. Y la verdad es que la nueva aventura del trepamuros (que fui a ver sin saber nada previo) vuelve a estar a un gran nivel, consiguiendo entretener de manera tremenda a lo largo de las dos horas y media de metraje. Tom Holland vuelve a dar vida a Spider-Man en un film que comienza con algo aterrador que viene de la anterior (Spider-Man: Far from home), y es que Mysterio (el villano al que daba vida Jake Gyllenhaal) desvela el nombre real de el superhéroe en un vídeo, lo que provoca que ya no sea capaz de separar su vida normal de los enormes riesgos que conlleva ser el hombre araña. Pero una cosa tengo clara, siempre ha sido mi superhéroe favorito y nunca me decepciona y en esta película me lo he pasado pipa. 


Aquí hay un detalle muy importante y es que en esta película el personaje de Spider-Man alcanza la madurez (está en el último año de instituto antes de ir a la universidad), ya que hasta ahora siempre había sido un personaje en edad adolescente, que no acababa de definirse a sí mismo y se preocupaba por hacer lo justo y correcto. Pero ya en Far from home esa situación iba un poco al límite, y como toda maduración tendrá que tomar decisiones importantes que en algunos momentos comprometen a su gente más cercana. Es una evolución lógica y es la manera de cerrar una etapa de una manera importante. Pero como se ve en el film, en esa maduración no todo son buenas decisiones y en un guion bien hilado, las buenas intenciones de Peter Parker llevan a situaciones realmente peligrosas y desastrosas.

Estas decisiones que toma Peter Parker serán el hilo conductor del film, y eso que la entrada gloriosa del Doctor Strange, al que él acude pidiendo ayuda, será el detonante de la llegada del multiverso, algo que pone patas arriba la ciudad de New York, literalmente, no sin antes ser avisado por su amigo, de que gracias a uno de sus hechizos podrían empezar a aparecer viejos enemigos del pasado. Y ahí sí que desde luego el film está soberbio, esa idea de recuperar a villanos de otros universos es el gran acicate de la cinta, una idea inesperada que cuadra a la perfección con la decisión de adaptar a estos supervillanos y no dejarlos a su deriva perdidos individualmente. Muy importante destacar el humor siempre imperante, que me sacó varias carcajadas, y desde luego en esta parte muchas, muy bien llevado.


En la recuperación de antiguos villanos hay varios escalones de protagonismo, y es evidente que en la parte alta están el Doctor Octopus de Alfred Molina y el Duende Verde de Willem Dafoe, funcionando muy bien lo que dan a la película. Como dije antes, el personaje de Tom Holland empieza a salir del huevo, empezando a dejar de estar tutelado, y eso hace que se desenvuelva bien en situaciones dramáticas, algo bueno de cara al futuro.
Jon Watts quizás no sea el director perfecto de esta saga, pero he de admitir que en esta película ha multiplicado esfuerzos y hay escenas que se te quedan, una sorpresa tremenda (que seguramente a estas alturas ya casi todos sabéis, pero que dejo en el aire para quién aún no la haya visto) y el espectáculo está más que asegurado en todo el metraje.



Spider-Man: No way home es super entretenida, no sé si será el mejor film del año, pero desde luego os aseguro una cosa y es que no decepciona y sabe equilibrar el espectáculo con la narrativa para que su protagonista siga creciendo y avanzando, y esa no era tarea fácil.

Os dejo con el tráiler del film.

lunes, 27 de diciembre de 2021

Escenas míticas del cine (CCIV)


En 1965 David Lean dirige Doctor Zhivago, una memorable película basada en la novela de Boris Pasternak, maldita y en el ostracismo en Rusia durante 30 años, y que interpretan un espléndido Omar Shariff, Julie Christie y Geraldine Chaplin entre otros, en los principales papeles. Cuando el director ruso Andréi Tarkovski dijo que "si escribiera poesía como la Pasternak, no haría películas", Boris Pasternak ya no estaba vivo, ya que murió en 1960. Fue uno de los muchos artistas rusos (como el propio Trakovski) perseguidos, humillados, amenazados y finalmente aniquilados (a menudo asesinados, pero simulando enfermedades o accidentes). Pasternak en concreto siempre tuvo problemas con la administración soviética, pero escribir Doctor Zhivago fue la gota que colmó el vaso. 
David Lean venía del éxito de Lawrence de Arabia y tenía libertad absoluta y un contrato millonario cuya misión era salvar la Metro Goldwyn Mayer, y lo culminó sobradamente. Hizo que aquella novela maldita se convirtiera en una de las películas más famosas de la historia, y ajustando el precio de las entradas con la realidad actual, es sin duda una de las más taquilleras de siempre. Además, cuenta con una maravillosa banda sonora compuesta por Maurice Jarre, una delicia absoluta. Pero no olvidemos un detalle tremendo, y es que Lean, en la década de los 60 y a pesar de sus tremendos éxitos, era despreciado de manera sistemática como un director de segunda o tercera categoría, muy comercial, hábil, pero sin interés estético. Nada más lejos de la realidad, el tiempo pone a cada uno en su sitio y sus obras prevalecen como joyas absolutas. Él, ajeno a eso, iba a lo suyo y construía sus obras sin hacer caso de sus detractores, e impuso a Robert Bolt como guionista, un acierto monumental, ya que junto a él llevó a cabo una hazaña difícil, la de condensar una de las novelas más complejas, pobladas e inadaptables que se pueda imaginar para lograr un guión preciso y que mantuviera el núcleo del texto de Pasternak como base inamovible. Bolt se llevó el Oscar de manera muy merecida por esa adaptación, mientras Lean se encargó en una titánica tarea de contar esa historia en imágenes que han quedado grabadas en la retina de todos los que hemos visto este film cientos de veces, que además cuenta con la anécdota de que la mayoría de sus localizaciones estaban en España, en Madrid (Estación de Delicias o barrio de Canillas), Soria (no nevó lo que era normal en ese año y hubo que inventar la nieve) o Granada.


Shariff da vida al Doctor Zhivago que es poeta, cirujano, marido y amante pero cuya vida queda trastornada por una época muy convulsa en Rusia, 1917, la revolución bolchevique, y la guerra civil que sigue a la revolución, que provocan conflictos en todas las familias. El drama de este hombre, en el que se centra el film, cuya lucha continúa por sobrevivir es épica, centra el metraje y también su vida amorosa, quizás con una disyuntiva entre no saber amar o amar demasiado.
Yuri se ha trasladado con su mujer Tonya Gromeko (Geraldine Chaplin), su hijo Sasha y su suegro Alexander (Ralph Richardson) a una zona detrás de los Montes Urales, en Varýkino, aconsejados por el hermanastro (y narrador del film en muchos momentos) Yevgraf Zhivago (Alec Guiness), al haber cambiado totalmente su situación en Moscú y su casa familiar de los Gromeko estar dividida en bloques por el nuevo gobierno soviético y estar ocupada por gente. Además Yevgraf le advierte de que sus poemas no gustan y han sido condenados por los censores soviéticos como antagónicos al nuevo régimen. Pero antes, Yuri es médico de campo de batalla en el frente oriental, de hecho había tenido que dejar a su esposa y su hijo en Moscú. Pasha (Pável Antípov) era el novio de Lara (Julie Christie), antes de que se convirtiera en un extremista de izquierda, después de la masacre de los cosacos en la manifestación pacífica del principio de la historia. En el invierno de 1915 Antípov es dado por muerto durante la I Guerra Mundial en un ataque contra los alemanes y Lara se alista como enfermera con el fin de buscarlo, ya que tienen una hija en común. La Revolución de febrero de 1917 se desata y los soldados se amotinan contra sus oficiales y desertan en masa. Mientras, viajando con un grupo de heridos Yuri Zhivago se encuentra con Lara (a la que conocía cuando salvó a su madre de un intento de suicidio, cuando estaba protegida por Victor Ipolítovich Komarovsky al que da vida Rod Steiger), quien está con una columna de tropas de reemplazo hacia el frente, Lara ayuda a Yuri a atender a los heridos y trabajan juntos durante el resto de la guerra, en un hospital improvisado, y sin que suceda nada, y se separan después del tratado de Brest-Litovsk. En una escena mítica y una vez instalados en Varýkino, un día aconsejado por Tonya, Yuri hace una visita a Yuriatin donde hay una biblioteca y vuelve a ver a Lara, hablan, pasean y acaban en la casa de ella, donde lo inevitable surge.


Os dejo con esta escena mítica de las muchas que tiene este grandioso film.

domingo, 26 de diciembre de 2021

The Matrix Resurrections (2021)

Como decía el otro día, Los hermanos Wachowski (hace ya tiempo hermanas Lana y Lilly) dirigieron en 1999 The Matrix donde la realidad que vivimos no es real, premisa con la que arrancaba el universo de aquel film. Una película que fue toda una revolución en su momento, y se convirtió en referente e icono a imitar acabando el siglo XX. Las dos secuelas estrenadas cuatro años después, Matrix Reloaded y Matrix Revolutions, no llegaban al nivel de la primera, pero hicieron que la legión de frikies y seguidores fuera en aumento. Pasaron 16 años para la confirmación de una cuarta entrega, esta Matrix Resurrections, que por culpa de la pandemia ha tenido retrasos y al final ha sido dirigida en solitario por Lana Wachowski, que tenía una serie de ideas que debía plasmar en imágenes.


Y una primera cosa que hay que decir es que este nuevo film bebe mucho de la primera entrega, recurriendo bastante a imágenes insertadas de aquella, que tiene como objetivo construir algo nuevo a partir de cimientos sólidos y conocidos. Pero es algo evidente, todas las secuelas están condenadas, casi al nacer, de no tener ese elemento sorpresa de la primera de la saga, algo con lo que hay que jugar muy bien si se quiere hacer algo que sea distinto y que llame la atención. Es por esto, que en la primera media hora aproximadamente de la película me llamó sobremanera ese giro muy ingenioso, en el cual se deja claro que Matrix fue un videojuego, Thomas Anderson su creador y Trinity una mujer de la que estaba enamorado, pero con la que nunca había hablado, por lo que todo el equipo de Anderson debe crear la cuarta parte de ese videojuego. Es decir, nunca existió Matrix, solamente como ficción para los gamers. Se hacen muchos chistes y comentarios perspicaces e irónicos en torno a la legión de seguidores del videojuego de Matrix.


Pero como no podía ser de otra forma, esa primera parte ilusionante acaba desembocando en el mundo clásico de la saga, donde se despliegan los personajes ya conocidos, los nuevos o recuperados y con sus escenarios eléctricos o decadentes. Si que es cierto, que este cuarto capítulo no llega a esa grandilocuencia que agotaba de las partes 2 y 3, en eso les gana, es mucho más ágil y se agradece en el desarrollo. Pero, como siempre, hay que tomar decisiones y Lana Wachowski lo hace y una de ellas es introducir ya desde el principio a un Morfeo muy distinto al interpretado en su momento por Laurence Fishburne, y eso que el personaje al que da vida Yahya Adbul-Mateen II hace varios guiños de pleitesía y reverencia a su predecesor. 
El film se centra en la historia de rescate como hilo central, que se va adornando con momentos para la reflexión, la diversión, el espectáculo y la nostalgia. Pero es ahí donde el argumento flaquea, desde mi punto de vista, ya que toda la peripecia que se monta para liberar a Trinity de la cápsula aturulla bastante.
Hay que dejar claro que el film arriesga, y que sus más de dos horas de metraje son excesivas, pero que sale bastante airosa de su propuesta, teniendo en cuenta su limitación de salida.



Desde mi punto de vista esta cuarta parte se sitúa en segundo lugar de la saga por lo que arriesga, pero me da la sensación (y esto empieza a ser ya una constante) de que cuando los hermanos Wachowski rodaron la primera parte en 1999 eran hombres aún, pero cuando se cambiaron de sexo, han cambiado de opinión, y aquella gran obra la ven demasiado masculina y heteropatriarcal (vaya por dios), y Lana para quedarse tranquila ha metido muchas más mujeres, que por supuesto manden, que un personaje se declare gay, se habla de binario muchas veces, en fin, un desvarío en toda regla con respecto a la idea original, que tiene su punto álgido cuando tratan de igualar a Trinity con Neo, incluso ponerla a ella por encima.

Os dejo con el tráiler del film.

jueves, 23 de diciembre de 2021

Escenas míticas del cine (CCIII)


Los hermanos Wachowski (hace ya tiempo hermanas) dirigieron en 1999 The Matrix donde la realidad que vivimos no es real, premisa con la que arranca el universo de este film. En esta maravilla de película hay referencias, homenajes, guiños y detalles prácticamente a todas las culturas y religiones que el ser humano ha ido haciendo y modelando a lo largo de siglos de historia. Todo esto ha provocado lo que ocurre siempre, que los cientos de miles de frikies e iluminados busquen trillones de lecturas, escrutando cada palabra, plano y microdetalle de la trilogía, de la que evidentemente esta primera parte es la mejor del conjunto de largo. Una revolución narrativa y visual como no se ha visto en mucho tiempo.
Se trata de un film revolucionario en concepto, y que bajo mi punto de vista cerró el siglo XX a lo grande con una obra maestra. Este año cumple 22 años y como pequeño homenaje pongo una escena clave (todas lo son) en la que Thomas Anderson, ese brillante programador de una compañía de software que es Neo fuera del trabajo (un hacker) y al que da vida Keanu Reeves es despertado por Trinity (Carrie Anne-Moss) con un beso, a partir de ahí demostrará que es el elegido en una escena impresionante cuando hace lo que quiere con el Agente Smith (Hugo Weaving).


Os dejo con la mítica escena.

jueves, 16 de diciembre de 2021

Escenas míticas del cine (CCII)

El club de la lucha es una película dirigida por David Fincher en 1999 y protagonizada por Edward Norton, Brad Pitt y Helena Bonham Carter en sus principales papeles. Se trata de una comedia negra y de mucha sátira, además de ser bastante salvaje y que vulnera y aplasta todas las convenciones narrativas y plásticas que encuentra a su paso, para burlarse de todos y de todo, y sobre todo de sí misma, ya que todo lo que toca lo convierte en carcajada furiosa.
La historia nos habla de un joven perito de seguros que además es el narrador del film, interpretado por Edward Norton que está hastiado de su gris y monótona vida luchando contra el insomnio. En un viaje en avión conoce a un carismático vendedor de jabón llamado Tyler Durden (Brad Pitt) que sostiene una teoría muy particular: "el perfeccionismo es cosa de gentes débiles, sólo la autodestrucción hace que la vida merezca la pena". Ambos deciden, después de perder su casa en un incendio el narrador, fundar un club secreto de lucha, donde poder descargar sus frustraciones y su ira, y que tiene un éxito arrollador.
En una escena mítica ambos tienen una charla en un bar tomando cervezas, y hablan de las posesiones que se tienen o no, pero que en el fondo son consumidores y con una frase lapidaria de Tyler: "lo que posees, acabará poseyéndote".


Os dejo con la mítica escena.