sábado, 31 de octubre de 2020

Muere Sir Thomas Sean Connery.

El actor escocés Sean Connery ha fallecido hoy a los 90 años en Nasáu, Bahamas plácidamente mientras dormía. Hijo de padre católico y madre protestante, fue licenciado de la Marina Real Británica por una úlcera péptica duodenal hereditaria. Tuvo varios empleos modestos e incluso trabajó de modelo artístico en el Edimburg College of Art. Ya con 18 años se inició en el culturismo y fue levantador de pesas. A partir de 1951, y después de escarceos con el fútbol, decidió meterse de lleno en la carrera de actor. En 1957 interpretó su primer papel importante, dando vida a un gánster menor con problemas de habla en No road back. Siguió haciendo films como Brumas de inquietud de Lewis Allen en 1958, o El día más largo en 1962 con Ken Annakin y Andrew Marton, pero es precisamente en ese año cuando hace su primera película como James Bond Dr. No, y al año siguiente Desde Rusia con amor, el agente secreto al que interpretó durante siete películas y más de dos décadas, que marcaría gran parte de su carrera y le dio inmensa fama, y que cerraría en 1983 con Nunca digas nunca jamás. Su estilo y su manera de interpretar al famoso detective británico le hicieron un icono imitado en todos sitios, y para muchos es por siempre el actor que mejor encarnó a este personaje.


Pero su filmografía es longeva y no sólo se ciñe a sus papeles como James Bond y así destacan La tienda roja de Mikhail Kalatozov en 1971, Zardoz de John Boorman en 1974, Asesinato en el Orient Express de Sidney Lumet también en 1974, El viento y el león de John Milius en 1975, El hombre que pudo reinar de John Huston, Meteoro de Ronald Neame en 1979, El Nombre de la Rosa de Jean-Jacques Annaud en 1986 (mítico su papel de Guillermo de Baskerville), Los Intocables de Eliot Ness de Brian de Palma en 1987 y por la que recibió el Oscar al mejor actor de reparto, Indiana Jones y la última cruzada de Steven Spielberg en 1989, La caza del octubre rojo de John McTiernan en 1990, El primer caballero de Jerry Zucker en 1995, La Roca de Michael Bay en 1996, o Descubriendo a Forrester de Gus Van Sant en el año 2000.


En homenaje os dejo con una mítica escena de la película El Nombre de la Rosa de 1986, dirigida por Jean-Jacques Annaud, en la que en su papel del franciscano Guillermo de Baskerville y acompañado de Adso de Melk (Christian Slater) van a la biblioteca a investigar el trabajo de los hermanos que habían muerto, todo acaba en una agria discusión sobre Aristóteles con el venerable Jorge de Burgos al que da vida Feodor Chaliapin Jr.

viernes, 30 de octubre de 2020

Escenas míticas del cine (CLVI)


Este proyecto está basado en el libro de Phillipe Petit "Alcanzar las nubes", cuyo guión adaptaron el director Robert Zemeckis y Christopher Browne en 2015. Hay que decir que Zemeckis se distanció hace ya mucho de su padrino Steven Spielberg, aunque no sé porqué, la gente en general los sigue asociando eternamente. Robert tiene títulos en su bagaje como Regreso al futuro, Forrest Gump o El Vuelo, entre otras, y su independencia de Steven era ya palpable en ellas. Aquí narra hechos ocurridos en agosto de 1974, totalmente reales, e increíbles.
El film narra la odisea real y en primera persona de Phillipe Petit, interpretado por un soberbio Joseph Gordon-Levitt, un funambulista francés que osó, de manera totalmente ilegal, cruzar sobre un cable de acero, no una, sino varias veces, entre las desaparecidas Torres Gemelas de New York. Pero claro, la historia, que el director trata con una gran humildad y sin arrogancia ninguna (sólo hay arrogancia y descaro en el propio protagonista, pero como algo necesario) funciona de manera asombrosa, ya que mezcla muy bien el lado sentimental, con la personalidad del protagonista y su pertinaz manera de conseguir su objetivo, "El golpe artístico" como él lo llamó, para lo que tuvo que aliarse con un grupo de cómplices necesarios que le llevarían al éxito, no sin dificultades. Zemeckis, nos cuenta esa metáfora que es El Desafío en primera persona, con Petit encaramado en lo alto de la Estatua de la libertad y dirigiéndose siempre a la cámara y por tanto al espectador.
En una escena mítica (cuando la vi en el cine aluciné), Phillipe comienza su paseo entre las torres, cuando vuelve la primera vez, hay dos policías que han arrestado a su cómplice y le instan a que pare, pero él sigue...


Os dejo con la mítica escena en su versión original.

jueves, 29 de octubre de 2020

Escenas míticas del cine (CLV)


El Instante más oscuro es un film dirigido por Joe Wright, que se centra en los acontecimientos que suceden en mayo de 1940, cuando Winston Churchill se convierte en primer ministro británico. Neville Chamberlain (interpretado por Ronald Pickup) pierde el apoyo de la cámara incluso dentro de su partido, el conservador y es reemplazado por Churchill, no sin oposiciones, ya que nadie de su propio partido quería que fuera elegido. A Winston Churchill lo interpreta un espléndido Gary Oldman, en una actuación que como anuncié aquí en su día olía a premio de la Academia, como luego se confirmó.
Como también dije en su día, esta película tiene un vínvulo con Dunkerke de Christopher Nolan, éste film podría ser perfectamente la Cara B o el otro punto de vista de aquella, casi como lo que hizo Clint Eastwood con Banderas de Nuestros Padres y Cartas desde Iwo Jima. Eso pasa, porque lo que aquí se cuenta es todo lo que sucede en Gran Bretaña, en los momentos durísimos que vive Europa por el ataque alemán en la Segunda Guerra Mundial que va conquistando hacia el sur a velocidad de vértigo, cayendo Polonia, Bélgica, Holanda, Francia y amenazando con invadir Inglaterra, pero haciendo referencias constantes a la situación de más de 300.000 soldados atrapados en las playas de Dunkerke, a la que se veían empujados por el avance nazi. Son momentos muy difíciles, duros y cruciales, en los que se tomarían decisiones decisivas para el futuro de Europa, en un momento en el que recordemos, Estados Unidos y Japón todavía no han entrado en Guerra. 
En una escena ya mítica, Winston Churchill dio un discurso final en la cámara de los lores, en la que instaba a defender su país junto con Francia, hasta la última gota de sangre, ante el invasor alemán.


Os dejo con la escena del discurso.

miércoles, 28 de octubre de 2020

Escenas míticas del cine (CLIV)


El secreto de sus ojos es una película argentina de drama y suspense, thriller si utilizamos el término anglosajón, dirigida en 2009 por Juan José Campanella y basada en la novela "La pregunta de sus ojos" de Eduardo Sacheri, quien escribió el guión junto a Campanella. Está protagonizada por Ricardo Darín, Soledad Villamil, Guillermo Francella, Javier Godino y Pablo Rago. En 1999, Benjamín Espósito (Ricardo Darín), un agente judicial retirado, decide escribir una novela acerca de un asesinato ocurrido en 1974, en cuya investigación se había involucrado, obsesionado por ese hecho acaecido 35 años atrás. Reviviendo el pasado, viene también a su memoria el recuerdo de una mujer, a quien ha amado en silencio durante todos esos años.
Se produce un flashback, y en 1974 Benjamín empieza a investigar el crimen de una joven mujer, Liliana Colotto de Morales (Carla Quevedo), brutalmente violada y asesinada en su casa de un barrio de Buenos Aires. Su esposo, ahora viudo, Ricardo Morales (Pablo Rago), aturdido por la noticia recibe la ayuda de Espósito quien le promete encontrar al asesino y llevarlo ante la justicia. En ese trabajo es ayudado por su asistente, que tiene problemas con el alcohol, Pablo Sandoval (Guillermo Francella) y la recién llegada Irene Menéndez-Hastings (Soledad Villamil), una joven guapa y de clase acomodada que es la jefa del departamento.
Pronto, Benjamín encontrará una pista al mirar viejas fotos de la joven asesinada, dónde en muchas de ellas encuentra a un hombre, Isidoro Gómez (Javier Godino) que miraba a la víctima de forma muy sospechosa... 
En una escena mítica Espósito y Pablo van a un pueblo llamado Chivilcoy, buscando información en la casa de la madre de Isidoro, haciendo justo lo contrario que su jefe del juzgado, Fortuna Lacalle (al que da vida Mario Alarcón) les dijo, la escena de la bronca es brutal.


Os dejo con la mítica escena.

martes, 27 de octubre de 2020

Bandas sonoras míticas de películas (XLVI)



Stanley Kubrick, el cineasta norteamericano, tenía en mente hacer una película sobre la figura de Napoléon, que nunca se pudo llevar a cabo. En la labor de investigación y documentación sobre la fallida película, se encontró con la novela "La Suerte de Barry Lyndon" de William Makepeace Thackeray, de 1844, con la que quedó prendado y que finalmente lograría llevar a la pantalla como su primera película de época, contando para ello en los principales papeles con Ryan O'Neal, Marisa Berenson, Patrick Magee y Hardy Krüger. Ryan O'Neal, de ascendencia irlandesa, era ideal para el papel, a pesar de no ser un actorazo para mí, pero aquí lo borda. La película narra las aventuras ficticias en el S. XVIII de Barry Lyndon (Ryan O'Neal), un joven irlandés ambicioso y sin escrúpulos, que se ve obligado a emigrar a causa de un duelo orquestado por su familia. Su vida es errante a partir de ese momento, y su sueño es alcanzar una elevada posición social, cosa que consigue enamorando a una noble inglesa y rica viuda, Lady Honoria Lyndon (Marisa Berenson), con la que logra casarse. Barry no la quiere, y tampoco a su hijo Lord Bullingdon. Aunque tienen un hijo, Brian, muere al tener una caída de caballo. Barry tiene un duelo con Lord Bullingdon (quien le había calado) y pierde una pierna. Vuelve a su tierra y luego vuelve a ir por Europa.
A diferencia del libro, que está narrado en primera persona, en el film y con clara intención de Kubrick, se decide utilizar una voz en off omnisciente (Michael Hordern), que aleja al espectador de la historia.
La banda sonora fue cuidada y mimada hasta el extremo por Kubrick, de sobra era conocido su afán de perfeccionamiento, ya que para él la música que acompañaba al metraje es tan importante como la imagen filmada. En este film, las partituras bien seleccionadas engrandecen la obra, tanto es así que el film recibió 4 Oscar, entre ellos el de mejor banda sonora producida por Leonard Rosenman. Se compone de una importante selección de piezas de música clásica de compositores del S. XVIII, así suenan temas de Bach, Vivaldi, Händel o Schubert, a la vez que incluye música popular irlandesa interpretada por la banda The Chieftains.


Os dejo con el segundo movimiento del trío para piano nº 2 de Schubert que se produce en la escena de partida de naipes en la que Barry Lyndon conoce a la que será su esposa Lady Honoria Lyndon, aunque en el vídeo se ve un resumen de escenas del film.

domingo, 25 de octubre de 2020

Escenas míticas del cine (CLIII)


Stanley Kubrick, el cineasta norteamericano, tenía en mente hacer una película sobre la figura de Napoléon, que nunca se pudo llevar a cabo. En la labor de investigación y documentación sobre la fallida película, se encontró con la novela "La Suerte de Barry Lyndon" de William Makepeace Thackeray, de 1844, con la que quedó prendado y que finalmente lograría llevar a la pantalla como su primera película de época, contando para ello en los principales papeles con Ryan O'Neal, Marisa Berenson, Patrick Magee y Hardy Krüger. Ryan O'Neal, de ascendencia irlandesa, era ideal para el papel, a pesar de no ser un actorazo para mí, pero aquí lo borda.
La película narra las aventuras ficticias en el S. XVIII de Barry Lyndon (Ryan O'Neal), un joven irlandés ambicioso y sin escrúpulos, que se ve obligado a emigrar a causa de un duelo orquestado por su familia. Su vida es errante a partir de ese momento, y su sueño es alcanzar una elevada posición social, cosa que consigue enamorando a una noble inglesa y rica viuda, Lady Honoria Lyndon (Marisa Berenson), con la que logra casarse. Barry no la quiere, y tampoco a su hijo Lord Bullingdon. Aunque tienen un hijo, Brian, muere al tener una caída de caballo. Barry tiene un duelo con Lord Bullingdon (quien le había calado) y pierde una pierna. Vuelve a su tierra y luego vuelve a ir por Europa.
A diferencia del libro, que está narrado en primera persona, en el film y con clara intención de Kubrick, se decide utilizar una voz en off omnisciente (Michael Hordern), que aleja al espectador de la historia.
En una escena tremenda, el regimiento inglés de Barry ha desembarcado en el continente, dentro de la Guerra de los Siete Años (1757-1763) y "entra en combate por primera vez", enfrentándose a un destacamento francés. Caminan hacia los franceses que empiezan a disparar, mientras van cayendo diferentes soldados, una de las balas da al Capitán Grogan (al que da vida Godfrey Quigley), el mejor valedor de Barry, que le lleva a hombros y le aparta de la batalla hasta que muere herido de gravedad.

Os dejo con la mítica escena.

miércoles, 14 de octubre de 2020

Octavo Aniversario de My Kingdom for a Film.

Hace ya 8 años, tal día como hoy, inauguré este blog en el que hablo sobre cine, películas, cortos, series, escenas míticas, escenas cómicas, estrenos de cine, bandas sonoras, noticias, etc...
Es cierto que cuando inicié esta aventura, con expectativas muy modestas, la cosa era complicada, pero con el paso del tiempo, el trabajo, los posts realizados y demás, la respuesta es bastante sentida y sobre todo se comparten opiniones de todo tipo.
Quiero dar las gracias a todos, a blogeros que son seguidores, comentaristas y lectores, a los no blogeros que también comentan y leen, a los blogeros que sólo leen, a los que sin ser blogeros se hicieron seguidores, a los que no son ni blogeros ni seguidores, pero se pasan a leer o comentar, a aquellos que sólo leen aunque no digan nada, e incluso a aquellos que sólo se pasan a criticar. Y desde luego este año tan difícil, sin poder ir al cine durante meses ha sido difícil, pero hay que continuar, el séptimo arte lo merece.


Marty Feldman siempre es un seguidor constante de My Kingdom for a film, y la devoción es mutua, siempre a sus pies. Otro año  más y parece increíble, hablando de estrenos fulgurantes, noticias, películas, cortos, manteniendo mis viejas secciones de escenas cómicas y escenas míticas, y alguna seminueva como las bandas sonoras míticas, en definitiva un trabajo constante del que estoy muy orgulloso y quería compartir con todos. Además sigue vivo mi viejo blog de música, aún más veterano.
Aún recuerdo el primer post hablando de la película Drive, que me impulsó de manera definitiva a hablar de cine a día de hoy, una de tantas películas que me dejó huella.


Mi película favorita cómica, sin duda es El Jovencito Frankestein, dirigida por Mel Brooks en 1974. Una de las comedias más disparatadas, delirantes, ingeniosas y divertidas de la historia del cine. Se trata de una de esas conjunciones donde todo funciona, y no sólo eso, sino que lo hace con un encanto especial, algo tocado con una varita mágica e irrepetible. Además y por si fuera poco, tiene la capacidad curativa de hacer olvidar problemas de la vida cotidiana, y te sientes completamente absorbido por la pantalla, en su hora y tres cuartos de duración.
Rodada en blanco y negro aposta, en ella, el joven doctor Frederick Frankestein (Gene Wilder), un neurocirujano norteamericano, ha huído siempre del estigma legado por su abuelo, quien creó años más tarde un monstruo. Ahí, es donde el guión perpetrado por Brooks y Wilder hace un desprejuiciado homenaje, que a la vez es parodia, y como no revisión del mito cinematográfico, cuya creación era de Mary Shelley.
En este día tan especial y habiéndola visto recientemente otra vez (y no me canso) hay una escena realmente graciosa, en la que el monstruo (al que da vida de manera genial Peter Boyle) una vez ha salido del castillo, vaga por el pueblo y llega a la casa de un ciego al que interpreta Gene Hackman (muy difícil distinguirlo). El ciego le invita a comer, beber, e incluso fumar, pero en sus buenos deseos le echa la sopa en todos los sitios menos en el cuenco, le rompe el vaso de vino al brindar y le quema el dedo al darle fuego... imborrable.

Os dejo con la mítica escena cómica.

domingo, 11 de octubre de 2020

Rifkin's Festival (2020)

Woody Allen ha estrenado su nuevo film Rifkin's Festival inaugurando la sección oficial del 68º Festival de San Sebastián, manteniendo así su fidelidad a hacer una película al año, algo que solo se interrumpió en 2018, y que además coincide que tiene a dicha ciudad como escenario de la cinta. Woody tiene ya 84 años, pero su amor por el cine sigue completamente intacto, al igual que varias de sus míticas características que se van repitiendo a lo largo de los años en sus películas, como la del personaje principal que unas veces interpreta él mismo y otras veces es otro actor, pero cuyos rasgos principales son las de un judío hipocondríaco, amante del cine, que acude al psicoanalista, amante de las mujeres, etc., en esta comedia romántica lo que varía es que este personaje tan suyo es ya mayor y ya no está para muchas batallas, con algún problema de salud y un matrimonio que hace aguas.


Aquí narra la historia de un matrimonio estadounidense que acude al Festival de San Sebastián, al que ella va como miembro de una productora de cine, y él como acompañante. La pareja, Mort (Wallace Shawn) y Sue (Gina Gershon) está hace años prendada de la ciudad, su belleza, la comida y el encanto de España. Durante los días que pasan allí queda ya muy claro el lío de ella con Phillipe (Loui Garrel) un aclamado director francés, al que además de acompañar en todas sus entrevistas y actos relacionados con el Festival, en las comidas o cenas siempre son a tres bandas y ya se sabe, son multitud. Él por su lado conoce a Jo Rojas (Elena Anaya) una doctora que le atiende de unos dolores en el pecho y de la queda prendado.
 

En esta comedia romántica Allen trata de nuevo una trama coral donde caben las frustraciones sentimentales, los adulterios, los flechazos a la primera, que fluyen de manera precisa a la vez que es capaz de soltar citas una detrás de otra, mezclado con declaraciones de amor y con la reelaboración visual (utilizando a los protagonistas) de obras señeras de Bergman, Welles, Fellini o Godard a los que cita en todo momento. Todo eso tiene un parte de mucha sátira e ironía cuando fustiga (sobre todo mediante el personaje de Mort) con saña las vanidades de jóvenes cineastas franceses que sólo saben mirarse el ombligo (algo típico de la idiosincrasia gala), centradas en el personaje de Garrel que se presta de manera genial a esa caricatura.


En el otro lado se establece un paralelismo, en el que un gran Wallace Shawn pasea por las calles, plazas y parques de San Sebastián, como lo haría el propio Woody por Manhattan, utilizando en este caso como guía al personaje de Elena Anaya, que es el tipo de mujer que no suele acertar con sus parejas, de hecho está en medio de una profunda crisis con Paco, un pintor al que da vida Sergi López y que abusa del alcohol y otras mujeres, un juego que aceptó al principio pero que empieza a ser bastante dañino para ella. Mort lo intenta con ella, pero la doctora no le abre la puerta del todo.


Os dejo con el tráiler de esta entretenida película.

miércoles, 7 de octubre de 2020

Escenas míticas del cine (CLII)

En 1961 J. Lee Thompson dirigió a un elenco impresionante de actores en una cinta de cine bélico, inspirado en hechos de la II Guerra Mundial, llamada Los Cañones de Navarone. Actores de la talla de Gregory Peck, David Niven o Anthony Quinn (que tiene más de una escena memorable en este film) están inmensos, en una misión inolvidable. La tirada de secundarios es espléndida también, entre ellos estaban Richard Harris, Irene Papas, Stanley Baker, Anthony Quayle o Gia Scala. En 1943 la fuerzas del Tercer Reich ocupan Grecia y las Islas del Mar Egeo. Los alemanes planean una demostración de fuerza, con el objetivo de meter a Turquía en la guerra de su lado. 2000 soldados británicos se encuentran acorralados, mientras tanto, en la isla de Kheros. Pero muy cerca, en Navarone, hay instalados un par de enormes y poderosos cañones de largo alcance, cuya potencia es descomunal y cierra el paso de navegación por el Egeo, y con la posibilidad de hacer una masacre entre los ingleses allí destinados. El Alto Mando aliado manda destructores, pero sin éxito, tampoco la Royal Navy ni la RAF lo consiguen. La única y remota opción es enviar un comando de élite que se infiltre y consiga acabar con los cañones, ese comando será de seis hombres, que realizan una misión utópica y casi imposible, prácticamente suicida. Todo esto fue musicado de manera soberbia por Dimitri Tiomkin, con una música poderosa y brillante.

En una gran escena del film, después de acceder a la parte alta de la isla eliminan a un soldado alemán al que llaman por teléfono a su puesto de control, el Capitán Mallory (Gregory Peck) lo coge y contesta en alemán, pero no consigue engañarles. A partir de ahí el comandante Franklin (Anthony Quayle) está herido de gravedad con rotura en su pierna al escalar, por lo que deben llevarle mal herido, y se plantean tres opciones, una llevarle entre todos otra dejarle allí con el peligro de que los alemanes le metan droga y descubra el plan, y una tercera que dice Andrea Stavros (Antohny Quinn) que es matarle, a lo que responde manera airada el cabo Miller (David Niven. 

Os dejo con la mítica escena.

lunes, 5 de octubre de 2020

Mejores escenas cómicas del cine (LXXXIV)

En el año 2003 Tim Burton dirige Big Fish, una de sus películas más aclamadas. Basada en la novela de Daniel Wallace y con guión adaptado de John August nos cuenta la relación entre William Bloom (Billy Crudup) y su padre Edward (Albert Finney de mayor y de joven Ewan McGregor), pero tras enterarse de que padece una enfermedad terminal, regresa a su hogar para estar con él en los últimos momentos. De nuevo William se verá forzado a escucharlo mientras cuenta interminables historias de su juventud, todas ellas fastuosas, aunque en esta ocasión tratará de diferenciar las que eran realidad de las que eran fantasía, para conocerle mejor, ya que su progenitor tendía siempre a mezclar ficción y realidad. En una de esas historias, Edward sale de su pueblo y llega a uno muy especial llamado Spectre, donde el tiempo parece haberse detenido y todo el mundo es extrañamente feliz. Allí se encuentra con Norther Winslow, un escritor del mismo pueblo que él, que lleva allí ya mucho tiempo y con el que tiene una escena muy cómica, ya que le comenta que lleva 12 años trabajando en un poema, y Edward le dice si puede ver lo que lleva escrito, y comprueba que solo lleva tres líneas...

Os dejo con la cómica escena.