sábado, 30 de junio de 2018

Escenas míticas del cine (LXXIV)


Como decía ayer Martin Scorsese dirige en 1990 una película de gangsters mítica, Uno de los Nuestros. En este film cristalizan todas las obsesiones, todos los logros narrativos y estilísticos, todas las ramificaciones temáticas que durante décadas Scorsese fue atesorando y haciendo crecer en su interior. Un film de gangsters de origen italiano cuyas ambiciones y pretensiones quedan perfectamente reflejadas en el film. La primera frase del film es: "Que yo recuerde, desde que tuve uso de razón, quise ser un gángster". Una de las obras cumbre del género de mafiosos, una cinta trepidante e intensa, dónde Robert de Niro, Joe Pesci y Ray Liotta llevan el peso de los papeles más importantes. Como anécdota, la palabra "fuck" es usada en 300 ocasiones durante la cinta.
Y ahora me refiero al personaje de Ray Liotta, Henry Hill, el que me daba más repeluco, un tipo que tenía la casa a nombre de la suegra, los coches a nombre de su mujer, sus carnets de la Seguridad Social y de conducir eran falsos, nunca votaba y nunca pagaba impuestos, un fiera que iba de gorra a todos los sitios y siempre a lo mejor y más caro, claro. En la escena final de la película ya está trincado y forma parte del Programa de Protección de Testigos por lo que en el juicio delata a Paul Cicero (A quién da vida Paul Sorvino) y a Jimmy Conway (Robert de Niro) el auténtico jefe del clan, y es ahí donde va narrando (es el narrador de todo el film) que ahora iba a tener la vida de un auténtico gilipollas, es decir, la de un pobre mortal, una gran putada vaya.


Os dejo con esta brutal escena, donde en un momento el propio Liotta, deja la escena del juicio y habla a la cámara, digamos que un símil de lo que había hecho toda su vida, lo que quería.

viernes, 29 de junio de 2018

Escenas míticas del cine (LXXIII)


Martin Scorsese dirige en 1990 una película de gangsters mítica, Uno de los Nuestros. En este film cristalizan todas las obsesiones, todos los logros narrativos y estilísticos, todas las ramificaciones temáticas que durante décadas Scorsese fue atesorando y haciendo crecer en su interior. Un film de gangsters de origen italiano cuyas ambiciones y pretensiones quedan perfectamente reflejadas en el film. La primer frase del film es: "Que yo recuerde, desde que tuve uso de razón, quise ser un gángster". Una de las obras cumbre del género de mafiosos, una cinta trepidante e intensa, dónde Robert de Niro, Joe Pesci y Ray Liotta llevan el peso de los papeles más importantes. Como anécdota, la palabra "fuck" es usada en 300 ocasiones durante la cinta.
En una escena mítica de las muchas del film, Tommy (Joe Pesci) hace una visita a Stacks (Samuel L. Jackson) un tipo que no pertenecía realmente a la banda, pero que actuaba como músico de blues en el Robert's Lounge y prestaba servicios ocasionales para ella, como chófer o recadista, siempre cobrando sus trabajos en especie con cargos a las partidas de las mercancias robadas, y no va precisamente de buen rollo, ya que en uno de los trabajos dejó huellas en una camioneta, por lo que le despiertan entre Tommy y Frankie (Frank Sivero), y mientras Frankie hace el café Devito le pega un tiro en la nuca a Stacks. 


Os dejo con la mítica escena.

jueves, 28 de junio de 2018

El Club de los 27 (2015)


Carlos Solano dirige este corto en el que Roi (Javier Pereira) es un músico de mucha proyección que está viviendo un momento dulce y tiene una reunión con el directivo de una compañía de discos (Luis Zahera), en la que le propone que si firma el contrato de su vida (ingresar en el Club de los 27) tendrá todo lo que quiera, pero que en dos años, al cumplir los 27 debe morir, cumpliendo el mítico refrán de vive rápido y deja un bonito cadáver. Al principio Roi se piensa que es una broma, pero el pez gordo de la multinacional habla desde la experiencia y da ideas de como hacerlo, porque ya ha habido casos de todo tipo. En medio de la conversación le llama su chica, y sin poder atenderla recibe sus mensajes, acerca de algo muy importante en sus vidas.
Su decisión tendrá consecuencias, tanto si es afirmativa como si no...


Os dejo con este gran corto.

miércoles, 27 de junio de 2018

Pop (2017)


Álvaro Cuevas García dirige este curioso corto en el que una amiga recomienda a otra una aplicación para ligar. Bea (Ana Sañiz) vive en su mundo y se deja llevar por los consejos de su amiga Vane (Marta Mateos) aunque su interpretación de la actualidad de las redes sociales, y aplicaciones es bastante particular.
En su primera experiencia quedando con un chico llamado Raúl (Pedro Cerezo), ella lleva la voz cantante y le insta a ir a un sitio a comer (con digamos unas formas algo abruptas), mientras él algo desconcertado intenta llevar la conversación por el terreno en teoría pactado...


Os dejo con el interesante corto.

martes, 26 de junio de 2018

Super Feministas (2018)


Adán Denada dirige y protagoniza este corto titulado Super feministas. Un hombre está una mañana en el supermercado (Adán Denada) y gira la mirada ante la presencia de una mujer (Miriam Marco), ella le devuelve la mirada pero inmediatamente va a una encargada de la tienda para que hable con el chico. Este es llevado a una sala, de buenas maneras, donde es interrogado por dicha encargada, la jefa del super y la supuestamente mujer "agredida".  En la sala es interrogado y acusado por las tres mujeres, que deciden que no vuelva a entrar en esa tienda.
Todo exceso en cualquier ámbito es desmedido, pero en este caso la crítica va hacia el feminismo enfermizo, mientras de manera soslayada se deja caer el tema de los robos en estos establecimientos, que queda en segundo plano.


Os dejo con el curioso corto.

viernes, 22 de junio de 2018

Serás mi novia (2018)


Carlos Cabero dirige este corto interpretado por dos mujeres, una profesora y una alumna, a las que dan vida Trisha Fernández (la alumna, Ana) y Carolina Pérez (la profesora). La profesora va hacia su coche, para ir hacia su casa, pero se encuentra con la alumna más problemática de clase escondida en el asiento trasero del mismo. Empieza a decirle que será su novia, y que empezará a matar a todos aquellos que le hacen la vida imposible en el colegio. Esa presión y ese agobio es el que intenta hacer sentir la alumna a la profesora...


Os dejo con este curioso corto.

viernes, 15 de junio de 2018

Nowhere boy (2009)


Sam Taylor-Johnson dirige este biopic sobre la figura de John Winston Lennon en su etapa de la vida más difícil, cuando pasa de adolescente a adulto. Se habla, claro está, del germen de The Beatles, pero sin nombrarlo ni una sola vez, y centrándose en la educación sentimental de ese chico, que luego sería un genio. Un servidor leyó un libro hace muchos años, escrito por Jordi Sierra i Fabra, titulado "El joven Lennon" de la editorial Gran Angular y os puedo asegurar que viendo ayer el film (que por circunstancias no pude hacerlo antes), me recordó muchos pasajes del libro, por no decir que sería la base perfecta, aunque según la ficha técnica, el guión de Matt Greenhalgh está basado en las memorias de Julia Baird.


Pero esta película, se centra en todos esos personajes que rodean la vida del joven John, en todo su recorrido vital, desde sus enormes problemas familliares, sus amistades, la creación de su primera banda (The Quarrymen), hasta el final con la revolución que supuso su viaje y posterior gira por Hamburgo a principios de los años 60. Aaron Johnson, es el actor que da vida al joven Lennon, y la verdad es que está soberbio en los gestos, la caracterización, y porqué no decirlo, en ser él en todo momento. La maternidad tan conflictiva tiene dos vertientes, la de su madre verdadera, Julia, a la que da vida Anne-Marie Duff, la biológica pero siempre ausente y Mimi Smith, interpretada por esa gran actriz dramática que es Kristin Scott Thomas, la persona que realmente crió a nuestro protagonista.


Es más que evidente que la ausencia de su madre marca la vida de John, su situación emocional define una adolescencia dispersa, bastante atormentada y con problemas en la escuela. Pero él consigue ir a ver a su mamá, con la que irá a escuchar música, le enseñará a tocar el banjo y se sentirá vivo a su lado. Pero siempre vendrán los reproches, y los desencuentros afectivos con ella, de cuando le dejó con su tía, y es ahí donde se gesta ese adolescente rebelde, con dosis de irreverencia callejera. No digamos la no presencia de su padre...
Esa personalidad indómita y brusca en muchos momentos de John, tiene un momento estelar cuando conoce a Paul McCartney (momentazo del film, creo que recreado de forma magnífica), Thomas Sangster lo hace brutal interpretando al joven quinceañero Paul, que quiere tocar en su banda y demuestra sus grandes habilidades, a pesar de la reticencia inicial, luego harán buenas migas, Paul enseñará a tocar a John a guitarra (no era igual que el banjo) y nacerá el germen de lo que en un futuro sería la banda más grande de la historia. Paul, a diferencia de John, era el cándido y sensato, pero sobre todo llevaba un musicazo dentro.


En muchos momentos de la película hay dramatismo, ese complejo de Edipo que empezará a surgir en la personalidad de John, además de las discusiones continuas con su madre y su tía, que tiene su punto culminante con el atropello de Julia y su muerte. 
Sus primeras actuaciones como The Quarrymen, esas influencias de Elvis Presley, Buddy Holly (las gafas de pasta de ese estilo), Little Richard, Screamin' Jay Hawkins, etc., aunque eran skiffle amateur, pero que convirtió a nuestro mito en un frontman salvaje y con ese punto de egolatría y a la vez descontrol.


En la película los flashbacks están controlados, el dramatismo latente no está llevado al límite, y la psicología de los personajes sobresale. 
La ambientación british clásica está muy cuidada, en eso el director está soberbio, además es un film visualmente agradable, esa reconstrucción de mediados de los 50 de la posguerra.
Pero la película, aposta, termina en el momento justo de partir a Hamburgo, con la miel en los labios, pero tranquilos, lo que vino a partir de ahí hasta el lanzamiento del primer single Love me do, está perfectamente contado en Backbeat (1994).


Os dejo con el tráiler de Nowhere boy.

miércoles, 13 de junio de 2018

15 años sin Gregory Peck.


Eldred Gregory Peck murió el 12 de junio de 2003 en Los Ángeles a los 87 años de edad, sin ninguna aparente enfermedad, de manera natural su corazón dejó de latir. Sus restos reposan hoy en un mausoleo situado bajo la catedral californiana, el lugar que acogió su multitudinario funeral, en el que su compañero en Matar a un Ruiseñor, el actor Brock Peters, resumió el sentir de los asistentes: "Se trata (dijo Peters) de darle la despedida a una figura que emanaba esa decencia que los actores deben de buscar no sólo en sus films, sino también en su vida privada".
Nacido en San Diego (California) en 1916, hijo de farmacéutico de ascendencia armenio-irlandesa y madre de ascendencia escocesa, su padre era católico y su madre se convirtió al catolicismo después de casarse. Sus padres se divorciaron, siendo él pequeño, pasando su abuela a ser una parte muy importante de su infancia, una gran aficionada al cine que lo llevaba a ver películas todas las semanas, ahí nació su pasión.


Cuando tenía 10 años fue enviado a una escuela católica militar en Los Ángeles, y mientras cursaba allí estudios, murió su abuela. A los 14 años se fue a vivir a San Diego con su padre, estudiando bachillerato en el Instituto. Se propuso estudiar medicina en la Universidad de Berkeley, pero pronto abandonó la idea y descubrió su vocación por la interpretación, en el grupo de teatro universitario. Fue a actuar y a estudiar interpretación  a New York y en 1941 debutó en Broadway. 
Pero en 1944 abandona los escenarios y empieza su carrera en el cine, su debut fue en Days of Glory (1944) de Jacques Tourneur haciendo de ruso en medio de rusos. A partir de ahí Spellbound (1945) de Alfred Hitchcock y compartiendo reparto con Ingrid Bergman, más el mítico western de 1946 Duel in the sun, lanzaron definitivamente su carrera. Hablamos de una voz grave, gran estatura y percha, porte templado, y una indiscutible elegancia, que causaron sensación en los estudios del Hollywood clásico. Por si fuera poco, su manera de andar me ha parecido siempre inconfundible, de esas que te marcan.


Trabajó con todos los grandes directores de su época, desde el ya referido Hitchcock a King Vidor, de Elia Kazan a Raoul Walsh, de Willian Wyler a John Houston. Un actor versátil, era capaz de ser un seductor encantador con Audrey Hepburn en Vacaciones en Roma (1963), encarnar el mítico Capitán Ahab en Moby Dick (1956) o adelantarse al salvaje oeste en The Big Country (1958).
Recibió el único Óscar de su carrera por la interpretación de Atticus Finch en Matar a un ruiseñor (1962) dirigida por Robert Mulligan, hizo Arabesque (1966) junto a Sofia Loren, El Oro de Mackenna (1969), La profecía (1976) con Lee Remick, Los Niños del Brasil (1978) compartiendo con Lawrence Olivier y James Mason o aquella joya que fue Gringo Viejo (1989) junto a Jane Fonda, entre otras.


Volviendo a Matar a un ruiseñor, el film estaba basado en la novela de la escritora Harper Lee, y narraba la historia de un abogado llamado Finch, al que daba vida Peck, que tiene que defender a un hombre de raza negra acusado injustamente de violar a una mujer. Tanto el libro como la película, llegaron con el Movimiento por los Derechos Civiles muy vigente, y sirvieron de espejo de los debates de la sociedad estadounidense acerca del racismo, la tolerancia y la justicia.
Peck siempre dijo que Finch había sido su personaje favorito, de hecho en el documental "A conversation with Gregory Peck" (1999), aseguró que tuvo "un día de suerte" cuando recibió el guión de esa película, un auténtico regalo para él.

En su recuerdo y memoria pongo una escena de esta enorme película, To kill a Mockingbird, donde Atticus le dice a su hija Scout Finch (Mary Badham) que no se pelee en la escuela, porque su padre esté defendiendo a un hombre de raza negra.

martes, 12 de junio de 2018

20 años de El Gran Lewbowski.


Qué puedo decir de una de mis películas favoritas... dirigida por los Hermanos Cohen en 1998, que la veo cada cierto tiempo porque no paro de reir, que ver al Nota a menudo es un estilo de vida, o sacar parecidos entre la gente normal con Donny o Walter puede llegar a ser de lo más chanante... pues eso y muchas cosas más. Pero ante todo estamos ante una comedia redonda, dónde los hermanos Ethan y Joel Cohen lo bordan al crear el personaje de "El Nota".
Jeff Bridges da vida a Jeffrey Leboswki, El Nota, un vago y jugador de bolos desempleado de Los Ángeles que se presenta ante un multimillonario llamado igual que él, después de un caso de identidad errónea. Entonces, cuando la joven esposa del millonario es secuestrada, le pide al Nota que se encargue del rescate para una segura liberación.


El plan sale mal cuando el amigo de El Nota, Walter Sobchak (John Goodman) pretende quedarse con el dinero del rescate y utiliza un señuelo. El problema de Walter es que algún casquillo de bala debió de quedársele alojada en alguna zona del cerebro, vaya usted a saber cual, en Vietnam, por lo que cualquier situación que se tercia la relaciona con aquella guerra.
Donny (Steve Buscemi) suele ser el contrapunto dentro de las amistades del Nota, un tipo callado y apocado, el cual relaciona todo curiosamente con los Beatles.
A partir de ahí, conocemos la vida de El Nota, sus partidas de bolos, sus amigos, y sus contrincantes, entre ellos Jesús Quintana (John Turturro) cuya aparición en la película no tiene desperdicio.


Por otro lado, la relación que mantiene El Nota con la hija del otro Lebowski, Maude Lebowski (Julian Moore) que es feminista, artista avant-garde y cuyo trabajo ha sido elogiado por ser "fuertemente vaginal", mete a nuestro protagonista en todavía más líos.
Sam Elliott hace de Stranger, un vaquero que narra el film y dice que la vida de El Nota transcurre sin sobresaltos, es un tipo tranquilo que escribió la declaración de Port Huron (no del segundo borrador pactado), fue uno de los 7 de Seattle junto a otros 6 tipos, y se dedica a jugar a los bolos, conducir por ahí, darse un viaje ácido de vez en cuando, escuchar a los Creedence y odia a los Eagles. Todo se complica cuando un asiático americano de nacionalidad indefinida orina en su alfombra...


La banda sonora de la película es simple y llanamente impresionante con temas de Dylan (The man in me), Captain Beffheart, Elvis Costello, Nina Simone, etc., y los Gipsy Kings... si si, aquellos gitanos franceses que versioneaban a Julio Iglesias y los Manolos, aquí con una versión del Hotel California de los Eagles.
Ese tema de Dylan suena en el inicio del film, con los créditos, y entra la primera escena con una típica tarde en la bolera y una conversación entre nuestros tres protagonistas, El Nota, Donny y Walter que es acerca de la alfombra del Nota...

Os dejo con la mítica escena donde Walter le dice a Donny "olvídalo Donny no estás en tu elemento..."

viernes, 8 de junio de 2018

The Man Who Killed Don Quixote (2018)


Terry Gilliam, el ex Monty Python, dirige este film después de llevar detrás de rodarlo 25 años, y haber podido por fin sacar adelante el proyecto. A finales de los años 90 comenzó el rodaje con Johnny Deep como Sancho Panza y Jean Rochefort como Don Quijote, pero aquel rodaje se suspendió por problemas económicos, inundaciones, un accidente del protagonista, etc., algo que obligó a su cancelación y que quedó reflejado en el documental "Perdidos en la Mancha" (con vocación de making of). Después de infinitos problemas, incluso un antiguo productor que quiso impedir su estreno en Cannes, la cinta clausuró el festival y todo salió adelante. Se ha rodado en España casi toda, Navarra, Madrid y Toledo, pero también Portugal. 



Dicho esto, mi concepto global de la película es mejor de lo que esperaba, teniendo en cuenta que la lectura del Quijote y su traslado a la pantalla es algo que ya sucedió en otros trabajos digamos más fieles, y que no resulta fácil, además de que en este caso concreto hay una subpelícula que yace por debajo del propio film. Estaba claro por donde iría el concepto de Gilliam, y de su guionista Tony Grisoni que adaptan a su manera la novela de Miguel de Cervantes, es decir, tiene la exageración, incluso lo grotesco como signos identificativos, y se permite ciertas licencias acorde a su propia historia. Algo que queda claro ya en el inicio, ya que el director de esa nueva versión (niño mimado del jefe) descubre de forma muy sorprendente, una copia de la adaptación que libremente hizo cuando era estudiante, y por tanto era una persona diferente.


Ese personaje, el director de esa nueva visión del film, Toby, es interpretado por Adam Driver, que se le entiende bien gracias a esos excesos del inicio. Toby es ahora un director de anuncios muy cínico, que se verá envuelto en los delirios estrafalarios de un viejo zapatero español, al que él cuando era estudiante y realizó su corto, convirtió en Don Quijote (interpretado por Jonathan Price). El problema radica en que se vuelven a cruzar sus caminos más de diez años después, y aquel zapatero se cree que es el ingenioso hidalgo de verdad. Todo ello conducirá a una serie de aventuras cómicas (muchas muy bien adaptadas de la mítica novela) y cada vez más surrealistas, lo que hará que Toby (casi obligado a ser Sancho Panza) se vea abocado a enfrentarse a las repercusiones de lo que él rodó cuando era un joven idealista, pero que cambió la vida de un pequeño pueblo español y la de sus habitantes para siempre.


Pero si que es cierto, que mientras vas viendo el trabajo te quedan dos partes distintas en la cabeza y que no están anexionadas ni engrasadas como deberían, y es ahí donde el film no acaba de funcionar. Por un lado esa revisión de la novela, con pasajes llevados de manera magistral, y ante todo esa figura del hombre que ha acabado creyéndose que es El Caballero de la Triste Figura con un más que convincente Price, y la máxima por extensión de que "todos llevamos un Quijote dentro", pero por otro un guión al que le cuesta discernir de manera segura entre los saltos que hay de realidad y ficción, algo que induce a despistar y confundir. 
Lo que si que es realmente chocante, es que a veces la propia película es engullida por sus propios excesos, ya que hay escenas muy influenciadas por lo visto antes.


Y en cuanto al elenco de actores españoles que aparecen en la cinta, Oscar Jaenada como gitano raro, pero puntualmente importante, está bien, Jordi Mollá como mafioso ruso no desentona, pero Sergi López y Rossy de Palma haciendo de moros... ups, me costaron. Stellan Skarsgard es el productor de despacho que busca mecenas, y Olga Kurylenko su esposa despechada e insatisfecha. Joana Ribero como Dulcinea dominada está bastante creíble.
Juntos Price y Driver hacen que el espectador ría y se lo pase bien, hacen un buen tandem, aunque esa mezcla de ironía y surrealismo a paladas no a todos le siente bien.


En definitiva Gilliam ha conseguido hacer realidad un proyecto que parecía ya condenado al ostracismo, pero en líneas generales la narrativa tiene cierta confusión, con algunos momentos brillantes sin duda, pero si que adolece de una continuidad y firmeza, asaltando dudas que quizás vengan provocadas por todo lo difícil que fue llevar a cabo la película.

Os dejo con el tráiler del film.