viernes, 15 de junio de 2018

Nowhere boy (2009)


Sam Taylor-Johnson dirige este biopic sobre la figura de John Winston Lennon en su etapa de la vida más difícil, cuando pasa de adolescente a adulto. Se habla, claro está, del germen de The Beatles, pero sin nombrarlo ni una sola vez, y centrándose en la educación sentimental de ese chico, que luego sería un genio. Un servidor leyó un libro hace muchos años, escrito por Jordi Sierra i Fabra, titulado "El joven Lennon" de la editorial Gran Angular y os puedo asegurar que viendo ayer el film (que por circunstancias no pude hacerlo antes), me recordó muchos pasajes del libro, por no decir que sería la base perfecta, aunque según la ficha técnica, el guión de Matt Greenhalgh está basado en las memorias de Julia Baird.


Pero esta película, se centra en todos esos personajes que rodean la vida del joven John, en todo su recorrido vital, desde sus enormes problemas familliares, sus amistades, la creación de su primera banda (The Quarrymen), hasta el final con la revolución que supuso su viaje y posterior gira por Hamburgo a principios de los años 60. Aaron Johnson, es el actor que da vida al joven Lennon, y la verdad es que está soberbio en los gestos, la caracterización, y porqué no decirlo, en ser él en todo momento. La maternidad tan conflictiva tiene dos vertientes, la de su madre verdadera, Julia, a la que da vida Anne-Marie Duff, la biológica pero siempre ausente y Mimi Smith, interpretada por esa gran actriz dramática que es Kristin Scott Thomas, la persona que realmente crió a nuestro protagonista.


Es más que evidente que la ausencia de su madre marca la vida de John, su situación emocional define una adolescencia dispersa, bastante atormentada y con problemas en la escuela. Pero él consigue ir a ver a su mamá, con la que irá a escuchar música, le enseñará a tocar el banjo y se sentirá vivo a su lado. Pero siempre vendrán los reproches, y los desencuentros afectivos con ella, de cuando le dejó con su tía, y es ahí donde se gesta ese adolescente rebelde, con dosis de irreverencia callejera. No digamos la no presencia de su padre...
Esa personalidad indómita y brusca en muchos momentos de John, tiene un momento estelar cuando conoce a Paul McCartney (momentazo del film, creo que recreado de forma magnífica), Thomas Sangster lo hace brutal interpretando al joven quinceañero Paul, que quiere tocar en su banda y demuestra sus grandes habilidades, a pesar de la reticencia inicial, luego harán buenas migas, Paul enseñará a tocar a John a guitarra (no era igual que el banjo) y nacerá el germen de lo que en un futuro sería la banda más grande de la historia. Paul, a diferencia de John, era el cándido y sensato, pero sobre todo llevaba un musicazo dentro.


En muchos momentos de la película hay dramatismo, ese complejo de Edipo que empezará a surgir en la personalidad de John, además de las discusiones continuas con su madre y su tía, que tiene su punto culminante con el atropello de Julia y su muerte. 
Sus primeras actuaciones como The Quarrymen, esas influencias de Elvis Presley, Buddy Holly (las gafas de pasta de ese estilo), Little Richard, Screamin' Jay Hawkins, etc., aunque eran skiffle amateur, pero que convirtió a nuestro mito en un frontman salvaje y con ese punto de egolatría y a la vez descontrol.


En la película los flashbacks están controlados, el dramatismo latente no está llevado al límite, y la psicología de los personajes sobresale. 
La ambientación british clásica está muy cuidada, en eso el director está soberbio, además es un film visualmente agradable, esa reconstrucción de mediados de los 50 de la posguerra.
Pero la película, aposta, termina en el momento justo de partir a Hamburgo, con la miel en los labios, pero tranquilos, lo que vino a partir de ahí hasta el lanzamiento del primer single Love me do, está perfectamente contado en Backbeat (1994).


Os dejo con el tráiler de Nowhere boy.

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