martes, 31 de enero de 2023

Bandas sonoras míticas de películas (CXXXV)


En el año 2001 Ron Howard dirige Una mente maravillosa, película basada en un libro de Sylvia Nasar que trata sobre la vida de John Forbes Nash Jr. al que interpreta Russell Crowe, de una manera muy suavizada (ya que no aparece ni su supuesta bisexualidad, ni líos familiares y con la justicia, etc...), un matemático que ganó en 1994 el Premio Nobel de Economía, tras sobrevivir a una enfermedad tan destructiva como la esquizofrenia. 
Precisamente, la forma en que se trata esta enfermedad en la película es parte importante de la misma y hay asociaciones que le han dado premios y alabanzas por ello. 
El director decía que esperaba que después de ver la película, la gente mirara de forma distinta a una persona a la que vieran en una esquina hablando sólo, porque esta enfermedad es muy dura y a los esquizofrénicos les hace ver un mundo tan real como en el que vivimos el resto. También se ve la dureza que supone para los amigos y familiares.
Para este hombre, la enfermedad empezó ya en la Universidad, pero como a los genios siempre se les ha considerado muy excéntricos, no recibió tratamiento. Ahí es donde empieza el film, para darnos cuenta de que ya entonces le atormenta el mundo y la dificultad que ello conlleva de integración en la sociedad como una persona normal. Esta primera parte está rodada en el Campus de Princeton.
Allí en Princeton, donde Nash llega en 1947 para realizar sus estudios de postgrado, está obsesionado con una idea matemática original y brillante y sólo se ve comprendido por su compañero de cuarto Charles (Paul Bettany). Después de varios intentos Nash consigue una revolucionaria teoría y consigue una plaza de profesor en la MIT. Alicia Lardé (Jennifer Connelly), una de sus alumnas, lo deja fascinado al mostrarle que las leyes del amor están por encima de las de las matemáticas.
Gracias a su prodigiosa habilidad para descifrar códigos es reclutado, como no, por Parcher William (Ed Harris) del departamento de Defensa, para ayudar a su país EEUU, en su Guerra Fría contra la Unión Soviética.


La banda sonora corrió a cargo de James Horner, otro de sus maravillosos trabajos musicando un gran film que recibió el Globo de Oro y estuvo nominada a los Oscars.

Os dejo con el tema que empezaba la banda sonora titulado A kaleidoscope of mathematics.

lunes, 30 de enero de 2023

Bandas sonoras míticas de películas (CXXXIV)


Mel Gibson dirige Apocalypto en 2006, su cuarta película como director. Se trata de un film impresionante de principio a fin, en una historia ambientada en la época del Imperio Maya. En unos años en los que los efectos especiales dentro del celuloide eran dominantes ya, el australiano hace una película extraordinaria y de una calidad soberbia, de esas que te hacen vibrar en el patio de butacas y te estremecen, hasta tal punto de identificarte con el protagonista, interpretado de manera tremenda por un hasta entonces desconocido Rudy Youngblood, y su angustiosa escapada de la muerte constante. Pero contando una historia, que no necesita de los adelantos técnicos de última generación para despuntar.
Otro detalle muy importante, es que el dialecto original de los mayas es el que se escucha en la película, cosa que también hizo dos años atrás con el arameo en La Pasión de Cristo la estrella australiana.
Estamos hablando de una época, donde se trataba de sobrevivir y el director nos recuerda que este mundo era muy distinto al nuestro, y los conceptos de crueldad y vivir al límite aquí no tienen el mismo significado que ahora. La violencia es implícita a la vida, y no se concibe la una sin la otra.
La banda sonora corrió a cargo de su ya conocido James Horner, que como siempre cuidó la música hasta el máximo detalle.


Os dejo con el tema Words through the sky.

domingo, 29 de enero de 2023

Escenas míticas del cine (CCLXVIII)

Como decía ayer, en 1979 Francis Ford Coppola dirige el que para mí es el Film con mayúsculas sobre la Guerra del Vietnam. El guión está basado en una novela de Joseph Conrad, El corazón de las tinieblas (Heart of darkness) y lo hicieron John Milius y el propio director. Ganadora de Oscars y candidata a otros muchos, también ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 1979.
En 2001 Coppola presentó, también en Cannes, un nuevo montaje de la película, de hasta 3 horas y casi media hora más con el nombre de Apocalypse Now Redux.
Se cuenta la historia del joven Capitán Willard al que finalmente encarnó Martin Sheen, después de que rechazaran dicho papel actores de la talla de Steve McQueen, Marlon Brando, Al Pacino, Clint Eastwood, James Caan, Jack Nicholson, Robert Redford por diferentes cuestiones e incluso se valoró a Gene Hackman. En un momento ya de desesperación total, y sabiendo que si no contrataba a actores de renombre no conseguiría el dinero de los distribuidores, lo que supondría el final del proyecto, Coppola recibió una llamada de el agente de Brando. El director al final consiguió contratarlo para el papel de Kurtz a cambio de 3 millones de dólares (1 millón por cada una de las tres semanas de rodaje), aunque el actor sufría de sobrepeso (y el director lo sabía), el actor en compensación acordó perder varios kilos.
Al final Coppola se decidió por un actor casi desconocido para el papel de Willard, Martin Sheen, que estaba rodando El puente de Casandra en Roma, pero un conflicto de agendas lo echó por tierra. Fue el momento de Harvey Keitel, al que le pagaban 80.000 dólares. Robert Duvall se llevó el papel del coronel Kilgore por 65.000 dólares y un 1'5% de los beneficios netos. Dennis Hooper aceptó participar interpretando al periodista gráfico que está con Kurtz, a cambio de tener una frase con Brando en una escena (esto realmente no pasó). Otra anécdota es que Laurence Fishburne mintió sobre su edad para interpretar a Tyrone "Clean" Miller (tenía 14 años cuando rodó el film, si, el que baila en la barcaza el Satisfaction de los Rolling Stones).
Se rodaba en Filipinas y una vez inmersos ya un mes en la grabación el director se convenció de que Harvey Keitel no era el actor que él quería para el papel de Willard, y al final si que fue Martin Sheen el elegido último, por lo que se volvieron a filmar todas las escenas que Keitel había rodado.
Ese papel era fundamental en el film, obviamente, se trataba de un oficial de los servicios de inteligencia del ejército estadounidense, que se le había encomendado entrar en Camboya con la peligrosa misión de eliminar a Kurtz, un coronel renegado que se había vuelto loco. El capitán (que va narrando el film) comandaba una barcaza río arriba, hasta llegar al corazón de la selva, donde Kurtz reinaba como un buda despótico sobre los miembros de la tribu Motagnard, que le adoraban como a un dios.


En una escena inicial, el Coronel Lucas (Harrison Ford) y el General R. Corman (G.D. Spradlin) le explican al capitán Willard la misión que debe llevar a cabo, una misión que a efectos oficiales nunca existirá. Podría ser una escena que pasara desapercibida, pero es bastante importante ya que los oficiales que le envían a la misión comen bien, viven bien y hablan del ajusticiamiento al loco del Coronel Kurtz como si fuera justicia divina. Más adelante el propio Martin Sheen llegaría a decir (en off) que "acusar a alguien de asesinato en este sitio era igual que poner multas por exceso de velocidad en la carrera de Indianapolis, acepté la misión, qué más podía hacer".

Os dejo con la mítica escena.

sábado, 28 de enero de 2023

Escenas míticas del cine (CCLXVII)


En 1979 Francis Ford Coppola dirige el que para mí es el Film con mayúsculas sobre la Guerra del Vietnam. El guión está basado en una novela de Joseph Conrad, El corazón de las tinieblas (Heart of darkness) y lo hicieron John Milius y el propio director. Ganadora de Oscars y candidata a otros muchos, también ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 1979.
En 2001 Coppola presentó, también en Cannes, un nuevo montaje de la película, de hasta 3 horas y casi media hora más con el nombre de Apocalypse Now Redux.
Se cuenta la historia del joven Capitán Willard al que finalmente encarnó Martin Sheen, después de que rechazaran dicho papel actores de la talla de Steve McQueen, Marlon Brando, Al Pacino, Clint Eastwood, James Caan, Jack Nicholson, Robert Redford por diferentes cuestiones e incluso se valoró a Gene Hackman. En un momento ya de desesperación total, y sabiendo que si no contrataba a actores de renombre no conseguiría el dinero de los distribuidores, lo que supondría el final del proyecto, Coppola recibió una llamada de el agente de Brando. El director al final consiguió contratarlo para el papel de Kurtz a cambio de 3 millones de dólares (1 millón por cada una de las tres semanas de rodaje), aunque el actor sufría de sobrepeso (y el director lo sabía), el actor en compensación acordó perder varios kilos.
Al final Coppola se decidió por un actor casi desconocido para el papel de Willard, Martin Sheen, que estaba rodando El puente de Casandra en Roma, pero un conflicto de agendas lo echó por tierra. Fue el momento de Harvey Keitel, al que le pagaban 80.000 dólares. Robert Duvall se llevó el papel del coronel Kilgore por 65.000 dólares y un 1'5% de los beneficios netos. Dennis Hooper aceptó participar interpretando al periodista gráfico que está con Kurtz, a cambio de tener una frase con Brando en una escena (esto realmente no pasó). Otra anécdota es que Laurence Fishburne mintió sobre su edad para interpretar a Tyrone "Clean" Miller (tenía 14 años cuando rodó el film, si, el que baila en la barcaza el Satisfaction de los Rolling Stones).
Se rodaba en Filipinas y una vez inmersos ya un mes en la grabación el director se convenció de que Harvey Keitel no era el actor que él quería para el papel de Willard, y al final si que fue Martin Sheen el elegido último, por lo que se volvieron a filmar todas las escenas que Keitel había rodado.
Ese papel era fundamental en el film, obviamente, se trataba de un oficial de los servicios de inteligencia del ejército estadounidense, que se le había encomendado entrar en Camboya con la peligrosa misión de eliminar a Kurtz, un coronel renegado que se había vuelto loco. El capitán (que va narrando el film) comandaba una barcaza río arriba, hasta llegar al corazón de la selva, donde Kurtz reinaba como un buda despótico sobre los miembros de la tribu Motagnard, que le adoraban como a un dios.


En una escena mítica, contemplamos la extensa jungla vietnamita, sobre ella sobrevuelan helicópteros y aviones, hay fuego, napalm, destrucción, mientras al Coronel Kilgore se le mete en la cabeza que uno de sus soldados haga surf mientras atacan, todo eso con la música de la Cabalgata de las Valkirias de Wagner sonando... Ya en tierra el Coronel le dice al soldado que está muy indeciso que o hace surf o combata, ahí es nada.

Os dejo con la mítica escena.

viernes, 27 de enero de 2023

The Pale Blue Eye (2022)

Scott Cooper dirige Los crímenes de la Academia, como aquí se ha traducido, basado en la novela de Louis Bayard de 2006 y que nos relata un thriller gótico ambientado en 1830, donde empiezan a ocurrir unos asesinatos en la Academia de cadetes de West Point, para lo que el capitán y el coronel de dicha institución reclaman a un veterano detective llamado Augustus Landor, al que da vida Christian Bale, para que investigue esos hechos, para lo que reclutará como ayudante a un joven cadete llamado Edgar Allan Poe (Harry Melling), que luego sería conocido por todo el mundo. Esta película se lanzó el pasado diciembre en la plataforma Netflix. 


En las primeras horas de una mañana gris de invierno, un cadete es encontrado muerto, presuntamente ahorcado en un árbol. Pero después de que el cuerpo llega a la morgue, y es inspeccionado por el doctor, la tragedia se vuelve aún más salvaje, ya que se descubre que el corazón del joven ha sido extraído hábilmente. Es por esto que el coronel que dirige la Academia, y temiendo un daño irreparable a la incipiente academia militar, recurre a Landor. Pero el detective tendrá, en el inicio de sus pesquisas, el obstáculo del código de silencio de los cadetes, por lo que de manera inteligente pedirá la colaboración de uno de los suyos, ya que las declaraciones que toma a los cadetes le sirven de poco, este será Poe, bastante excéntrico con desdén por los rigores del ejército y afición a la poesía.


La película tiene un gran diseño de vestuario, peinado, maquillaje, y está perfectamente ambientada, pero al final estamos ante un duelo interpretativo de altos vuelos entre Bale y Melling, donde Harry que está fascinante (su parecido con el auténtico Poe es increíble) no solo se defiende contra el imponente Bale, sino que se convierte en su reflejo inverso. Pero el reparto no se queda atrás, con un Robert Duvall ya mayor (casi irreconocible), Gillian Anderson, Lucy Boynton, Charlotte Gainsburg o Toby Jones.


Pero esta película adolece de varias cosas, primero su ritmo es demasiado lento en ocasiones, su duración es excesivamente larga para la cantidad de eventos que suceden, y su paleta visual lavada y nítida le llevan a asemejarse más a una telenovela de presupuesto alto que a un film realmente, hay escenas de diálogo sin refinar, y la sensación que te queda a la postre, es de un desaprovechamiento generalizado. Todo es demasiado correcto, diría que hasta edulcorado, con ganas de hacer cine de época que se pegan con la naturaleza gótica, misteriosa y evocadora delos cruentos asesinatos, por momentos (además lo dije mientras la veía) que quiere ser un Sleepy Hollow dirigida por un aspirante a gran director, y se queda lejos.


Os dejo con el tráiler del film.

jueves, 26 de enero de 2023

Escenas míticas del cine (CCLXVI)


En el año 2014 Antoine Fuqua y Denzel Washington volvieron a trabajar juntos en The Equalizer, 13 años después de su exitosa Training day, donde el actor se llevó el Oscar. A nadie se le escapa que esta es una versión renovada de la serie de los años 80 "El justiciero" y desde luego actualizada y puesta al día. Robert McCall es un antiguo agente de la CIA, que ahora lleva una vida tranquila, pero abandona su retiro para ayudar a Teri, una joven prostituta que está siendo explotada por la mafia rusa. A pesar de que aseguró no volver a ser violento, contemplar tanta crueldad despierta en Robert un implacable y nuevo deseo de justicia.
En una escena imborrable Robert llega a un restaurante donde la mafia rusa que tiene chicas prostituidas a su antojo, recibe su visita donde les propone pagarles 9800 dólares para que dejen tranquila a Alina, una de ellas a la que dieron una paliza y está en el hospital. Se ríen de Robert, no aceptan el dinero y le invitan a irse, pero el señor McCall no se va, cierra la puerta, observa a todos los hombres del despacho y empieza a maquinar como va a ir despachando a cada uno de ellos, una operación quirúrjica, donde el sacacorchos de la venganza sale a relucir y de qué forma. No deja títere con cabeza, utilizando multitud de recursos y de armas diferentes.


Os dejo con la mítica escena en su idioma original y la opción de subtítulos.

miércoles, 25 de enero de 2023

The Menu (2022)

De las películas del año pasado que no pude ver, sentía una extraña atracción por El menú, y eso que un servidor no es precisamente un seguidor de programas como Masterchef ni mucho menos, pero la presencia de un actor de la clase de Ralph Fiennes me daba la confianza de que algo bueno vería. Por cierto es muy curioso, pero pensando siempre que se hace una crítica cinematográfica de mayor o menor calado, de mayor pompa o menor pompa, las metáforas gastronómicas suelen aparecer, que si a esta cinta le falta pimienta, que si esta otra es puro caviar, etc., y es que en esencia este film es literal y metafóricamente un fastuoso viaje de sabores gourmet con alma de gran hamburguesa de una franquicia conocida. Mark Mylod es el encargado de dirigir esta cinta que no es ni de lejos una comedia, es una crítica tremenda, una travesura maliciosa.


Si se lee bien, en esta película la crítica feroz está puesta sobre los chefs estrella, que muchos de ellos se han convertido en auténticos dictadores y que insisten en que cada plato tocado por ellos es poco menos que arte, al igual que esos comensales deseosos de paladear esas experiencias únicas con la comida pagando cantidades astronómicas por una cena, pero es que además la radiografía de la sociedad actual y de muchos de sus arquetipos es realmente brutal, no se escapa nadie, los pijos de la empresa que sustenta el restaurante que todo lo arreglan con dinero, el matrimonio cuyo marido ha puesto los cuernos a su mujer y ha ido tantas veces al restaurante que es incapaz de recordar un plato comido las otras veces debido a su incultura, el actor que miente siempre para parecer algo que no es, la crítica gastronómica feroz que va acompañada de un pelota lameculos que da pena, etc.,


El maestro de ceremonias es el Chef Slowik, al que da vida un extraordinario (como siempre) Ralph Fiennes, Ana Taylor-Joy es una comensal disidente ya que llegó engañada a la cena y es por decirlo así alguien no previsto dentro del plan de clientes, a los que el Chef ha preparado la cena tan especial. Los platos van discurriendo, como un río que se va ensuciando a la vez que uno se mete en su corriente, en partes o capítulos que van subiendo de nivel hasta un apoteósico y trágico final para complacer al público.
Estamos ante una película que vive de su propia originalidad y no está atada a ninguna saga, es evidente que este trabajo o te gusta o no ya desde el inicio, su propuesta no tiene medias tintas.


Os dejo con el tráiler de este interesante film.

lunes, 23 de enero de 2023

Bandas sonoras míticas de películas (CXXXIII)

En el año 2000 Michael Corrente dirige A shot at glory, traducida aquí como "Camino hacia la gloria". Gordon McLeod al que da vida el magnífico Robert Duvall, es una antigua estrella del fútbol que acepta entrenar al equipo de Kilnockie, un pueblo de Escocia, que está atravesando una mala racha de juego y resultados. El propietario americano del equipo Peter Cameron (Michael Keaton) contrata también a Jackie McQuillan (al que da vida Ally McCoist), una vieja gloria del fútbol, alcohólico y problemático, una especie de George Best.
Y qué mejor que un escocés de éxito para hacer la banda sonora, Corrente llamó a Mark Knopfler que estaba como siempre n una época de mucho trabajo, hizo la banda sonora de Metroland en 1999, su disco en solitario Sailing to Philadelphia en el año 2000 y esta banda sonora en ese mismo año. Una banda sonora con temas de raíz escocesa, acordes al film, un par de canciones instrumentales lentas donde Mark hace fingerpicking con una guitarra acústica, más varios temas cantados, otro en tono jazz, una que suena a su banda madre, etc., en definitiva una gran banda sonora.


Os dejo con el tema He's the man que recuerda un poco a Dire Straits.

domingo, 22 de enero de 2023

Bandas sonoras míticas de películas (CXXXII)

El director, de la por entonces Alemania Oriental, Uli Edel, dirigió en 1989 Last Exit to Brooklyn, un oscuro y violento drama, que contiene escenas muy duras, ya que retrata los ambientes de marginación y violencia que sufre el barrio de Brooklyn durante la década de los 50. El director se alejó desde el principio de toda comercialidad, bordeando el fracaso y convirtiendo a su film en una película incluso hasta difícil de ver. A pesar incluso de un elenco de actores de primer nivel como Jennifer Jason Leigh, Stephen Lang, Peter Dobson, Stephen Baldwin o Burt Young y de un excelente compositor de bandas sonoras, la película no funcionó.
Edel se centra en esos héroes menos atractivos, los anónimos, los pisoteados, los que no quieren saber nada de libros (pero cuyas pasiones de todo tipo han llenado páginas a lo largo de los siglos), gente en definitiva condenada a la autodestrucción. Con un film anterior, "Christianne F.", este director ya había mostrado el mundo de las drogas de forma descorazonadora, así que su temática iba en derroteros parecidos.
Por si fuera poco, la banda sonora del film se la encargó a nada y nada menos que a Mark Knopfler, que venía de hacer La Princesa Prometida, y en esta película describe de manera perfecta los tumultos, los momentos de amor y desamor, etc., y da en el clavo con gran clase en  la música del film.


Os dejo con A love idea, una obra maestra de canción, cuyo violín simplemente enamora.

viernes, 20 de enero de 2023

The vast of night (2019)

The Vast of night es la primera película de Andrew Patterson (que también coguioniza, monta y produce) y que demuestra un esfuerzo realmente tenaz. Rodada casi cuatro años antes de su estreno, fue rechazada por múltiples festivales como Cannes, Sundance, Tribeca, etc., y finalmente pudo verse en 2019 en Slamdance, y a partir de ahí empezó un recorrido por pequeños festivales del género ciencia-ficción ganándose una fama de obra de culto, que acabó siendo fichada por Amazon para su escudería. Hablamos de una película que generó en su día y sigue generando hoy, pasiones y odios a partes iguales ya que su naturaleza es muy particular. Ambientada en la década de los 50, no cuenta con un presupuesto demasiado importante, es decir nada de efectos especiales grandilocuentes, pero aún así consigue su objetivo a través de historias, testimonios y demás.


Patterson nos cuenta cómo en el imaginario pueblo de Cayuga, en Nuevo Mexico, un par de amigos unidos por su pasión por los artilugios electrónicos como grabadoras sobre todo, la joven Fay (Sierra McCormick) y el locutor local de radio Everett (Jake Horowitz), interceptan una misteriosa señal sonora que emiten mientras está en directo en el programa del segundo, a la vez que casi la totalidad del pueblo se encuentra en la cancha de baloncesto viendo jugar a su equipo universitario. Desde ese momento empiezan a recabar pistas y testimonios que les sumergen en una investigación, provocando que se muevan por el pueblo como sombras en un pueblo fantasma de un lado a otro, correteando por las desiertas avenidas incluso cogiendo coches prestados para transportar esas enormes grabadoras de le época, que les permitan difundir lo que sucede. Las carreras de la chica son impresionantes, tenía buen fondo físico.


Es muy interesante como una cámara en plano secuencia, en un determinado momento de la película, revisa toda la situación del pueblo y va caminando a una interesante velocidad, de la radio a la cancha de baloncesto, de ahí al centro de llamadas, y al final se queda con lo más llamativo que es la investigación de los dos protagonistas (me hizo pensar en como si alguien estuviera observando el pueblo desde todos los puntos de vista posibles). Esta versión vintage de Expediente X a escala muy pequeña, tiene desde mi punto de vista un par de pequeños fallos, y uno es el ritmo, que por momentos se hace demasiado lento y por otro los largos y reveladores monólogos que podrían ser más cortos. Si que es cierto, que durante la investigación que Everett y Fay llevan a cabo hay dos momentos bastante interesantes que son un par de historias del pasado, una contada a través del teléfono por un ex-militar (clave del inicio de sus pesquisas) y otra en casa de una señora algo mayor, y que revelan experiencias de contacto con extraterrestres, este último es el testimonio de una madre que perdió a su hijo décadas atrás de forma misteriosa, y el director filma a la actriz Gail Cronauer con un plano constante, lleno de tensión y en penumbra.

Ambos monólogos conectan la propuesta de Patterson con la idea de que las invasiones alienígenas son en realidad ficciones inventadas o leyendas urbanas que se han transmitido mediante testimonios que pueden ser bromas telefónicas o delirios de una madre que perdió a su hijo. Pero el film refuerza esa visión ambigua presentando el film como si fuera un episodio (esto sucede al inicio y al final) de una serie de televisión "Paradox Theater", o lanzando guiños como el nombre de la emisora de Everett WOTW (siglas de War of the Worlds, la Guerra de los mundos, en referencia a la adaptación de la obra de HG Wells que desató el pánico en 1938).

Os dejo con el tráiler de este interesante film.