lunes, 31 de julio de 2023

Bandas sonoras míticas de películas (CL)

La conquista del oeste (How the west was won) es un film de 1962 que congregó a grandes directores y actores. La película consta de cuatro episodios sobre la colonización del Oeste que tienen lugar entre 1830 y 1890, los dos primeros y el último dirigidos por Henry Hathaway y el tercero por George Marshall, pero incluye también un interludio dirigido por John Ford, ambientado en la guerra de Secesión (1861-1865), con un diálogo entre los generales nordistas Sherman (John Wayne) y Grant (Harry Morgan). Esta fue la primera película rodada en Cinerama y el narrador era Spencer Tracy.
La expansión hacia el Oeste protagonizada por los colonos, la anexión de Texas (1845) y la incorporación de Arizona, Nuevo México y California, tras una guerra con México que se salda con victoria de Estados Unidos (Tratado de Guadalupe-Hidalgo de 1848) suponen un avance espectacular de la frontera norteamericana hacia el Pacífico.
Este film puede que no se encuentre entre los títulos cumbre del género del Far west, pero lo que no cabe la menor duda, es que es el título más representativo, espectacular e icónico de toda la historia de él. La Metro decidió apostar fuerte en un proyecto faraónico, con una película que incluyera todo lo relativo al género Far West, es decir, grandes praderas, los indios, el ferrocarril, los cowboys, el sheriff, los primeros colonos, los salones, etc., y con un reparto espectacular, juntando prácticamente a lo mejor de ese momento, Carrol Baker, James Stewart, Debbie Reynolds, Gregory Peck, George Peppard, John Wayne, Henry Fonda, Richard Widmark, Eli Wallach, Karl Malden, Walter Brennan, etc...
Por si fuera poco la música de Alfred Newman tuvo un gran nivel dirigiendo una orquesta fastuosa, inolvidable acompañamiento.


Os dejo con el Main title de la banda sonora.

domingo, 30 de julio de 2023

Escenas míticas del cine (CCXCVII)


En el año 2006 Zack Snyder dirige 300, la adaptación cinematográfica de la serie limitada de cómics del mismo nombre de Frank Miller, la cual relata la batalla de las Termópilas, que es histórica (480 a. C.). Miller actuó como productor ejecutivo y consultor, y eso sin duda se nota. La película fue rodad con la técnica de súperimposición de croma, para ayudar a reproducir las imágenes del cómic original, lo que da todavía mayor parecido.
El Rey espartano (griego) Leónidas (Gerard Butler) parte con 300 aguerridos espartanos a pelear a muerte contra las huestes del Dios-Rey Persa Jerjes (Rodrigo Santoro) y su enorme ejército de más de un millón de soldados.
En una escena mítica, los 300 esperan en el principio del desfiladero al ejército persa, que embiste por vez primera, la defensa de los espartanos es feroz y consiguen hacer retroceder a los persas que pierden muchas unidades (dentro de un ejército inmenso que al movilizarse parece provocar un terremoto). La manera de luchar de los espartanos es antológica, pura adiestración y espíritu de lucha.


Os dejo con la mítica escena.

sábado, 29 de julio de 2023

Escenas míticas del cine (CCXCVI)

Como decía ayer, en 1988 John McTiernan dirige Jungla de Cristal, un film que está ambientado justo en Navidad en Los Ángeles, a donde acude a una fiesta invitado por error, John McClaine, al que da vida Bruce Willis, un policía de New York, en el edificio Nakatomi Plaza, donde un grupo terrorista comandado por Hans Grüber (Alan Rickman) se apodera de dicho edificio tomando como rehenes a la gente que estaba en la fiesta en el piso 30. John consigue escapar de los terroristas y empieza a montar una pequeña guerra contra ellos, matando a todos los que puede. En su lucha conseguirá contactar con un policía, el sargento Al Powell (Reginald VelJohnson) a través del walkie sustraído a uno de los terroristas que mata. No sería una osadía decir, que este film es de los mejores de acción en mucho tiempo, y que envejece de manera magnífica.
En otra escena mítica, Al Powell acude al edificio Nakatomi, alertado por una llamada hecha desde el interior por un hombre que pide ayuda. Powell llega, comprueba y no detecta nada raro (todos los terroristas hacen el paripé) y se acaba marchando, pero John que se las tiene tiesas con los malos, mata a dos más y tira a uno de ellos al coche policial, para llamar la atención, es en ese momento cuando una ráfaga de ametralladoras se ceban con Al Powell que marcha atrás hasta acabar mal parado.


Os dejo con la mítica escena.

viernes, 28 de julio de 2023

Escenas míticas del cine (CCXCV)

En 1988 John McTiernan dirige Jungla de Cristal, un film que está ambientado justo en Navidad en Los Ángeles, a donde acude a una fiesta invitado por error, John McClaine, al que da vida Bruce Willis, un policía de New York, en el edificio Nakatomi Plaza, donde un grupo terrorista comandado por Hans Grüber (Alan Rickman) se apodera de dicho edificio tomando como rehenes a la gente que estaba en la fiesta en el piso 30. John consigue escapar de los terroristas y empieza a montar una pequeña guerra contra ellos, matando a todos los que puede. En su lucha conseguirá contactar con un policía, el sargento Al Powell (Reginald VelJohnson) a través del walkie sustraído a uno de los terroristas que mata. No sería una osadía decir, que este film es de los mejores de acción en mucho tiempo, y que envejece de manera magnífica.
En una escena mítica John "coincide" con Hans que se hace pasar por uno de los rehenes (aún no se conocían), pero John le pone a prueba y le da su arma descargada, inmediatamente Hans se delata y John le descubre.


Os dejo con la mítica escena.

jueves, 27 de julio de 2023

Bandas sonoras míticas de películas (CXLIX)

Como decía hace un tiempo, en 1971 el australiano James Clavell, procedente de la literatura, dirigió un film titulado El último valle, ambientada durante la Guerra de los 30 años (1618-1648), concretamente en 1641. Durante uno de sus viajes, Vogel, al que da vida Omar Shariff, y que era un antiguo profesor, llega a un apacible pueblo ubicado en un precioso valle y que ha tenido la suerte de no ser afectado por la guerra, que sí asola los alrededores. A la vez, un ejército de mercenarios comandados por El Capitán (Michael Caine) también lo descubre y aceptan la oferta de Vogel de quedarse a pasar el invierno a cambio de proteger al pueblo, aunque la idea inicial de los mercenarios era saquear el pueblo, como hacían habitualmente cuando necesitaban provisiones. Cerrado el pacto, los mercenarios aceptan respetar la vida de los habitantes muy católicos del pueblo y sus costumbres, y a cambio ellos tendrán comida y mujeres con los que saciar su virilidad. Pero con el paso del tiempo el estilo de vida de los mercenarios choca con el estilo de vida de los habitantes del pueblo, apareciendo entonces la violencia.
La película nos muestra esas complejas relaciones entre los habitantes del valle y los recién llegados, de vidas completamente opuestas y cuyos valores por los que se mueven, también lo son. Cierta reminiscencia a Los siete samurais de Akira Kurosawa la hay, es evidente, un referente siempre.
El Capitán (nunca se dice su nombre a lo largo del film) es un profesional de la guerra, descreído y alejado de idealismos, y como es lógico sin sentimientos a la hora de matar a todo aquel que se interponga en su camino o amenace su autoridad, es su manera de subsistir. En el desarrollo del film, va evolucionando y muestra cierta humanidad. En cambio Vogel, es un intelectual, no un hombre de acción, pero también es un superviviente a su manera. Fue profesor universitario, es inteligente y reflexivo, y a pesar de haber sufrido en carne propia los horrores de la guerra y haber visto morir a toda su familia, es una persona sensible que defiende valores humanistas y racionales. Grüber (Nigel Davenport) es el representante de los habitantes del pueblo, y el que habla con los soldados en nombre de todos, ya que sus vecinos le consideran el más preparado.


La banda sonora corrió a cargo de John Barry, y ni que decir tiene que es espléndida, orquestada y de una calidad sublime.

Os dejo con la Suite de The last valley.

miércoles, 26 de julio de 2023

Escenas míticas del cine (CCXCIV)


En el año 2000, Ridley Scott recuperaría mucho del crédito perdido con un film realmente espectacular a cara del público, y muy eficiente, contando con actores de relumbrón. Desaprovechado Russell Crowe, que se pasa media película con la cara cubierta, aunque la fuerza de su personaje es innegable, de hecho le dieron el Oscar (en detrimento de nuestro paisano Javier Bardem), brutal Joaquin Phoenix como Cómodo, el hijo de Marco Aurelio (Richard Harris), que da un tremendo Golpe de Estado para hacerse con el poder que el César había delegado en Máximo Décimo Meridio, general de sus ejércitos del Norte, e incluso Lucilla (Connie Nielsen) brilla en su papel de la hija del César acongojada por la maldad de su hermanito.
Por si fuera poco la banda sonora que describe todo esto es simple y llanamente maravillosa, compuesta por Hans Zimmer, y que tiene como cantante en muchas piezas a Lisa Gerrard.
En una escena brillante, se produce una lucha sin cuartel en el Coliseo durante los juegos plebeyos que Cómodo instauró, recreándose la batalla de Zama que tuvo lugar el 19 de octubre del año 202 a.C. y supuso el final de la segunda guerra púnica, enfrentando a Ánibal Barca, líder de los cartagineses contra Publio Cornelio Escipión "El Africano", general y cónsul al cargo del ejército romano. Máximo pregunta a todos los demás quién ha luchado en el ejército, alguno le contesta que si, e incluso otro le dice que luchó junto a él, liderando las operaciones, sobreviven y ganan la batalla, para disfrute del César.


Os dejo con esta memorable escena.

lunes, 24 de julio de 2023

Escenas míticas del cine (CCXCIII)

Richard Donner volvió a dirigir la segunda parte de Arma Letal en 1989, donde la pareja de policías formada por Martin Riggs (Mel Gibson) y su compañero Roger Murtaugh (Danny Glover) se enfrentan a una poderosa organización surafricana de traficantes de droga que opera en Estados Unidos, bajo el amparo de la Embajada de ese país y que utilizan su estatus de diplomáticos como tapadera. Por si fuera poco, les asignan la misión principal que es proteger a un testigo protegido Leo Getz (Joe Pesci), un alocado y curioso contable que ha blanqueado dinero para la banda y en unos días tiene que testificar contra ellos en un juicio.
Son varias las amenazas que sufren los policías, pero la más grave es cuando le colocan una bomba en el retrete de su casa, Murtaugh se queda horas inmóvil hasta que viene Riggs y este llama a los artificieros. Se monta un espectáculo (en contra de la idea de Murtaugh) y al final consiguen salvar la situación, una escena mítica, sin duda, entre risas y caras de temor.


Os dejo con la mítica escena.

domingo, 23 de julio de 2023

Escenas míticas del cine (CCXCII)

Richard Donner, que años antes había dirigido Superman lo hizo en 1987 con Arma Letal, un film que fue un taquillazo en su momento, pero que se ha convertido con el paso del tiempo en un clásico del cine de acción mezclado con bastante humor, lo que mucha gente denominó comedia policíaca. Los protagonistas son dos detectives muy diferentes, a los que daban vida Mel Gibson (Martin Riggs) y Danny Glover (El sargento Murtaugh), Riggs tiene tendencias suicidas y está un poco loco, mientras que Murtaugh es un veterano y responsable policía que además es padre de familia numerosa. Entre ellos fraguarán una entrañable amistad entre disparos, bromas y persecuciones alucinantes, teniendo momentos de lo más entretenidos.
Al principio del film Riggs está negociando con unos traficantes, hasta que les gasta una broma con el dinero, entonces, todo se descontrola, y Martin mata a tres de ellos, el cuarto le encañona, pero consigue robarle el arma, entrando en trance de locura. 


Os dejo con la mítica escena.

sábado, 22 de julio de 2023

Bandas sonoras míticas de películas (CXLVIII)


Como decía ayer, Christopher Nolan acaba de estrenar su última película titulada Oppenheimer, un biopic acerca del brillante físico estadounidense que lideró los ensayos nucleares para construir la bomba atómica, que luego sería utilizada por el ejército norteamericano en el final de la II Guerra Mundial, cuando las lanzó sobre Hiroshima y Nagasaki. Nolan hace este film basándose en American Prometheus, la biografía escrita por Kai Bird y Martin J. Sherwin en torno a la figura de Julius Robert Oppenheimer. El director británico ha realizado una obra realmente potente, en la que además ha contado con un elenco extenso y de primer nivel de actores de varias generaciones.
La banda sonora corre a cargo de Ludwig Göransson, que es de una gran calidad e interesante con cosas parecidas de Tenet o Interstellar.


Os dejo con el tema Oppenheimer que cierra la banda sonora.

viernes, 21 de julio de 2023

Oppenheimer (2023)

Christopher Nolan acaba de estrenar su última película titulada Oppenheimer, un biopic acerca del brillante físico estadounidense que lideró los ensayos nucleares para construir la bomba atómica, que luego sería utilizada por el ejército norteamericano en el final de la II Guerra Mundial, cuando las lanzó sobre Hiroshima y Nagasaki. Nolan hace este film basándose en American Prometheus, la biografía escrita por Kai Bird y Martin J. Sherwin en torno a la figura de Julius Robert Oppenheimer. El director británico ha realizado una obra realmente potente, en la que además ha contado con un elenco extenso y de primer nivel de actores de varias generaciones.


Pero Nolan ha conseguido algo increíble con este film, ya que se reafirma su estatus autoral, que con una ya dilatada trayectoria que abarca casi 25 años, poco le queda por demostrar. Ha hecho thrillers enrevesados, se ha metido con aventuras cuánticas, escenificó un duelo de magos de manera genial, ha explorado como nadie a un gran superhéroe y se ha acercado al cine bélico de manera sublime. Aquí hace una exploración de la figura del padre de la bomba atómica que le consagra definitivamente en un estilo propio y genuino (enseguida te das cuenta de su sello personal) que es amado y odiado a partes iguales por el consumidor (yo soy de los primeros), y que ha conseguido convertir un biopic con una premisa algo sosa, en uno de los espectáculos más intensos, transcendentales y arrolladores de los últimos tiempos, que pienso, creará unanimidad.


Se trata de una cinta de tres horas, que a priori podría parecer un ladrillo, y nada más lejos de la realidad, se te hacen muy llevaderos esos 180 minutos, ya que la historia te engancha de una manera arrebatadora y una de las claves es que con un elenco de hombres salpicado con dos o tres mujeres se inventa una suerte de thriller de acción que tiene un evidente trasfondo bélico pero en el que no se dispara una sola bala. Pero una de las claves de esta obra es el ritmo (algo en lo que me gusta hacer hincapié), y aquí está muy logrado y es implacable, con un montaje excelente en el que se incluyen los juegos temporales que tanto gustan al director, los flashbacks y unos diálogos empleados de tal forma que consiguen moldear un relato tenso y a la vez afilado.



Un momento clave en el film es el 16 de julio de 1945, cuando en el desierto de Nuevo México se producen las pruebas en secreto de la detonación de la primera bomba atómica. Todo esto formaba parte del proyecto Manhattan, liderado por Oppenheimer para construir ese arma de destrucción masiva para su país. Impactado por su poder destructivo (más fuerte de lo que habría podido pensar según sus cálculos), el propio físico se cuestiona las consecuencias morales de su creación. Desde entonces y durante el resto de su vida, se opondría firmemente a la guerra nuclear y a la todavía más destructiva bomba de hidrógeno. Su vida daría un profundo vuelco, pasando de tener un papel fundamental en el mapa político de la Guerra Fría a ser acusado de comunista en la era McCarthy. Sufrió una caza de brujas (tejida por uno de sus mayores valedores inicialmente y que luego sería su mayor enemigo por pura envidia) en la que se cuestionaba su lealtad al país y fue tachado de espía por su pasado relacionado con el comunismo y obligado de manera poco decorosa a dimitir de cualquier función pública.


Cillian Murphy es un actor que quizás tenía encasillado en papeles de villano, pero aquí consigue una actuación verdaderamente brillante, Emily Blunt hace de Kitty, la que sería su mujer y le dio dos hijos, un papel que acaba siendo clave por muchas circunstancias y que ella borda, Robert Downey Jr. se doctora en el papel de Lewis Strauss, un personaje que llevado por la envidia y el odio intentará acabar con Oppenheimer (maquillaje y caracterización impecables las que le hicieron). Tenemos a Matt Damon como Leslie Groves, alto mando del ejército que reporta directamente con el presidente y que elige a Robert para liderar el proyecto, sólido y consistente. Y luego una serie de grandes actores que arropan de manera coral, entre los que quiero destacar al veterano ya Matthew Modine, Kenneth Branagh, Gary Oldman (en el papel de Truman, tres minutos fantásticos), Rami Malek o el propio Josh Harnett.
La banda sonora corre a cargo de Ludwig Göransson, muy interesante con cosas de antiguas películas como Tenet o Interstellar (de Hans Zimmer). Ni que decir tiene que la fotografía a cargo de Hoyte van Hoytema es de un nivel superlativo.


En definitiva una absoluta delicia de trabajo, que firmemente pienso que pasa a formar parte de las obras más importantes de este director, que ya son unas cuentas.

Os dejo con el tráiler del film.