martes, 31 de mayo de 2016

Mejores escenas cómicas del cine (XLIV)


En 1987 Mel Brooks hace su parodia de La Guerra de las Galaxias, titulada Spaceballs en inglés y traducida aquí como "La loca historia de las galaxias". Como en Star Wars, la trama comienza con la amenaza a la paz intergaláctica por parte de las fuerzas del lado oscuro. El planeta Spaceballs se está quedando sin oxígeno, por lo que su presidente (Mel Brooks) decide enviar la nave espacial Spaceball Uno en dirección al planeta Druida (donde la población es muy pánfila) con el objetivo de robarle la atmósfera. El encargado de dirigir la misión será Casco Oscuro, una especie de Darth Vader enano, torpe y cabezón al que interpreta el gran Rick Moranis. En un momento de lo más chanante el Presidente recibe la llamada alertando de que Caso Oscuro ha perdido a la princesa, a lo que replica que peinen el desierto... y aparecen dos operarios con un peine gigante de la marca ACE que lo peinan...



Os dejo con esta escena megacómica que me encanta.


lunes, 30 de mayo de 2016

Mejores escenas cómicas del cine (XLIII)


En el año 1981 Mel Brooks dirige y protagoniza "La Loca Historia del Mundo", la cual divide en cuatro partes, cada una de una duración diferente. Primero empieza con la Prehistoria, El Imperio Romano, La Inquisición Española y por último la Revolución Francesa. Se trata de una visión irreverente y descacharrante de la evolución de la historia.
En concreto en la última y cuarta parte, se hace referencia a como surge la Revolución Francesa, cuando la población anda sumida en la pobreza, mientras la nobleza y el clero seguían viviendo a todo trapo. Mel Brooks interpreta al Rey Luis XVI, quien campa a sus anchas por Palacio, ajeno a los problemas políticos y sociales del país.


Os dejo con esa parte donde empieza la Revolución Francesa.


domingo, 29 de mayo de 2016

Mejores escenas cómicas del cine (XLII)


En 1987 Mel Brooks hace su parodia de La Guerra de las Galaxias, titulada Spaceballs en inglés y traducida aquí como "La loca historia de las galaxias". Como en Star Wars, la trama comienza con la amenaza a la paz intergaláctica por parte de las fuerzas del lado oscuro. El planeta Spaceballs se está quedando sin oxígeno, por lo que su presidente (Mel Brooks) decide enviar la nave espacial Spaceball Uno en dirección al planeta Druida (donde la población es muy pánfila) con el objetivo de robarle la atmósfera. El encargado de dirigir la misión será Casco Oscuro, una especie de Darth Vader enano, torpe y cabezón al que interpreta el gran Rick Moranis. Por otro lado Bill Pullman da vida a Lone Starr, el papel paralelo de Han Solo, un cazarrecompensas con problemas económicos. Siempre con él a su lado está Vómito, una especie de Hombre-perro, al que da vida el genial e indispensable John Candy.
En una escena chanante Casco Oscuro y el Coronel Sandurz (interpretado por George Wyner) discuten por la velocidad que debe llevar la nave, a lo que Casco Oscuro ordena que se vaya a la "Velocidad Absurda", que va más allá que la velocidad de la luz, una velocidad a la que según sus mismas palabras "se le ponen los sesos en el culo".


Os dejo con esta desternillante escena.


miércoles, 25 de mayo de 2016

Sweet and Lowdown (1999)

Cartel del film 

Woody Allen en 1999 hizo su particular homenaje en clave de jazz a todos los artistas malditos y geniales, que por su mala cabeza nunca llegaron a alcanzar del todo las mieles del éxito, en Acuerdos y Desacuerdos. Y aquí hace el falso biopic de Emmet Ray, un guitarrista de los años 30 en Estados Unidos que tiene enorme talento, pero vive obsesionado con el legendario Django Reinhardt. Pero se trataba de un tipo que en cuanto bajaba del escenario, se convertía en un tipo arrogante, zafio, mujeriego y bebedor. Pero él es consciente de dos cosas, primero de su enorme talento, pero también que su azarosa vida y su tendencia a buscarse problema y complicarse la existencia, le impiden alcanzar la cima profesional y sentimental.


En este film, Allen suma a su habitual maestría para contar historias de personajes y sus relaciones, su amor por la música jazz (que recordemos él practica en sus ratos libres) que plasma en forma de maravillosos números instrumentales, en los que la figura algo payasesca del ficticio guitarrista, al que da vida un enorme Sean Penn, se redime a ojos del espectador gracias a su conmovedora música. Pero Ray conoce a Hattie (Samantha Morton) una chica dulce y muda, aunque por el camino se cruzará toda una Femme Fatale como Blanche, interpretada por la magnífica Uma Thurman.


La película está rodada en Nueva York y su título proviene de un tema compuesto por George Gerswhin titulado Sweet and Low-Down que el propio Woody Allen había utilizado en la banda sonora de Manhattan. Otro homenaje no tan palpable es el que hace a Federico Fellini y su film La Strada.
Otra característica de este gran director, es el cariño que da a sus personajes, a los que raramente enjuicia y jamás condena, sino que los trata, observa, retrata y hasta llega a empatizar con ellos, por mucho que sus actos o motivaciones sean deleznables.


En cuanto al plano actoral Sean Penn lo borda, ya que el personaje de Ray es tosco, arrogante, extravagante, imprevisible, se emborracha, consume drogas, es cleptómano, y sobre todo es incapaz de mantener una relación de pareja, no tiene capacidad de mantener un compromiso, ya sea afectivo o profesional, no es maduro, y le cuesta muchísimo expresar sus emociones. Todo eso se borraba de un plumazo cuando saltaba al escenario, algo bastante habitual en muchos músicos, y ese tipo de personaje desastre, a este actor se le da de vicio. Ambas chicas están excelsas, tanto Samantha Morton en aquel año era una absoluta desconocida, y hace su papel de una extremada ternura con verdadera entrega, esa chica humilde y muda que con infantil entusiasmo se entrega a Ray, como en el lado opuesto está Blanche, donde Uma Thurman hace de una mujer sofisticada, morbosa, intelectual y que le sobran las palabras, además y por si fuera poco su personaje tiene una brutal bis cómica. El resto del reparto acompaña a la perfección.



Os dejo con el tráiler del film.

lunes, 23 de mayo de 2016

Mejores escenas cómicas del cine (XLI)


En el año 1972 Woody Allen dirige y protagoniza "Todo lo que siempre quiso saber sobre el sexo y nunca se atrevió a preguntar", una comedia absurda en la que a lo largo de siete capítulos contesta a su manera a las preguntas planteadas en un libro de divulgación sexual en el que se apoya la película, abordando de forma descarada y muy humorística alguno de los tabúes relativos a la sexualidad humana. Un bufón que trata de conseguir los favores de la reina con un afrodisíaco, un médico que se enamora perdidamente de una oveja, una mujer que sólo se excita en lugares públicos, un absurdo programa de televisión sobre fetichismos, un científico loco que crea un pecho gigante y monstruoso, y por último, y aquí me detengo, un espermatozoide aterrado ante su inminente salida al exterior, al que da vida el propio Allen. Dicho espermatozoide comenta con sus compañeros sus miedos, mientras ellos le tranquilizan y a su vez se ve la maquinaria de excitación que hay montada en el cuerpo del sujeto...


Os dejo con esta chanante escena.

miércoles, 18 de mayo de 2016

Mejores escenas cómicas del cine (XL)



Ken Finkleman dirige en 1982 la secuela de la mítica Aterriza como puedas. Ted Striker después de salvar de manera heróica a los pasajeros de un Jumbo, cuya tripulación estaba intoxicada, aquí trabaja como piloto de pruebas de la nueva Lanzadera Lunar, el Mayflower One. Pero es enviado a una institución mental tras estrellar su nave de pruebas, aunque él no tenía la culpa. Luego es consciente de que su nave se utilizará para realizar el primer vuelo lunar comercial, para lo que escapará e intentará evitarlo.
Pero yo me detengo en una escena en la Base Lunar, donde el Comandante Buck Murdock interpretado por William Shatner, dirige de la manera más curiosa dichas instalaciones, teniendo a sus compañeros. No mejora a la primera, pero tiene buenos momentos.


Disfrutad de esta gran escena cómica llena de guiños.


jueves, 12 de mayo de 2016

Toro (2016)

Cartel del film

Segunda película del director Kike Maíllo, después de aquel Eva de 2011 que ya llamó la atención en su día. Aquí cambia al thriller de acción, donde al drama de la historia, se le añade un ambiente de la España más costumbrista, que camina entre lo religioso (procesiones que en Andalucía son devoción), lo taurino y el ambiente mafioso y delictivo de la costa sur española.
En muchos momentos hay similitudes con la magnífica Grupo 7 de Alberto Rodríguez, como por ejemplo el protagonista, aquí interpretado también por Mario Casasm, pero sin embargo para mi falla en el guión, con cosas mejorables, y consigue mantenerse por el reparto actoral, bastante bueno.

Mario Casas & Luis Tosar

El esfuerzo de Maíllo es llamativo, pero estamos ante un guión previsible, al que ya le adivinas el final casi desde el principio. Su afán por rodar planos breves, que den dinamismo e intensidad a las peripecias de unos personajes que van contrarreloj, pero que están demasiado estereotipados, aparte de que Mario Casas sigue sin convercerme, ya que repite el mismo papel una y otra vez en cada película, y que no regula la intensidad dramática de los mismos, acaba chocando con los fallos de un guión, que a veces te vuelve tarumba con el asunto geográfico, ya que van de Torremolinos a Almería, luego de allí a Almuñecar de vuelta y otra vez a Málaga, sin dejar claro si en tan poco espacio temporal es posible eso.


José Manuel Poga y José Sacristán

El problema de esta película es que te queda una sensación rara o agridulce después de verla, y es que tiene el handicap de que entra del tirón, se digiere con facilidad, pero no consigue llegar a pesar de intentarlo, sobre todo por culpa del guión, bastante plano, y una falta de cuidado en algunos detalles, por lo que después de verla te quedas con la copla de que es tan fácil disfrutarla como olvidarse de ella.
En cuanto a la banda sonora, los sintetizadores de Joe Crepúsculo tampoco consiguen hacer un buen empaque en el film, por lo que todo queda algo difuminado.


Y luego está el reparto de actores, que en gran medida salvan la película, pero sobre todo y ante todo un excelso José Sacristán, que quien lo diría, ya en su edad muy mayor está siendo descubierto como un talento brutal para papeles de sonado, mafioso, asesino, etc., algo que cuando hacía películas con Alfredo Landa, nadie hacía presagiar. Aquí interpreta a Romano, un mafioso muy religioso, sangriento, cruel, mujeriego y como no, vengativo.
Mario Casas interpreta a Toro, con sus limitaciones, pero esforzándose, aunque le falte saber regular en muchos tramos y tener algo más de expresividad, y aunque tiene química con Luis Tosar, que hace de López, al que considera su hermano, no brillan en exceso, pero es Tosar y su talento innato los que salen a flote evitando un fiasco.
El resto de secundarios muy correctos, destacando José Manuel Poga en el papel de Ginés, brazo derecho de Romano, y Claudia Canal como Diana, la hija de López.


Os dejo con el tráiler del film.

martes, 10 de mayo de 2016

Mad Max Beyond Thunderdome (1985)

Cartel del film

Hace muchos años que vi la tercera parte de la saga de Mad Max, Más allá de la Cúpula del Trueno, y sinceramente sólo recordaba la parte de la batalla en la jaula entre Max Rockatansky (Mel Gibson) y el Maestro-Golpeador (Angelo Rossitto-Paul Larsson). Esta tercera parte la dirigen a pachas George Miller y George Ogilvie.
La historia de Max continúa en ambientes desérticos, sin restos de la antigua civilización, y recorre el vasto páramo por medio de una carroza arrastrada por camellos, la cual es robada por un aviador loco llamado Jedediah (Bruce Spence) que vuela con su hijo. Sigue su pista hasta un emporio comercial llamado Negociudad, pero antes, el mono de la carroza le habrá arrojado sus botas, armas y un silbato, pertenencias que le ayudarán.
En Negociudad los ladrones entran a hacer negocio, para en teoría, construir un nuevo mundo, donde ingresa a sus puertas Max, mientras es estrictamente observada por los guardias de su fundadora, Tía Ama (Aunty Entity) interpretada por una muy digna Tina Turner. 


En el camino hay comerciantes, que antes fueron ladrones, y Max ingresa en la cola de nuevos ciudadanos de Negociudad, e inicialmente no es admitido, por no tener bienes con los que comerciar, pero sorprende al encargado llamado El Colector (Frank Thring) apuntándole con un arma. Entonces se produce una negociación, en la que Max termina comerciando o intercambiando sus habilidades para la lucha, y se le lleva desarmado ante Tía Ama. Allí en su salón es puesto a prueba al sobrevivir a los ataques de sus guardias. Negocian, y ella le muestra el funcionamiento de la ciudad y al dúo que la maneja la planta, El Maestro Golpeador (Master-Blaster). La energía de Negociudad y sus aparatos consumen energía del metano, que proviene de las heces de cerdo (no me quiero ni imaginar como olía aquello en el rodaje porque hay cerdos de verdad).
La clave es tumbar a Golpeador en el Thunderdome (donde existe la ley de que dos hombres entran y uno sale) para dominar el cerebro del Maestro, para ello Max llega a un acuerdo con Tía Ama, que rompe al no querer dar muerte al Golpeador cuando lo tiene rendido. Esto supone su expulsión de Negociudad, va a la ruleta de la fortuna y allí entre las varias opciones sale Gulag, por lo que es desterrado hacia el desierto.


Este film evita seguir ahondando en la definición de su personaje central, aumenta la cuota de diálogos del resto de personajes e incide con más intensidad en la descripción de los mismos y de la sociedad futura que habita tan desolado mundo. Esa sociedad, que a pesar de la inclusión de niños perdidos que encuentran a Max en la segunda mitad del film, queda expuesta en dos formas muy distintas, la de la herencia directa del pasado y ha evolucionado hacia la violencia extrema y lo dictatorial de la Tía Ama.
El choque de ambos mundos y el papel que juega Max entre uno y otro acerca y mucho, los postulados de esta tercera parte a los de la segunda, conociendo aquí el enemigo de primera mano.


Pero, y ahí viene el bajón en esta entrega, las escenas de acción son mucho menores, y a pesar de su gran final, la parte del desierto y la tribu que rescata al protagonista es algo aburrida y con poco peso. La inclusión de los niños perdidos es forzada y hace que el conjunto cojee, y no de la impresión de un todo cohesionado.
El plano actoral está muy bien, con un Gibson perfecto, una más que digna Tina Turner y unos secundarios que rodean que cumplen a la perfección, pero la película se queda sólo en un buen intento. Es bueno recordar su escaso presupuesto.


Os dejo con el tráiler de Mad Máx, más allá de la cúpula del trueno.


jueves, 5 de mayo de 2016

Ayer murió el actor Ángel de Andrés López a los 64 años.


El actor Ángel de Andrés López ha fallecido este miércoles a la edad de 64 años, según han confirmado fuentes cercanas al intérprete y la Unión de Actores. Al parecer el deceso se produjo por la noche y su hijo encontró el cuerpo sin vida por la mañana, quien dio el aviso.
Hablamos de un actor nacido en Madrid en 1951, y que cuando sólo tenía 16 años trabajó en su primera película "Con uñas y dientes" (1977) donde hacía de matón. Luego tuvo que esperar 7 años para que Almodóvar contara con él en "¿Qué he hecho yo para merecer esto?" (1984), donde se produce su despegue definitivo. A esta película le siguió "Luces de Bohemia" (1985) compartiendo cartel con actores de la talla de Paco Rabal, Fernando Fernán-Gómez o Agustín González, además de hacer su primera incursión en televisión en la serie Platos Rotos de Joaquín Oristrell. Luego pequeños papeles, como policía en "Mujeres al borde de un ataque de nervios" (1988), más "Baton Rouge" (1988) y "Las cosas del querer" (1989), aunque su carrera ya iría encaminada hacia la televisión.


En los 90 curró mucho, "Huevos de Oro" (1993) de Bigas Luna, "Oh, cielos" (1995) de Ricardo Franco y "Antártida"(1995) de Manuel Huerga. Sus incursiones televisivas empiezan con un personaje estable en la serie Villarriba y Villabajo. Luego trabajó más adelante en un excepcional papel en "Taxi" (1996) de Carlos Saura y un par de films con Pilar Miró, "Tu nombre envenena mis sueños" y "El Perro del Hortelano" ambas de 1996. Con Oristrell repitió en la comedia con "¿De qué se ríen las mujeres?" (1996), genero en el que estaba a gusto, pero no se encasilló nunca, como se aprecia en "99.9" (1997) de Agustí Villaronga.
Pero fue en el cambio de siglo, cuando aparece junto a Carlos Iglesias en "Manos a la Obra", haciendo el papel de dos chapuzas (que recordaban en cierta manera a Pepe Gotera y Otilio) modernizados, una serie que adoro, y cuyo papel de Manolo estaba lleno de humanidad. La serie batió récords de audiencia, más de 4 millones de espectadores veíamos los jueves a estos dos personajes, que además se hicieron amigos fuera de la pantalla. Carlos dejó la serie, cosa que no sentó bien a Ángel, pero ya tenía en la cabeza dirigir Un Franco, 14 pesetas, luego Ángel lo comprendió todo y pelillos a la mar.
Pero este éxito hizo que le llovieran papeles, "800 balas" (2002) de Alex de la Iglesia, "Platillos Volantes" (2003) de Óscar Aibar, "Tiovivo C. 1950" (2004) con José Luis Garci y su gran papel en "Tapas" (2005) de José Corbacho y Juan Cruz.
Su última película fue "Teresa, el cuerpo de Cristo" (2007) de Ray Loriga, además de series como "Manolo & Benito Coporeision" (fallida), "Pelotas", aparición en "Cuéntame como pasó" y su despedida en "Carlos, Rey Emperador".


Mi sentido homenaje a este gran actor, una enorme pérdida.

Os dejo con una escena brutal de la película Tapas en la que Lolo (Ángel de Andrés López) le habla a Mao (Alberto Jo Lee) de cuando él trabajó en Suiza a lo que le responde que trabajaba en Honk Kong en restaurante de lujo. Mao... como Mao Tse Tung...


miércoles, 4 de mayo de 2016

Mejores escenas cómicas del cine (XXXIX)


Aterriza como puedas, de 1980, dirigida y guionizada por Jim Abrahams, David Zucker y Jerry Zucker, sigue siendo a día de hoy la película que con el paso del tiempo mantiene el récord de provocar más risas, en concreto una cada veinte segundos.
Ted Striker (Robert Hays) es un ex-piloto de las fuerzas armadas estadounidenses, atormentado por un accidente que costó la vida a varios de sus compañeros. Su vida no pasa por buenos momentos, ya que está a punto de perder para siempre al amor de su vida, Elaine (Julie Hagerty), una azafata de vuelo.
Para intentar salvar su amor, monta en un avión donde Elaine trabaja de azafata. Pero el viaje puede acabar en tragedia, ya que el pescado servido a los pasajeros y tripulantes estaba en mal estado, y para colmo de males toda la tripulación comió pescado. Animado por el Dr. Rumack (Leslie Nielsen) y por la propia Elaine, el traumatizado Ted tendrá que tomar los mandos del avión y así salvar a pasajeros y tripulación del terrible desastre.


En una escena impagable, parte del vuelo 209 de la Trans American empieza a encontrarse mal y Elaine le pide al doctor si les puede echar un vistazo a los pasajeros que se encuentran mal, al atender a la primera constata que hay que llevarla a un hospital... a lo que ella responde ¿qué es doctor? Un gran edificio lleno de enfermos y a veces no hay camas... Chanante.

Os dejo con la escena.