lunes, 30 de abril de 2018

Gotelé (Porque la vida raspa) (2018)


Rogelio Sastre dirige este corto de título Gotelé, en el que Fernando (Fernando Ramallo) trabaja de teleoperador, pero anda bastante asqueado de su trabajo. Quiere quitar el gotelé de la pared de su casa, pero sale demasiado caro hacerlo, va a clases de yoga para liberar su espíritu y encontrar su karma, pero las referencias de la profesora a lo blanco le descolocan, etc...
Un compendio de malas decisiones hace que nuestro protagonista ande sin rumbo fijo, y cuando eso sucede, una llamada a su madre y el poder de sus croquetas, hará que todo pueda tener arreglo... aunque sea por una noche. La vida raspa... y mucho.


Os dejo con este curioso corto.

domingo, 29 de abril de 2018

Manual de la buena mujer (2018)


Ángela Corredor Tamurejo dirige este corto llamado Manual de la buena mujer. En él se nos presenta a una chica aproximadamente treinteañera, a partir del comienzo de un cuento... "Érase una vez, hace no mucho tiempo, una joven princesa..." pero que no sabe como seguir ni los estándares de la sociedad actual, ni los cánones de belleza, etc...
La protagonista habla a la cámara y deja claro que ni es princesa, ni vive en un castillo, tiene una amiga que le recomienda utilizar redes sociales para ligar, pero la usa, queda con un chico y la cita no sale bien, en definitiva es una chica que está fuera de su época, no conecta con la sociedad actual, y sigue soltera...
Especialmente brutal es ese momento en el que unas voces familiares le dicen... "que se te pasa el arroz" o "date prisa ahora que eres joven y guapa que luego empiezan a salirte arrugas"...


Os dejo con este divertido corto.

sábado, 28 de abril de 2018

Escenas míticas del cine (LXXII)


Martin Scorsese por fin puedo estrenar en 2002 Gangs of New York, un film para el que tardó veinte años en encontrar financiación. Una vieja idea de finales de los 70, de representar como si fuera un gran cuadro, la peripecia de varias generaciones de inmigrantes llegados a América en las décadas centrales del siglo XIX (1863 aproximadamente), cuyo acicate fue leer el libro Gangs of New York de Herbert Ashbury, de 1928. Para ello reclutó en los papeles principales a Leonardo DiCaprio (actor fetiche del director con el paso del tiempo) que interpreta a Amsterdam Vallon, hijo de Priest Vallon (Liam Neeson), asesinado por William Cutting, apodado "Bill el Carnicero" al que da vida Daniel Day-Lewis, delante de los ojos de Amsterdam cuando era pequeño. Eran tiempos duros, donde o matabas para sobrevivir o te mataban, de tipos realmente fuertes y aguerridos. Ni que decir tiene que la interpretación del actor británico es sublime, su rostro, esa fachada de enorme mostacho, ojo de cristal y pelo grasiento, lo es todo para el film.
Scorsese, con el hilo argumental de la venganza, crea un film fastuoso por todo lo que llevó de extras y presupuesto, que parece estar continuamente en peligro de ser arruinada, pero que de manera increíble eso nunca llega a ocurrir.
En una escena mítica de la película, Amsterdam ha yacido durante la noche con Jenny Everdeane (Cameron Diaz) y al alba aparece Bill El Carnicero, para tener una charla con él, y contarle que hacía 15 años mató al último hombre honorable que según él había conocido, y cómo ese mismo hombre decidió no matarle, después de haberle dado una paliza de muerte que le dejó medio desfigurado... ese hombre era el Sacerdote Vallon...


Os dejo con la mítica escena.

viernes, 27 de abril de 2018

Escenas míticas del cine (LXXI)


En el año 2010 se estrenó Shutter Island, una película dirigida por Martin Scorsese y basada en la nóvela homónima escrita por Dennis Lehane. Ambientada en 1954, nos presenta a un agente judicial, Teddy Daniels (Leonardo DiCaprio), que junto a su compañero Chuck Aule (Mark Ruffalo) se dirigen a una isla pequeña donde está situado un hospital psiquiátrico en el que se internan los enfermos más peligrosos. El motivo de dicho viaje, es la desaparición de una peligrosa paciente, cuya fuga tiene desconcertados a los encargados de la institución.
Nada más llegar a la isla, Daniels, quien esconde la verdadera razón de su implicación en el caso, descubre que no será fácil encontrar a la mujer, ya que nadie parece querer colaborar con ellos, empezando por el Dr. John Cowley (Ben Kingsley), la cabeza visible de la parte médica.
Scorsese compone aquí de manera magistral un retorcido laberinto, y el film va pasando de inquietante y tenebroso a tener un marcado tamiz opresivo y agobiante. Así, el protagonista se va perdiendo cada vez más y más, y es incapaz de fiarse de nadie, incluso de su propio compañero. 
A pesar de descubrir el pastel en el tramo de desenlace, el film vuelve a remontar y en la escena final tiene un momento sublime, en la conversación entre Daniels y Aule, donde el primero se pregunta "¿Qué sería peor? ¿Vivir como un monstruo o morir como un hombre bueno?"...


Os dejo con la mítica escena.

jueves, 26 de abril de 2018

Martin Scorsese premiado con el Princesa de Asturias de las Artes 2018.


Que a Martin Scorsese le llegue otro reconocimiento más en su ya extensa carrera, no hace sino reconocer una labor dedicada por y para el cine. El jurado de estos premios ha destacado la renovación realizada por el director a lo largo de más de una veintena de películas, que le convierten en "una figura indiscutible del cine contemporáneo".
Nacido en New York en 1942, allí comenzó su carrera, paralelo al triunfo del nuevo Hollywood, y metido en una generación donde andaban George Lucas y Steven Spielberg, pero eso si, teniendo diferencias grandes entre ellos y su manera de hacer cine. Si Lucas se coronó con la ciencia ficción (Star Wars sobre todo), y Spielberg con el cine de aventuras y títulos gloriosos, a Scorsese siempre le fueron los bajos fondos, el desenfreno, la oscuridad de los años 70, las consecuencias de las drogas, la violencia del ser humano, las mafias y los mafiosos, las vidas duras, los personajes que dejan tocados las guerras, etc... Dirigió su primer film en 1967, aunque no fue hasta 1972 cuando ya fue la cosa más en serio.
Pero estos premios, cierran una trilogía con los cineastas neoyorkinos, ya que Woody Allen y Francis Ford Coppola habían ya recibido el suyo anteriormente. Ya tiene un Óscar, tres globos de Oro, dos premios Bafta, un Emmy y un premio del gremio de directores de EEUU, todos ellos merecidos sin duda.


Sus filmografía es espectacular con títulos como Malas calles (1973), Taxi Driver (1976), El color del dinero (1986), La última tentación de Cristo (1988), Uno de los nuestros (1990), El cabo del miedo (1991), Casino (1995), Guns of New York (2002), El aviador (2004), Shutter Island (2010) o El Lobo de Wall Street (2013) dan fe de una carrera impresionante, y en donde actores fetiche para él como Robert de Niro, Leonardo Di Caprio tienen mucha importancia, además de otros como Joe Pesci, Ray Liotta, Sharon Stone, Lorraine Bracco, incluso su compañero de generación Harvey Keitel, han sido básicos y fundamentales.
En el aspecto musical, sabida es su admiración por los Rolling Stones, a los que incluso hizo una película documental "Shine a light" (2008), a Bob Dylan con "No direction home" (2005) y como no "The Last Waltz" (1978), el tremendo adiós de The Band, incluso también rodar vídeos con por ejemplo, el gran Michael Jackson y su Bad en 1987.


Os dejo con una escena mítica de la película El cabo del miedo, ese remake del film de 1962 que tan bien dirigió y donde Robert de Niro y Nick Nolte interpretan los papeles principales.
Sam Bowden es un abogado, interpretado por Nick Nolte y Max Cady al que da vida Robert de Niro, un antiguo cliente al que defendió 14 años atrás cuando trabajaba en el turno de oficio. Cady fue juzgado por violar y golpear brutalmente a una joven y Bowden horrorizado por el crimen, ocultó pruebasque podrían haber reducido la condena de Cady e incluso que saliera absuelto. Cady era analfabeto en el momento del juicio y no se enteró del asunto. Pero en la cárcel aprendió a leer, estudió derecho y se convirtió en su propio abogado, solicitando la revisión de su caso varias veces, y empieza a entender que Bowden ocultó pruebas en su juicio.
En dicha escena mítica, Cady llama por teléfono a la hija de Bowden, Danielle, interpretada por Juliette Lewis, y a la que engaña, mientras le dice ser su nuevo profesor, para quedar con ella, todo ello hablando boca abajo en el teléfono mientras hace ejercicio... la cara de loco psicópata de De Niro no tiene precio...

martes, 24 de abril de 2018

Ser o no ser (2018)


Esther Paredes Hernández dirige este corto que habla sobre lo absurdas que son las etiquetas, precisamente en una época donde parecen imprescindibles. En esta historia hay tres protagonistas, un hombre llamado Ripeu (interpretado por Miquel Ripeu), una mujer llamada Reichel (a la que da vida Reichel Delgado) y otro chico llamado Elías (Elías Torreciellas). Tienen una charla sobre el disgusto de Ripeu, ya que no le han dado un papel para trabajar, y él piensa que es por el color de su piel. Reichel le intenta hacer ver que eso, bajo su punto de vista es una tontería, mientras que la tercera persona, cuando se añade a la conversación, también suelta su andanada. La ingenuidad de Reichel es grande.
Clasificamos a las personas con etiquetas, con el fin de controlarlas y no tenerles miedo, aunque sea un arma que apunta claramente hacia ellos, quizás esa sea la moraleja.


Os dejo con este interesante corto.

viernes, 20 de abril de 2018

Campeones (2018)


La trayectoria de Javier Fesser como director, después de un magnífico comienzo con Aquel Ritmillo (1995) y El secdleto de la tlompeta (1995) sus dos primeros cortos y sobre todo con el Milagro de P. Tinto (1998), su primer film largo y especialmente recordado haciendo gala de un tremendo y divertido humor, hizo que su carrera fuera por esos derroteros hasta La Gran Aventura de Mortadelo y Filemón (2003). A partir de ahí vino un cambio con Binta y la gran idea (2004) y sobre todo con Camino (2008), aquel dramón que le dio muchos Goyas al año siguiente. La vuelta en 2014 con Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo hizo pensar que volvía a su lado humorístico. Pero ahora en Campeones, no sólo sigue con el humor, sino que lo mezcla con la ternura y ciertas dosis de drama, una mezcla que le sale redonda.


Si que es cierto, que el guión y la historia de este film podrían parecer algo arquetípicas, pero la manera de tratarlo de Fesser hace que te llegue al alma, y lo explico a continuación.
El film narra la historia de Marco, interpretado por el gran Javier Gutiérrez, un entrenador profesional de baloncesto, cuyo trabajo es segundo entrenador del Estudiantes, que un día en un partido estalla, dentro de su propia crisis personal, y se enfrenta al primer entrenador en el transcurso de un partido, por la noche se emborracha y tiene un altercado con la policía. El resultado es que se le despide del club, se le retira el carnet de conducir por dos años y se le conmuta la pena de cárcel por 3 meses de trabajos para la comunidad, que la jueza le determina será dirigir a un equipo compuesto por personas con discapacidad intelectual. Él al principio lo llevará mal, pero irá aprendiendo que a esos chicos debe quererlos.



Pero Campeones tiene una gran virtud y consiste en que te presenta a los miembros del equipo como son, con todo lo que tienen, al desnudo, sus problemas que son muchos, pero también sus virtudes, que las tienen. Todos los trabajos que tienen y en los que están integrados, para luego ir al club y jugar al baloncesto. La soberbia inicial de Marco se irá tornando (y ahí Javier Guitérrez está de diez) en una comprensión y una ternura hacia esos chavales, que hará que saque de ellos lo mejor. Consiguen meterse en la liga nacional y empiezan a jugar partidos, e irán mejorando tanto que llegarán a la final del campeonato.


Quizás algunos elementos de superación son algo forzados, pero estamos ante un film, alguna cosa de más siempre tiene que haber, pero todo está tratado desde el cariño y con un sentido del humor realmente admirable. Al final se convierte en una lección de vida, tanto para Marco el protagonista, como para los que ven el film y entienden el mensaje que el director ha querido lanzar, creo. Ese toque humano es lo que le da tintes al film de auténtico, y consigue engancharte hasta tal punto de que en las partes más sensibles sueltes una lágrima. Pero en conjunto el humor y la lágrima de emoción hacen una combinación perfecta.


Os dejo con el tráiler de esta muy admirable película.

martes, 17 de abril de 2018

El Jefe Enrollado (2017)


Alberto Rodríguez de la Fuente dirige este corto en el que una trabajadora es llamada por su jefa para decirla que vence su contrato. Sandra Aylagas interpreta a Sandra, la trabajadora, y Marga Llano hace de la jefa. La manera de decirle que dicho contrato no será renovado, produce en Sandra una respuesta poco agradable, ya que considera que hace mejor su trabajo que algunos hombres que están en el mismo nivel que ella. La jefa le tiene una sorpresa preparada, pero le sale, por decirlo suavemente, el tiro por la culata.
Excelentes las dos actrices... y el actor inesperado del final (Jorge Moreno).


Os dejo con el tremendo corto.

miércoles, 11 de abril de 2018

Fuera de campo (2018)


Eva Moreno y Juanca Vellido dirigen este corto, que en realidad se trata de una road movie rodada en un sólo plano fijo. Hay un Hombre X, un Hombre Y, un Hombre de Negro 1 y un Hombre de Negro 2, interpretados por José Burgos, Samu Martín, José Manrique de Lara y Álvaro Doñate. Un tipo que va en moto en un camino se detiene para echar una meada, cuando va a proceder se encuentra una maleta, la abre y asombrado la cierra (parece ser dinero), pero la deja y se va. A partir de ahí, se suceden una persecución policial a un coche negro, el hombre del inicio regresa al ligar en un cuatro latas con otro hombre para recoger la maleta y éste le deja tirado, luego le disparan, y la maleta cambia de manos... en fin, una sucesión increíble de acontecimientos vistos desde el mismo punto de vista.


Os dejo con éste increíble corto.

jueves, 5 de abril de 2018

Ready Player One (2018)


Steven Spielberg ha vuelto al cine de ciencia-ficción, después de muchos años alejado del mismo, un proyecto anunciado hace 3 años que muchos pensaban que el director podía abandonarlo, pero lo ha acabado y se ha estrenado afortunadamente. Podríamos decir que esta es la cara más alegre, lúdica y a la vez ligera y atractiva para el espectador, ya que sus últimas películas no siendo malas, daban una sensación de cierto agotamiento creativo.
Esta es la adaptación de la novela de ficción de Ernest Cline, y en la que Spielberg ha montado un festival de referencias de los ochenta, sobre todo, y noventa también tanto en música (excelente banda sonora) como en cine (referencias constantes a películas míticas), incluso juegos (para los más frikies). En definitiva un compendio pop, al que el mítico director ha sabido dotar de mucha calidad, sin caer en banalidades.


La película, es ante todo un entretenimiento brutal, pero hay un detalle muy importante en el desarrollo de la misma que la engrandece, y es que el director con los medios que hay en la actualidad a su alcance, podría haber incurrido en el exceso digital, y sin embargo a pesar de coquetear con ese error sale de lo más airoso, consigue que la narrativa no sufra y el aspecto visual no se coma al resto, algo que resulta ser de los puntos fuertes del film y eso a pesar de que la propia historia del film es, en si, un gran videojuego en cuya historia te metes de lleno desde el principio y ya no puedes despegarte de ella en toda la duración de la cinta, manteniendo siempre un alto nivel de interés.


Todo se desarrolla en 2045, donde Wade Watts, al que da vida Tye Sheridan, es un adolescente al que le gusta evadirse del triste y sombrío mundo real que le ha tocado vivir, a través de una utopía en realidad virtual, otro mundo llamado "Oasis" que fue creado por un excéntrico y multimillonario, el señor Halliday, interpretado por Mark Rylance, que muere, pero antes ofrece su fortuna y el timón de su empresa al ganador de una especie de juego, que se convierte en la búsqueda de un tesoro (un huevo de pascua) a través de los rincones más inhóspitos de lo que fue su creación, para lo que será importante conocer bien la historia de personaje y como fue el desarrollo de la empresa, sus socios y colaboradores, etc...


Así Wade se enfrenta a jugadores, y con otros hará equipo, lo que él llama Clan, pero también tendrá enfrente a enemigos corporativos y otros competidores despiadados, todos ellos dispuestos a hacer lo que sea, tanto dentro de Oasis, como en el mundo real, para hacerse con el goloso premio. Wade es Perzival en el juego, y conectará de lujo con Samantha, cuyo nombre es Art3mis en el juego, que serán el núcleo duro de su clan.
En el lado de los villanos Sorrento, interpretado por el siempre magnífico Ben Mendelsohn, que utilizará todo lo que hay a su alcance para que Wade y su tropa no alcancen su objetivo, incluso matar a su familia. 


Pero lo que más me ha gustado de este film es que ha regresado el Spielberg con ganas de aventura, que ya daba casi por perdido, y ha vuelto a insuflar esa chispa que parecía adormecida en su caso. En éste film ha sido capaz, a la vez de que estás jugando en el juego con los protagonistas, repasar a Depeche Mode, Buggles, A-HA, Van Halen, Blondie, Star wars, Street Fighter, Parque Jurásico, Tomb Rider, Mad Max, Tron, Regreso al Futuro, Los Gremlins, Terminator, Mazinger Z, Star Trek, Chucky, Freddy Krueger, King Kong, etc., hilándolos de una manera consecutiva y casi perfecta, incrustando todo ello en un conjunto armónico donde nada chirría. Por si fuera poco, los gags de humor son continuos, lo que hace ya de un entretenimiento brutal, la diversión absoluta.


Ha vuelto el gran Spielberg, el que consigue que te emociones, el que te mete el espíritu de la aventura. En cierta forma y con el paso de los años, me ha recordado (y salvando las distancias en todo) a cuando vi E.T., me ha parecido algo muy nuevo... y eso que he crecido...

Os dejo con el tráiler.