miércoles, 30 de septiembre de 2020

Escenas míticas del cine (CLI)

Otto Preminger dirige en 1959 Anatomía de un asesinato, un impresionante drama judicial, en el que se cuenta la historia de Fredrick Manion (Ben Gazzara), un teniente del ejército que asesina fríamente al presunto violador de su mujer Laura (Lee Remick). Ella contrata como abogado defensor a Paul Biegler al que da vida el siempre excelente James Stewart, un honrado y humilde hombre de leyes de una pequeña ciudad. Y aquí he de hacer un inciso, ya que la carrera de James Stewart, está siempre llena de personajes que transmitían bondad y buenos sentimientos, lo que podríamos resumir como un buen hombre, no recuerdo papeles donde interpretara personajes de dudosa moral (quizás como mucho en Dos cabalgan juntos de John Ford), y cuidado esto no significa para nada que estuviera encasillado, una carrera de papeles tan variados como la suya donde había westerns, thrillers, etc., junto a los mejores directores y de un nivel tremendo. Pero en esta película su personaje está en época de vacas flacas, y decide aceptar un caso de asesinato en el que en principio tiene casi todo en contra, y utiliza todas las argucias posibles para defender a un verdadero culpable. Tal es así, que en el juicio se reflejarán todo tipo de emociones y pasiones, desde los celos a la rabia. 

En una escena muy brillante, Paul le pregunta a Laura quien tiene las bragas que supuestamente el violador le arrancó, y ella le contesta que no las encontraron, a pesar de ir con la policía a buscarlas. Laura se insinúa a Paul, pero en un alarde de inteligencia, él le recuerda que su marido Frederick está mirándolos por la ventana...

Os dejo con la mítica escena.

martes, 29 de septiembre de 2020

Escenas míticas del cine (CL)

Hace pocos días, el 11 de septiembre de este año, se cumplieron 19 años de los ataques terroristas a las torres gemelas del complejo World Trade Center de New York. En el año 2006, Oliver Stone hizo un film llamado World Trade Center, en el que se narraba los momentos más difíciles y se centra en cómo un grupo de policías portuarios dirigidos por el sargento John McLoughlin (Nicolas Cage) intentan acceder a una de las torres a salvar vidas. Antes de entrar pide a compañeros que sepan usar máscara y botella, tres de ellos deciden ir con el sargento, uno de ellos es Will Jimeno (Michael Peña). Una vez dentro sufrirán el colapso de las torres, que les dejará enterrados bajo toneladas de escombros.
La escena del sargento pidiendo gente cualificada para entrar es tremenda, ya que llegan al escenario alucinados de lo que ven, mientras ven caer a gente desesperada de las zonas altas de las torres.

Os dejo con la impactante escena.

sábado, 26 de septiembre de 2020

The Butler (2013)


En el año 2013 Lee Daniels dirigió El Mayordomo, basado en un guión del propio director uniendo fuerzas con Danny Strong en ese apartado. Una película basada en la historia de Cecil Gaines, al que borda Forest Whitaker, un mayordomo afroamericano de la Casa Blanca, que entra a trabajar en 1952 con Eisenhower, todavía dentro de la gran depresión posterior a la II Guerra Mundial y llega hasta aproximadamente 1986 con Ronald Reagan de presidente. Aunque la historia acaba justo cuando Barack Obama es nombrado presidente, con Cecil ya muy mayor. Es por tanto el trabajo de este mayordomo, una referencia, ya que estuvo a las órdenes de varios y diversos presidentes, lo que da paso a una historia épica de raza, clase, lucha de derechos civiles, disturbios, guerra de Vietnam, generaciones enfrentadas, etc...

Es una película con una actuación memorable de sus actores principales, reflejados en Cecil Gaines, su mujer y sus hijos. Forest Whitaker interpreta a Cecil con una humildad tremenda, mostrando su dolor, pero una actitud estoica para llevar adelante una familia con notables ausencias suyas en casa. Oprah Winfrey está maravillosa en el papel de su cálida mujer Gloria, que lleva a cuestas una situación complicada para ella, tanto el tiempo que no disfruta de su marido, como la difícil relación con sus dos hijos. David Oyewolo da vida al hijo mayor Louis, el díscolo y rebelde, muy involucrado en los movimientos de derechos civiles, mientras Isaac White da vida a Charlie, el pequeño y que finalmente se alistará para ir a luchar en Vietnam.


El problema para mí, radica en la galaxia de grandes actores muy bien caracterizados que interpretan a todos los presidentes, hay mucha irregularidad. Vamos por partes porque hay para todos los gustos, Robin Williams está sutil en su registro de Eisenhower, John Cusack por el que tengo admiración no me gusta como Nixon, demasiado cómico, Liev Schrieber sin embargo si acierta en Johnson mezclando comicidad y un toque siniestro. James Marsden como Kennedy ni se parece ni es cercano, no me dice nada. Sin embargo Alan Rickman los supera a todos como Ronald Reagan, está fabuloso y Jane Fonda magnífica también como Nancy Reagan.
Como nota positiva el músico Lenny Kravitz está sereno y firme en su papel de compañero del protagonista.


Pero en toda la historia nos encontramos a un padre enfrentado con su hijo, un padre comprometido con el sistema y un hijo mayor dispuesto a reformarlo. Es más que evidente que el camino que toma en principio es muy radical y tiene la reprobación de su progenitor, pero justo cuando toma la decisión acertada en su camino en la vida, es cuando su padre decide dejar de hablarle y no salvarle más veces de sus detenciones y encarcelamientos.
Los problemas raciales están muy presentes, se narran con bastante crueldad situaciones que se sucedían en los años 50 y 60 en muchos estados, sobre todo sureños, en los que a la gente de color no se les dejaba compartir bares o restaurantes en los mismos sitios que los blancos. Esto a su vez tiene su reflejo en los distintos presidentes, los que querían igualdad y los que no hacían mucho por ello.


Os dejo con el tráiler del film.

martes, 22 de septiembre de 2020

Bandas sonoras míticas de películas (XLV)

Como decía unos días atrás, Carol Reed dirige en 1949 El Tercer Hombre, adaptación de la novela de Graham Greene, una obra maestra del cine que cuenta entre sus papeles principales con Joseph Cotten y Orson Welles. Todo se desarrolla en Viena hacia 1947, en plena posguerra, con la ciudad dividida en cuatro zonas ocupadas por los aliados de la II Guerra Mundial, a la que llega Holly Martins (Joseph Cotten), un mediocre escritor de novelas del oeste con el fin de visitar a su amigo Harry Lime (Orson Welles), ambos amigos de la infancia, que le ha prometido un trabajo. Pero su llegada coincide con el entierro de Harry, supuestamente atropellado por un coche en plena calle. Pero algo no le cuadra a Martins, ya que todos dicen haber visto a dos hombres en lugar del atropello intentando ayudar a Lime, pero otro testigo asegura haber visto a un tercero. Será cuando Martins inicie sus pesquisas, mientras el jefe de la policía militar británica, le hace saber que Lime estaba implicado en un turbio asunto en el mercado negro con penicilina. La banda sonora del film es un caso aparte, decir mítica es quedarse corto, la primera vez que ves el film, la música de Anton Karas con su cítara, se te queda de manera increíble metida en la cabeza. Reed conoció a Karas en una taberna vienesa donde tocaba y directamente lo fichó para la película. Se fue a Londres a grabar, hubo un incendio en los estudios y regrabó la banda sonora. The Harry Lime Theme es una pieza inolvidable.


Os dejo con The Harry Lime Theme.

viernes, 18 de septiembre de 2020

036 (2011)

En el año 2011 Fernando Andrés Parrilla y Esteban Roel García Vázquez dirigen 036, un corto en el que una mujer interpretada por Carolina Bang, quiere darse de alta como autónoma, un trámite aparentemente sencillo que se acaba convirtiendo en toda una odisea. Ella entra cuando le toca su turno a la oficina, y el funcionario que le toca (interpretado por Tomás del Estal) ya está esperándola desde que la ha visto. Le hace esperar para tomarse su café, y empieza la petición de darse de alta en autónomos, él la manda a ventanilla de información a por el impreso, pero ella lo ha rellenado ya. Todos los pasos de papeleo son una tensa situación entre el funcionario que no quiere realizar su labor y ella que viene con todo aprendido y con todo hecho de casa. El funcionario con actitud chulesca y su palillo en la boca, sigue poniendo trabas a la joven, hasta que se da cuenta de que cada una de sus peticiones, tiene en ella una respuesta y el papel correspondiente, hasta que llega el momento cumbre cuando le pide el modelo 036 numerado, grapado y con copia, situación de la que ella sale más que airosa tumbando al funcionario.

Una exageración de una situación que se puede dar, pero no tanto como podríamos pensar, aunque evidentemente aquí está llevado al límite.


Os dejo con este magnífico corto.

miércoles, 16 de septiembre de 2020

Escenas míticas del cine (CXLIX)


Carol Reed dirige en 1949 El Tercer Hombre, adaptación de la novela de Graham Greene, una obra maestra del cine que cuenta entre sus papeles principales con Joseph Cotten y Orson Welles. Todo se desarrolla en Viena hacia 1947, en plena posguerra, con la ciudad dividida en cuatro zonas ocupadas por los aliados de la II Guerra Mundial, a la que llega Holly Martins (Joseph Cotten), un mediocre escritor de novelas del oeste con el fin de visitar a su amigo Harry Lime (Orson Welles), ambos amigos de la infancia, que le ha prometido un trabajo. Pero su llegada coincide con el entierro de Harry, supuestamente atropellado por un coche en plena calle. Pero algo no le cuadra a Martins, ya que todos dicen haber visto a dos hombres en lugar del atropello intentando ayudar a Lime, pero otro testigo asegura haber visto a un tercero.
Será cuando Martins inicie sus pesquisas, mientras el jefe de la policía militar británica le hace saber que Lime estaba implicado en un turbio asunto en el mercado negro con penicilina.
En el encuentro entre Martins y Lime, este último le suelta una frase lapidaria sobre hechos ocurridos históricos, comparando 30 años en Italia con 500 años en Suiza.


Os dejo con la mítica escena.

martes, 15 de septiembre de 2020

Escenas míticas del cine (CXLVIII)


En 1969 John Schlesinger dirige Cowboy de medianoche, basada en la novela de James Leo Herlihy. Nos narra la historia de Joe Buck (Jon Voight), un joven texano marcado por las experiencias sufridas con su abuela y su novia, que decide abandonar su puesto de trabajo en su ciudad natal, para probar fortuna como gigoló en las muy diferentes y lejanas tierras de New York. Se trata de el típico "vividor" como él mismo se define, ataviado con su zamarra de flecos, su sombrero de cowboy, su inseparable radio y su maleta de piel de vaca, que se va decidido a vivir de sus artes amatorias con adineradas mujeres sedientas de sexo de chicarrones del salvaje oeste como él. Esos sueños están en su cabeza, hasta que se topa con una realidad bastante distinta y cruel a la que se había imaginado, y que terminará compartiendo con un enfermizo ladronzuelo de poca monta llamado Ratso Rizzo y al que da vida Dustin Hoffman. Su caída de gigoló a chapero será descrita de una manera brutal en el film.
En una escena al principio de la llegada de Joe, cuando ya ha conocido a Rizzo, tienen una conversación en la que el enfermizo y cojo ladronzuelo, le ofrece sus servicios como intermediario para conseguir sus objetivos amatorios con mujeres, previo pago de una cantidad de dinero ya que no tiene un dólar, entre ellos "gastos de representación..."


Os dejo con la mítica escena.

domingo, 13 de septiembre de 2020

Escenas míticas del cine (CXLVII)


Si hay una comedia romántica por excelencia de Woody Allen, esa es Annie Hall, de 1977. Aquí será un momento clave de su filmografía, ya que si bien su primera etapa era más disparatada, no exenta de genialidad, con referentes en Bob Hope o los Hermanos Marx, será en esta cinta donde manteniendo la fidelidad a su comicidad basada en sus típicas neuras, deseos y miedos, cobró más seriedad en el asunto de las relaciones y de las reflexiones de sus personajes siempre urbanitas.
Aquí Allen intrepreta a Alvy Singer, un cómico judío y cuarentón de Brooklyn, New York, que se enamora de Anni Hall (Diane Keaton). Él trabaja de cómico en clubs nocturnos, y ella es una tímida cantante que no se atreve a dar el paso definitivo. Después de un tiempo juntos, reflexiona sobre su vida, rememorando sus amores, etc., pero sobre todo su relación con Annie que le marcó mucho. Al final llegará a la conclusión de que son sus manías y obsesiones las que arruinan su relación con las mujeres.
En una escena bestial, él y Annie guardan cola en el cine (Woody ha mostrado siempre un respeto enorme por el séptimo arte), mientras un pedante se las da de listo acerca de la obra de Marshall McLuhan, pero es entonces cuando Alvy se saca de la manga al propio Marshall en persona para ridiculizar al tipo.


Os dejo con la mítica escena.

viernes, 11 de septiembre de 2020

The Lighthouse (2019)


Robert Eggers dirigió el año pasado El Faro, una película que ya aviso a navegantes es dura y difícil de visionar. Al parecer, este director es un tipo que se afana mucho en recrear la época en la que se ambientan sus historias de manera muy obsesiva, y desde luego os puedo asegurar que lo consigue. De hecho el film se desarrolla entero en blanco y negro y su puesta en escena es realmente excelente, con una belleza de contrastes brutales, pero se afana en provocar diálogos siempre con las mismas palabras, que a veces resultan reiterativos.
Pero he de aclarar un concepto, este film tiene dos actores principales, Willem Dafoe y Robert Pattinson, la experiencia y la juventud, en un duelo interpretativo bestial, pero son los únicos actores como tales de la película, con el añadido de Valeriia Karaman en el papel de la sirena que se aparece en sueños. Y no hay más actores, desde luego se ahorró en ese aspecto.


El film nos cuenta una historia que sucede en una remota isla de Nueva Inglaterra, a finales del S. XIX, concretamente en 1890. El veterano farero Thomas Wake (Willem Dafoe) y su joven ayudante Ephraim Winslow (Robert Pattinson) deben convivir durante cuatro duras y terribles semanas, siendo su labor mantener el faro en buenas condiciones hasta que llegue el relevo que les permita volver a tierra. Al principio todo parece ir bien, Thomas se encarga del Faro y de su tremendo haz de luz, y tiene al pobre chaval trabajando a destajo y haciendo las labores menos agradecidas, con una inquina y unas formas bastante dictatoriales, cosa que se compensa con las frecuentes borracheras que se agarran una vez establecen confianza.


No lo voy a negar, y como ya avisé al principio es una película fea, asfixiante, pegajosa y sucia, y saca a relucir varias de las peores características del ser humano, pero te mantiene en vilo hasta el final porque vas intuyendo lo terrible que será, incluso sabes, que tendrá fases de escenas muy duras y de terror. Me sobran las escenas escatológicas, los pedos, orines, vómitos y demás guarradas que salen en el film, un poco vale pero un mucho sobra.
La relación entre jefe y ayudante se va deteriorando cada vez más, y la presión que va sufriendo Winslow en su mente la traslada al espectador, por lo que acabas pensando como él, e intentas ver cual es la manera de salir de esa situación que le ahoga día a día. Sus sueños con la sirena, sus masturbaciones y la bebida son las únicas escapatorias que tiene, pero llega un momento en que todo eso se queda corto.


La madera crujiente, el salitre pegajoso, el metal que percute, el mar que azota con toda su fuerza y crudeza no solo se escuchan, también se ven y te producen un continuo desasosiego que incluso es depresivo. Fascinante e irritante, son adjetivos que se unen curiosamente mientras visionas esta cinta.
No puedo decir que esta película no sea una obra de artesanía, que lo es, y de muy alto nivel, pero creo que es un trabajo más para ser admirado, que para ser disfrutado, por decirlo de otra forma, se me parece a un cuadro de extraordinaria belleza, pero la imagen que muestra es tan cruda y violenta, que prefieres pasarte más tiempo con el visionado de otros cuadros más amables.
En cuanto a los actores, creo que Pattinson ha sabido salir del círculo de la saga Crepúsculo y se ha tirado al lodo para triunfar, y desde luego va por buen camino. Y Dafoe aplica toda la sabiduría de años y años, para bordar su papel.


Os dejo con el tráiler de esta inquietante película.

domingo, 6 de septiembre de 2020

Antebellum (2020)


El dúo de realizadores Gerard Bush y Christopher Renz han dirigido y guionizado su ópera prima titulada Antebellum. Hablamos de una película de brillante ejecución, que tiene una ambiente realmente enrarecido, pero sobre todo posee una espectacular premisa que trasciende la pantalla de una manera brutal, además de contener un discurso actual, fuerte y de mucha fuerza, que por desgracia es aterrador e intimidante.
La historia tiene una peculiaridad muy importante, no tiene una cronología normal ni lógica, va dando saltos, y tiene unos flasbacks que están puestos en el sitio correcto, pero son clave para entender todo el conjunto. Se trata de un thriller social que circula por una fina línea, vinculado a un terror soterrado. Ojo, no es una película de miedo, da una vuelta de tuerca increíble al género, mezclado con otros temas como la discriminación racial, el feminismo o la denuncia social, no falto de crítica en muchos sentidos y por todos lados.


Esta historia se centra en Veronica Henley (Janelle Monáe), una mujer inmersa en una horrible realidad sobre la que debe descubrir el misterio antes de que sea demasiado tarde, una entregada y sufrida mujer cuya epopeya es bestial. Se convierte en un impactante viaje con momentos realmente tortuosos, duros y difíciles. A todo esto ayuda mucho una serie de giros argumentales (ante todo uno central) que hace que la intriga te mantenga pegado a la butaca todo el metraje.
La estructura narrativa es muy potente, pero la capacidad de sorprender al espectador es una de sus grandes virtudes, algo que consigue con requiebros de juego con el tiempo.


La cinta trata sin tapujos un tema ya manido como es el del comportamiento supremacista blanco en esta y otras épocas, algo por desgracia muy de actualidad en estos momentos. Uno de sus escenarios es una plantación de algodón, donde los esclavos son reducidos a cenizas en un horno crematorio (como los judíos en el holocausto) si se portan mal, o a los soldados sureños les da por tener ese capricho, tiempos lejanos que aún están muy presentes, como nos muestra el film en todo momento. Esto tiene aún mayor alcance si se engloba dentro del cine de terror, territorio popular que sabe transmitir discursos políticos, sean de un signo ideológico o del opuesto.


Que esta cinta esté incluida dentro del género de terror tiene bastantes justificaciones, y no sólo como ejemplo porque aparezca una niña que nos recuerda a El Resplandor de Stanley Kubrick, sino que para ciertos públicos, especialmente el afroamericano, es de mucho terror, como ya sucedió en su día con El Nacimiento de una Nación (película muda de 1915), que para la raza negra era de terror absoluto, cuando brindaba apoyo explícito al Klu Klux Klan.
Destacar también en el plano actoral a Jack Huston en el papel de despiadado Capitán Jasper, Eric Lange en el del General sureño o la gran Gabourey Sibide en el papel de Dawn, la amiga de la protagonista, incluso Jena Malone en el papel de Elisabeth muy malvada.


Os dejo con el tráiler de esta muy interesante película.