En el año 2000, Ridley Scott realizó un film que consagraría a dos actores, por un lado a Russell Crowe haciendo el papel de Máximo Décimo Meridio, el Gladiador, y por otro a Joaquín Phoenix en su papel de Cómodo, el César malvado. Russell Crowe tuvo la recompensa del Óscar, a pesar de tener la cara cubierta en muchas escenas, en detrimento de Javier Bardem también nominado.
En la escena que destaco, después de la lucha en el Coliseo, el César baja a hablar con Máximo al que no consigue ver muerto, por muchos luchadores gloriosos que pone en la arena para conseguir su objetivo. Es entonces cuando en una conversación memorable, Cómodo le recuerda como sufrieron su hijo y mujer cuando los mataron por orden suya, a lo que Máximo responde "Tus días de gloria, muy pronto verán su fin... César", con esa maravillosa banda sonora de Hans Zimmer de fondo.
Disfrutad de la escena.
Hi boy!
ResponderEliminarLa interpetación del emperador gladiador (Cómodo) de Phoenix para mí es la estrella en esta película. Sus contrariedades familiares y frustaciones, sus locuras, y en resumen, su cobardía, las representa a la perfección. Russell Crowe, es el tipo de los mil papeles (Una mente maravillosa, un buen año, Master&Commander,.....). Genial.
Un honor debutar Trufa.
Beatman: Muy bienvenido a mi espacio de cine, debate y humor.
EliminarSi, lo que no entiendo es como no recibió el Óscar Joaquín Phoenix por esta película. Es una actuación excelente.
Sin embargo no estoy deacuerdo en lo de Russell Crowe, me parece un actor de muchos registros.
Gracias amigo. Un saludo.