lunes, 29 de junio de 2020

Escenas míticas del cine (CXXXVIII)


Como decía ayer, en 1960 Alfred Hitchcock dirige Psicosis, una obra maestra del cine, puro cine. Hablamos de un film al que el director quería dar casi una cobertura de serie B, con escaso presupuesto, y que acabó convirtiéndose sin querer en su película más impactante y reconocible, dándole a la novela de Robert Bloch mucho mayor relevancia de la que el propio libro tenía, mediante el guión adaptado de Joseph Stefano.
En la cinta se contaba la historia de Marion Crane (Janet Leigh), una joven secretaria, que tras cometer el robo de un dinero en su empresa, huye de la ciudad y después de conducir durante horas, decide descansar en un pequeño y apartado motel de carretera, que regenta un joven tímido llamado Norman Bates (Anthony Perkins), que vive en la casa de al lado con su madre.
Bernard Herrmann compuso la magnífica banda sonora a la que di cobertura en la anterior entrada.
Pero si hay una escena que marcó esta película, y el cine para siempre, es la escena de la ducha, cuando Norman Bates vestido de mujer mayor, asesta varias puñaladas a Marion Crane, hasta matarla. Es una escena soberbia, que queda muy bien explicada en el documental 78/52, de hace un par de años, en el que se explicaba que una escena como esta, el genio de Hitchcock tardó en modelarla de manera obsesiva durante una semana, como una pieza independiente del resto de la película, mimándola con tremendo cariño.
Su influencia es tal, que ha sido copiada, plagiada y homenajeada hasta la saciedad, incluso parodiada con mucho acierto (Martes y 13 recuerdo yo). Un escenario de horror doméstico, ya imprescindible como referente para cualquier film de ese estilo.


Os dejo con la mítiquísima escena de la ducha de Psicosis...

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