En el año 2013 Richard Curtis, uno de los grandes nombres del cine y televisión británicos (suyo es el guión de 4 bodas y un funeral por ejemplo, y a partir de ahí se especializó en comedias románticas), dirige Una cuestión de tiempo, donde se nos cuenta que Tim Lake al que da vida Domhnall Gleeson, es un joven de 21 años recién cumplidos, que crece en una casa solariega de Cornualles rodeado de una excéntrica familia y que descubre que puede viajar en el tiempo. El que se lo dice y transmite es su padre, al que da vida Bill Nighy, que le cuenta que todos los hombres de la familia han tenido desde siempre ese don, el de ir hacia atrás en el tiempo a un momento determinado, una y otra vez, hasta conseguir hacer "lo correcto".
El momento exacto en que el padre se lo cuenta a su hijo, es una escena mítica, ya que el padre al decírselo no sabe exactamente como explicarle a su hijo esa curiosidad, aunque le va preparando, pero le dice que se meta en un sitio oscuro, apriete los puños y piense donde quiere ir y allí se trasladará, pero siempre al pasado, no al futuro, aunque no podrá matar a Hitler ni tirarse a Elena de Troya...
Posteriormente Tim lo prueba y es tal y como le dijo su padre, cosa que utilizará para conquistar a Mary (Rachel McAdams), la chica de sus sueños.
Os dejo con la mítica escena.


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