domingo, 17 de noviembre de 2013

Hay dos clases de personas (2013)

 
 
 
 
Soren Kierkegaad decía:
Hay dos clases de personas: las que viven dormidas y las que están despiertas; las que no se plantean nada y las que no paran de hacerse preguntas; los cómodos conformistas y los incansables buscadores; los pasotas pasivos y los angustiados activistas; los creyentes y los creativos; las ovejas blancas y las negras; los explotados y los explotadores; los que se dejan comprar y los que no están en venta; los estúpidos cortos de mente y los listos que se las saben todas; los pragmáticos y los románticos; los que viven distraídos y los que están pendientes del trabajo; los realistas y los utopistas; los ingenuos y los cínicos; los que llevan corbata y los hippies; los gregarios y los individualistas; los urbanitas y los rústicos; los fanáticos y los me importa un bledo; los violentos y los pacifistas; los adaptados y los outsiders; los que lo tienen todo muy claro y los que a menudo se contradicen…
No, no hay dos clases de personas. 
Bajo la premisa de una historia de amor que se va torciendo, Eva Moreno y Juanca Vellido, nos presentan éste cortometraje, que protagonizan la guapísima Manuela Vallés y Miguel Ángel Muñoz. El corto nos muestra que podemos comportarnos de una determinada manera, y en otras circunstancias, actuar de un modo totalmente opuesto. Que no existen categorías fijas de personas, y que el etiquetado marca a las personas por las connotaciones (normalmente negativas) que llevan asociadas.
Al final en realidad, cada persona puede ser muchas a la vez, muchas máscaras o personalidades dentro de una misma, como si fuesen varias caras de la misma persona. Pero lo más importante no es llegar a comprender quienes somos de verdad, sino jugar a ser todo lo que podemos ver, y experimentar sin miedo a las infinitas posibilidades que nos ofrece la vida.
 
Disfrutad de este buen corto.
 

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