sábado, 27 de diciembre de 2025

Escenas míticas del cine (CDLXII)


En 1979 Sylvester Stallone hará la segunda parte de Rocky, que tres años atrás había sido un inesperado éxito y que recordemos tenía a nuestro protagonista como guionista y actor principal. Aquí también añadirá la labor de director y empezó para ello a codearse con distintos guionistas, actores y directores de cine que lo llevaron a aprender más a fondo esa ardua tarea de dirigir una película. De todas las secuelas, quizás esta es la más cercana al espíritu de la primera.
El film comienza inmediatamente donde Rocky, la primera, lo dejó, ahora con Apollo (Carl Weathers) y Rocky Balboa (Sylvester Stallone) en el hospital después de haber terminado el combate, la continuación lógica y exacta temporalmente. Apollo se muestra muy resentido con el inesperado resultado que Rocky había dado en el ring y con gran fervor e ira le reta a una revancha, pero Rocky pasa y decide retirarse del boxeo para estar junto a su mujer Adrian (Talia Shire), a la vez que recibe la noticia de que ha perdido parte de la visibilidad de su ojo derecho. Esa efímera fama de la que disfruta Rocky, después de estar a punto de derrotar al campeón mundial de los pesos pesados, es aún más frágil cuando las ofertas publicitarias para el anuncio de productos no van bien debido a la limitada educación y falta de sofisticación del púgil, en palabras llanas, Rocky era anticomercial. Debido a ello, a la falta de dinero y al embarazo final de su mujer, se verá abocado a la demanda de revancha del "casi derrotado" Creed.
Una escena mítica es el final del film, cuando acaba el combate y Rocky con su cara completamente amoratada celebra su triunfo y da las gracias a todos, su entrenador, a Dios, y a su mujer.


Os dejo con la mítica escena.

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