viernes, 24 de febrero de 2023

Escenas míticas del cine (CCLXX)

En 1962 Stanley Kubrick dirigió Lolita, basada en la novela de Vladimir Nabokov, una de las más influyentes del Siglo XX. Poseedora de una calidad indudable, dicha novela tenía una elegante pluma que trazaba la condenable idea del amor entre una menor y alguien mucho mayor que se quedaba prendado de ella, pero precisamente en su condena está su atracción. Ya lo decía Freud, que cuanto más censurado está algo, más placer psíquico nos proporciona (mayor es la descarga mental, según sus propias palabras).
Humbert Humbert, un profesor cuarentón al que da vida James Mason, llega a Ramsdale (New Hampshire) y alquila una habitación en casa de la viuda Charlotte Haze (Shelley Winters) que tiene una hija de once años llamada Lolita. Charlotte le enseña la casa a Humbert, que solo ver por primera vez a Lolita se enamora perdidamente de la chiquilla y acepta quedarse allí. Más adelante trazará un perverso plan, casarse con la madre para poder estar siempre cerca de Lolita (Sue Lyon).


Precisamente esa escena mítica es la que propongo hoy, la visita que Humbert hace de la casa guiado por Charlotte y el momento en el que ve a Lolita y dice que si a la primera.

Os dejo con la mítica escena.

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