jueves, 26 de enero de 2023

Escenas míticas del cine (CCLXVI)


En el año 2014 Antoine Fuqua y Denzel Washington volvieron a trabajar juntos en The Equalizer, 13 años después de su exitosa Training day, donde el actor se llevó el Oscar. A nadie se le escapa que esta es una versión renovada de la serie de los años 80 "El justiciero" y desde luego actualizada y puesta al día. Robert McCall es un antiguo agente de la CIA, que ahora lleva una vida tranquila, pero abandona su retiro para ayudar a Teri, una joven prostituta que está siendo explotada por la mafia rusa. A pesar de que aseguró no volver a ser violento, contemplar tanta crueldad despierta en Robert un implacable y nuevo deseo de justicia.
En una escena imborrable Robert llega a un restaurante donde la mafia rusa que tiene chicas prostituidas a su antojo, recibe su visita donde les propone pagarles 9800 dólares para que dejen tranquila a Alina, una de ellas a la que dieron una paliza y está en el hospital. Se ríen de Robert, no aceptan el dinero y le invitan a irse, pero el señor McCall no se va, cierra la puerta, observa a todos los hombres del despacho y empieza a maquinar como va a ir despachando a cada uno de ellos, una operación quirúrjica, donde el sacacorchos de la venganza sale a relucir y de qué forma. No deja títere con cabeza, utilizando multitud de recursos y de armas diferentes.


Os dejo con la mítica escena en su idioma original y la opción de subtítulos.

2 comentarios:

  1. Hay ciertas premisas en el cine de acción. Como no matar al perro de John Wick, ni presionarlo para volver a lo de asesinar por encargo.
    Y no rechazar ciertas ofertas de dinero.

    El mafioso ruso podría haber aceptado esa oferta. Sobre todo cuando insinuó que podía liberarla gratis a la tal Alina. Claro que eso terminaría con una escena, muy bien realizada.
    Y no se entiende porque el protagonista no llega a ofrecer 1000 dólares redondos.

    Saludos.

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    1. El Demiurgo de Hurlingham: Ja, ja, ja... si, bien hecha la comparativa con John Wick, los rusos al final en ambos casos sufren las consecuencias, unos por matar al perro y otros por no aceptar el dinero... que la cifra no sea redonda es algo que ya se me escapa.

      Saludos.

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