jueves, 26 de noviembre de 2015

Truman (2015)

Cartel del film

La nueva película de Cesc Gay, director del que tengo muy buen concepto en películas como En la ciudad (2003) o Una pistola en cada mano (2012), se llama Truman, y es una historia de apariencia sencilla sobre la amistad, la vida y la muerte. Es una comedia dramática, agridulce, cariñosa, tierna y muy efectiva, que consigue desde el primer momento llegar a tocar la fibra del espectador.
Hay referentes anteriores en el tema que trata el film, los primeros que me vienen a la cabeza (y que yo haya visto) son Los amigos de Peter (1992) de Kenneth Brannagh o incluso Mar adentro (2004) de Alejandro Amenabar, con la que está más emparentada de lo que parece. 



La historia es simple, Tomás (Javier Cámara) deja a su mujer e hijos en Montreal (Canadá) y vuela hasta Madrid, donde pasará cuatro días con su amigo de la infancia Julián (Ricardo Darín). El argentino sufre una enfermedad terminal, que se ha reproducido y extendido, y sin esperanza de salvación ha tomado la decisión de no someterse a ningún tratamiento médico más. Pide al médico drogas paliativas para el dolor y comienza la búsqueda de un nuevo dueño para su fiel perro, Truman.
El problema radica, en si Tomás aceptará la decisión de Julián, y si su misión (Tomás está casado con una prima de Julián) de intentar hacerle cambiar su pensamiento, y que se someta a los tratamientos que lo único que hacen es alargar el tiempo de vida, surtirá efecto. Además, no sólo le afecta a él, sino también a la otra prima de Julián, Paula (Dolores Fonzi) que ha pasado un año cuidándolo y ahora se rompen sus esperanzas.



Entre los dos actores principales y protagonistas hay una química perfecta. Julián es un tipo valiente, que afronta su destino de manera increíble, es encantador, embaucador, malhumorado, solitario e individualista y a la vez tiene ternura, lo que le provoca también cierta inseguridad. Por contra Tomás es pura generosidad, es ese amigo que lo da todo sin pedir nada a cambio, que se queda a un lado cuando es preciso, que sabe cuando esperar y reconducir y reorientar al otro. El personaje de Javier Cámara, sin casi necesitar expresividad es de una emoción contenida espectacular, y desde luego es mérito suyo, no es nada sencillo.



En el plano actoral, a parte de las dos portentosas interpretaciones, llenas de naturalidad, humor, y mucha sensibilidad de los dos actores principales, los secundarios están excelentes, tanto Dolores Fonzi (muy guapa), Elvira Mínguez (en el papel de la ex-mujer de Julián y madre de su único hijo), Oriol Pla (Nico, hijo de Julián) que está tremendo en un momento muy especial del film, cuando ambos viajan a verle a Ámsterdam por su cumpleaños y un como siempre fenomenal Javier Gutiérrez como el encargado de la funeraria.



Lo mejor de este film que trata un tema tan trascendental, es que lo hace de una manera en que las dosis de drama y comedia están perfectamente medidas, y es amable y buenrrollera.

Os dejo con el tráiler del film.


2 comentarios:

  1. Más allá de sus méritos, es una película tremendamente efectiva, con la que puedes emocionarte sin vergüenza alguna.

    Saludos.

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    1. Ricard: Si que lo es, de hecho por ese lado de la emoción (además de otras consideraciones obvias) se me parece en algo a Mar Adentro por el buen sabor que te deja, a pesar del drama.

      Saludos.

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