Cartel del film
Anoche fui a ver al cine la nueva película de Quentin Tarantino, Django Unchained. Es un western, pero no uno al estilo clásico en todas sus facetas, es un western con el sello Tarantino, es decir, ha nacido un nuevo tipo de películas del oeste.
En 1858, dos años antes del comienzo de la Guerra Civil en Estados Unidos, King Schultz (Christoph Waltz), un cazador de recompensas alemán (que se hace pasar por dentista), que sigue la pista a unos asesinos, le promete al esclavo Django (Jamie Foxx), al que libera, dejarlo en libertad total si le ayuda a atraparlos.
Christoph Waltz
Terminado el trabajo con éxito, Django prefiere seguir al lado del alemán, y llegan a un acuerdo para capturar durante el invierno, a los delincuentes más buscados del Sur, repartiendo beneficios a razón de 2/3 y 1/3. Django se convierte es un experto pistolero y cazador de recompensas, aunque su auténtico objetivo es rescatar a su esposa Broomhilda (Kerry Washington), de la que sufrió su separación por el tráfico de esclavos. Destacar que la actuación de Christoph Waltz, que ya me dejara alucinado en Malditos Bastardos, es aquí impresionante, con una chispa desbordante en todo el film.

En medio de ese periplo, llegan a una hacienda gobernada por Big Daddy (Don Johnson) dónde trabajan 3 de los delincuentes que los protagonistas buscan. Al matarlos, eso, provoca la reacción de el propietario que reune a todos sus convecinos, produciéndose una de las persecuciones más graciosas y chanantes que haya visto. Don Johnson (Sony Crocket por Dios) está excelente, gran rescate de Tarantino.
También destacar el rescate que hace de Franco Nero, haciendo de un italiano protector de luchadores mandingos.

La búsqueda llevará a Django y a Schultz hasta Calvin Candie (Leonardo DiCaprio), el malvado propietario de la plantación "Candyland". Y aquí hago una parada y fonda, porque hasta este momento la película está genial con toques de humor que le dan un empaque tremendo, pero al llegar a esta Hacienda, no escontramos con el personaje de DiCaprio (como ha mejorado este actor, y qué bueno es) que lo borda, pero no sólo él sino su jefe de servicio Stephen (Samuel L.Jackson) cuya actuación raya la genialidad. Stephen se da cuenta de la trama urdida por Schultz y Django, que no vienen sólo a comprar un luchador mandingo sino a llevarse a la esclava Broomhilda, es ahí cuando se desata un final impresionante.
Destacar que en la parte de la venganza final de Django, el propio Tarantino sale de actor (y por cierto o engordó aposta para el papel, o está muy desmejorado), solucionando la escena final con mucha prestancia.
Si algo he de criticar, es la fijación de Quentin por la sangre, hay demasiada, no siendo esta una película de terror, los balazos hacen demasiada escabechina.
Y he oido que la película es demasiado larga, pues a mi las 2h y 44m que dura, se me pasaron volando.
En cuanto a la banda sonora, un pequeño homenaje a la melodía de Dos mulas y una mujer que protagonizaban Clint Eastwood y Shirley McClain, además de meter algún tema de rap que no queda mal, la verdad, aunque se permite excesiva licencia en este caso Tarantino.
Os dejo con el tráiler de la película.