domingo, 24 de septiembre de 2023

Escenas míticas del cine (CCCV)

En 1973 Luchino Visconti dirigió Ludwig II de Baviera, El Rey loco, lo que hoy sería considerado un biopic sobre la figura de este rey de la dinastía de los Wittelsbach, que en 1864, antes de cumplir los veinte años ocupó el trono de Baviera. Se trataba de un joven generoso, romántico y que soñaba con traer la felicidad a su pueblo a través de su mecenazgo, ya que amaba el arte, la música, la paz y la armonía universal. Sin embargo las cuestiones de Estado solía delegarlas en sus consejeros, lo que llevó a Baviera a una desastrosa guerra que la dejaría en manos de Bismarck. Eso provocaba que hasta sus más fieles colaboradores conspiraran contra él, hasta su gran y favorito protegido, el compositor Richard Wagner le traicionó. Su gran apoyo era su prima Elisabeth (la famosa Sissi), esposa del Emperador de Austria, que sentía por él un afecto casi maternal, y que le fue siempre fiel. Helmut Berger daba vida al Rey en una interpretación soberbia, mientras que Romy Schneider interpretaba a su prima Elisabeth, a la vez que Trevor Howard daba vida a Wagner.
Este film fue uno de los proyectos más ambiciosos y personales de Visconti, y en él podemos apreciar su concepción operística de la puesta en escena que alcanza cotas de exquisitez, refinamiento y grandilocuencia extraordinarias. La recreación de la época es fastuosa y magistral, un fresco perfecto donde reflexiona sobre la soledad que el propio rey tenía y su insatisfacción vital, y en esa decadencia de una aristocracia que se iba quedando anticuada.  


En una escena mítica, al principio del film, se ve el día de la coronación de Ludwig II (10 de marzo de 1864) con toda la pompa que ello conlleva, la presencia de la más alta realeza, la más alta jerarquía eclesiástica y toda su familia.

Os dejo con la mítica escena.

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