lunes, 28 de agosto de 2023

Escenas míticas del cine (CCCII)


En 1984, Milos Forman dirige Amadeus, una película en la que se supone se habla sobre la vida de Wolfgang Amadeus Mozart, y su rivalidad con Antonio Salieri (recurso literario, trasladado al guión cinematográfico, sin fundamento histórico). Peter Shaffer, dramaturgo y Milos Forman, el director de cine, unieron sus caminos, Shaffer había escrito en su momento la obra de teatro Amadeus en 1979, y encontró en Forman el hombre perfecto capaz de plasmar en el séptimo arte y de la forma más majestuosa posible, las bondades de su relato. Forman obviamente se tomó sus licencias, no entendidas del todo por el público.
La película cuenta la vida de Mozart narrada por su rival, Salieri (F. Murray Abraham), que ya anciano al principio del film intenta suicidarse mientras grita que él fue quien asesinó a Mozart, a la vez que le cuenta todo a un cura, el cual le visita en un centro psiquiátrico de la época. Salieri se convirtió en maestro de cámara del Emperador José II de Habsburgo (Jeffrey Jones), pero todo se le torció hasta que llegó él, Mozart (Tom Hulce), un hombre infantil, sin modales, atontado y soñador, pero eso sí, un genio para la música, dotado de habilidades increíbles, como él mismo dijo "la encarnación musical de Dios".
La película tiene una duración de 3 horas en su versión extendida, un visionado que se convierte en un auténtico placer, ya que el recorrido por la carrera musical del genio es extenso tocando muchas de sus principales obras.


En una escena mítica, la joven esposa de Mozart, Constanze (Elisabeth Berridge) lleva manuscritos en secreto a Salieri, para que beneficie a su marido en un nombramiento. Esos manuscritos son las partituras originales (ella le dice que nunca hacía copias), que Salieri lee y queda deslumbrado de que no hay ninguna corrección y que su rival era "La voz de Dios" a pesar de ser un libertino. Corroído por la envidia le hace una propuesta a la joven (bastante ingenua) de que un favor, se paga con otro favor...

Os dejo con la mítica escena.

2 comentarios:

  1. Muy lograda escena, con la transcisión de la admiración, envida de Salieri. a esa insinuación. A esa propuesta hecha a Contanze, que reacciona diciendo que es una mujer casada.
    Tiene mucho sentido a mostrar a Salierie en plano contrapicado, desde abajo. Mientras que Constaze está de rodillas, juntando las partituras.

    Saludos.

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    1. El Demiurgo de Hurlingham: Ja ja ja, curiosa apreciación la que dices, esas son las cosas de Milos Forman, ella era bastante ingenua...

      Saludos.

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