martes, 30 de mayo de 2017

Escenas míticas del cine (LIV)


Año 1992, se estrena Instinto Básico de Paul Verhoeven, un film que pasó a la historia por ser una gran película, pero sobre todo por una escena, que en mi caso particular vi en directo en mi butaca del cine, y aún hoy ronda mi cabeza, son segundos, diría que fracciones de segundo de un cruce y descruce de piernas que marcó para siempre el film y a su protagonista, Sharon Stone, y nos dejó a todos con una cara de no creérnoslo. En aquel momento, y no sólo hablo de la escena en si, a mi y los amigos que vimos el film en el cine, nos pareció una gran cinta por su guión, y una historia muy interesante, eso si, llena de erotismo intenso (a veces de mucho climax) y escenas de sexo que hoy en día no sé si serían permitidas. De hecho, el director tuvo multitud de problemas para obtener la calificación "R" que necesitaba por contrato y fue y volvió hasta nueve veces, el resultado una versión censurada de 42 segundos menos en Estados Unidos (ya se sabe, allí mucha violencia pero poco sexo) y la no censurada que vimos todos aquí en Europa.


El film trata sobre la muerte de Johnny Boz, un antiguo cantante de rock y propietario de un nightclub en San Francisco, que aparece brutalmente asesinado en su cama (primera escena del film, como no, con sexo a tope). Su novia era Catherine Tramell (Sharon Stone), una atractiva y muy sensual escritora de novelas de intriga, a la que interroga y vigila el agente Nick Curran (Michael Douglas), que no pasa por su mejor momento por temas de drogas y alcohol, cuya adicción está dejando, pero que caerá en otra adicción, la del sexo con la Tramell...
En cuanto a la escena mítica, donde Sharon Stone es la auténtica protagonista, tiene una agria polémica desde el mismo rodaje, y aunque la Stone accedió a que estuviera la escena en el montaje final (menos mal) tal y como se rodó, ella en el mismo momento se sintió muy dolida y molesta con el director. Al parecer, según su versión, Paul le dijo que la luz de los focos hacía evidente la ropa interior, así que le recomendó grabar sin ella. Cuando vio el resultado se sorprendió por lo explícita que era y abofeteó al director, antes de abandonar la proyección.


En resumidas cuentas, una escena por la que no pasan los años, os dejo con ella.

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