viernes, 11 de diciembre de 2015

Bridge of Spies (2015)

Cartel del film

El nuevo film de Steven Spielberg, con un guión de los hermanos Cohen (siempre jugetones), un thriller que se mueve con libertad por las pantanosas y peligrosas tierras del mundo del espionaje, siempre situada en el territorio algo difuso de la sospecha continua y la mentira. Aquí estamos ante una historia que se ambienta en la guerra fría, a finales de los años 50 y principios de los 60, un film nada moderno, pero muy del siglo XXI por otro lado.
Basada en hechos reales, se trata de una película que resulta seria y apasionante a la vez, y que bajo un aparente covencionalismo discurre una peripecia moral algo compleja.



Tom Hanks interpreta a James B. Donovan que es un abogado de Brooklyn, New York, que al recibir el encargo de defender a Rudolf Abel (interpretado magníficamente por Mark Rylance), un espía soviético convicto Coronel Vilyam Fisher (nombre verdadero), agente de la KGB nacido en Gran Bretaña que había escapado de milagro de las purgas de Stalin, durante su tiempo con la NKVD, sobre el que pesa una condena de posible pena de muerte. Aparentemente los rusos lo quieren de regreso, pero Estados Unidos también desea que un piloto de U-2 suyo que cayó en manos soviéticas, Francis Gary Powers, regrese sano y salvo.
Así Donovan, se verá incolucrado en la Guerra Fría entre EEUU y la URRS, cuando la mismísima CIA le encarga la misión de negociar el canje de uno por otro en territorio de la RDA.


Para negociar el trato, en su capacidad no oficial, Donovan navega en las turbias aguas de la política de Berlín, durante los días finales de la construcción del muro que separó a las dos Alemanias y partió Berlín en dos también. Donovan es de esa clase de abogados rigurosos, detallista y muy sabedor de la ley, con el que nunca deseas discutir. Fue miembro de la fiscalía del juicio de Nuremberg, y hace su labor con más dedicación de la que se le requería, consiguiendo que la sentencia a Abel pase sólo a condenado, salvando su sentencia a muerte, lo que le genera bastantes enemigos en su propio país.
Todo se complica en el trato de Abel por Powers, con el arresto del estudiante de economía Frederick Pryor por falsos cargos de espionaje.


De repente aparece en escena Wolgang Vogel (Sebastian Koch), representante de la República Democrática Alemana, que desea intercambiar Pryor por Abel, mientras el jefe de la estación de la KGB en Berlín está en voluntad de negociar a Powers por Abel.
En medio de la negociación, que casi le cuesta la salud a Donovan, se describe de manera tremenda la opresiva desolación de Berlín del Este, donde la gente que intentaba cruzar al otro lado del muro era acribillada a balazos. Extraordinaria la recreación de las calles llenas de escombros, los restos de los bombardeos no reconstruidos y el terrible muro de Berlín. 


 

El tema actoral está muy bien, con un Hanks en un tipo de papel que viene exhibiendo ya como una especialidad, siendo muy creíble y sin crear sorpresas, se siente muy confortable con el personaje, además de ser solvente siempre. Mark Rylance está brutal, con su calma en cualquier situación, tanto cuando le arrestan, en el juicio, cuando le increpan o en el intercambio, es bastante hipnótico. Sebastian Koch tiene un papel fundalmental, pero le falta tiempo y queda bastante ninguneado. Quizás me sobra Amy Ryan, que interpreta a Mary, la mujer del abogado, cuya única función es fastidiar a su esposo con el reclamo de la mermelada de su "supuesto viaje a Inglaterra" con el que él la convence y engaña para hacer el viaje a Berlín. Tierna la aparición de Alan Alda, como el jefe del bufete de abogados donde trabaja Donovan, un actor mítico y ya algo mayor.




En definitiva, una película de Spielberg que resulta muy convincente, que con caracterísitcas bastante convencionales, consigue atraparte con la historia que cuenta perfectamente y ambientado de manera sombría con la música de Thomas Newman.

Os dejo con el tráiler del film.


2 comentarios:

  1. Una película interesante, emotiva y muy bien contada por un Spielberg en plena forma.

    Saludos.

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    1. Ricard: Bastante amena y si, emotiva, sin caer en el bostezo, lo evita con una historia bien contada. Spielberg todavía da de si.

      Saludos.

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